Argentina: Consumo de carne de ave aumenta sostenidamente

La población argentina ha sufrido cambios en el hábito alimenticio en las últimas décadas, pero uno de los más destacados es el aumento del consumo de pollo, un producto que amenaza con destronar la carne de vacuno. El presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes, Sr. Miguel Schiariti, señaló: "En las últimas décadas creció la producción aviar y se estancó la carne de vacuno, al tiempo que la población argentina aumentó".

La población argentina ha sufrido cambios en el hábito alimenticio en las últimas décadas, pero uno de los más destacados es el aumento del consumo de pollo, un producto que amenaza con destronar la carne de vacuno. Mientras que en 1980 se consumían 9.7 kilos de carne de ave por habitante anualmente, en 2010 se llegó a la cifra de 34.4. Es así, como en los primeros dos meses de 2011, el incremento fue de 19.4%, alcanzando los 37 kilos per cápita, frente a 47 kilos de carne de bovino.

El presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes, Sr. Miguel Schiariti, señaló: "En las últimas décadas creció la producción aviar y se estancó la carne de vacuno, al tiempo que la población argentina aumentó. Esto implica mayor oferta relativa de pollo que carne de vacuno y caída del precio relativo entre aquél y este producto". Mientras que la Sra. Karina Rasic, ejecutiva de la avícola Cresta Roja, opina que “se come más pollo porque es la proteína más barata. A diferencia de otras carnes, producir pollo requiere plazos más cortos y los volúmenes pueden ser mayores, con lo que se reducen mucho los costos por kilo”. Además, ella indicó que las líneas genéticas contribuyeron a una mejor conversión de la materia prima en carne, lo que abarató los costos y ayudó para que el pollo se volviera más accesible.

La investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, Argentina - Pergamino, Sra. Zulma Canet manifestó que “el mercado argentino se vuelca al pollo parrillero (de 2.4 kilos), más grande que el ave de exportación. Aunque hay una franja pequeña de la población que busca el pollo de campo, de calidad diferenciada y que puede ser criado de manera semi- extensiva. Este tipo tiene mayor sabor y textura más firme”. Existe una genética nacional argentina que desarrolló el INTA Pergamino, el pollo campero, que da respuesta a estas características organolépticas que exigen algunos consumidores.

La Sra. Karina Rasic acotó que “el consumidor se inclina hoy más hacia las partes trozadas. Antes compraban un pollo entero, pero se dieron cuenta que no les rendía. Cuando compran el entero lo prefieren enfriado por aire, porque a la hora de cocinarlo conserva su peso y rinde más".

Consistentemente, la producción acompaña el crecimiento del consumo, ya que el sector avícola pasó de producir 760,000 toneladas de pollo en 2003 a 1.65 millones de toneladas en 2010, un crecimiento de 117%. Las firmas Avex y Granja Tres Arroyos confirmaron hace tres semanas una inversión de US$ 20 millones en Río Cuarto para la instalación de una planta de producción avícola.

Entre los principales jugadores del mercado a nivel local están Cresta Roja, Granja Tres Arroyos, Soychú, Las Camelias, Pollolín y Fepasa, entre otros.

De acuerdo a la Sra. Canet: "Se prevé llegar a 2.5 millones de toneladas en 2017". Por su parte, la Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas se muestra optimista, previendo que entre 2011 y 2017 el crecimiento anual será constante, de 6% para la producción de carne de ave y de 4% para huevos. El Sr. Schiariti estima que si se considera una ingesta promedio anual de proteínas de origen animal de 115 kilos por habitante, el consumo de carne de ave podría alcanzar los 45 kilos por habitante al año, sobre todo ante la previsión de que la carne de vacuno siga en descenso.  

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