Los antioxidantes son sustancias naturales que pueden proteger al organismo animal de influencias dañinas, al prevenir las reacciones de la oxidación, conocidas como estrés oxidativo. Las propiedades antioxidantes de los aditivos fitógenos pueden brindar tales beneficios cuando se incluyen en el alimento balanceado.
Los antioxidantes, como son el sistema de defensa in vivo, comprenden varias líneas de defensa. La principal línea de defensa inhibe la formación de radicales libres y de las especies reactivas del oxígeno mediante iones metálicos aislantes, al tiempo que destruyen superóxidos y oxígeno singlete, lo que reduce el peróxido de hidrógeno y los hidroperóxidos en cada célula del organismo.
El daño de los radicales libres y el estrés oxidativo no son enfermedades, pero con regularidad son los subproductos de los procesos celulares normales. Sin embargo, sí resultan en pérdidas en el desempeño y daños en la producción animal. En años recientes, se ha prestado mucha atención a la participación de los radicales libres y del oxígeno activo en el proceso del envejecimiento y en los procesos de enfermedades como la inflamación, artritis, cardiopatías, alteración del sistema inmunitario y cáncer. El estrés oxidativo, un desequilibrio entre los niveles crecientes de especies de oxígeno reactivo y una reducción de la actividad antioxidante, puede destruir tejidos e inducir daños en las estructuras celulares.
Aceites esenciales en alimentos balanceados
Los antioxidantes naturales están aceptados en todo el mundo y se prefieren sobre los antioxidantes sintéticos. Los estudios indican que el timol, carvacrol y 6-gingerol poseen propiedades antioxidantes útiles que pueden convertirse en algo muy importante en la búsqueda de sustitutos naturales de los aditivos sintéticos antioxidantes para alimentos balanceados.
Se han atribuido propiedades antioxidantes de ciertas sustancias fitógenas a los terpenos fenólicos de sus aceites esenciales. Las plantas altas en terpenos son el orégano, romero y tomillo. Los aceites esenciales de las plantas, por ejemplo de la familia Labiatae, se han utilizado mucho como antioxidantes en alimentos para consumo humano y para mascotas con alto contenido de grasa.
La Artemisia annua, por ejemplo, se recomienda como un aditivo fitógeno natural con potencial antioxidante para uso en dietas avícolas. Debido a que la oxidación de lípidos es la causa principal del deterioro nutricional y organoléptico de la carne de aves, los fenoles naturales, que son los componentes principales de los aceites esenciales, se utilizan porque retrasan la oxidación de lípidos musculares en los pollos.
Es de primordial importancia restringir los procesos antioxidantes para tener una salud animal, crecimiento y producción adecuados, así como factibilidad económica. Con base en la literatura disponible hasta la fecha, los fitógenos ofrecen un potencial importante como una nueva generación de aditivos de alimentos balanceados con una marcada capacidad antioxidante para una producción animal de alimentos sanos y progresista.
Oxidación y antioxidación
Una explicación sencilla de la antioxidación es la siguiente: un antioxidante liga los radicales libres que tengan la posibilidad de ser peligrosos y los saca de circulación. Un radical ligado de esta forma no puede causar más daño al organismo. Cuando se forman más especies reactivas de oxígeno que los antioxidantes sean capaces de interceptar, el resultado es el estrés oxidativo, que es la causa de muchas enfermedades crónicas.
Hay una gran variedad de mecanismos para la antioxidación, a saber, endógenos y exógenos (nutricionales). Sin embargo, todos ellos tienen los mismos efectos positivos como "amortiguadores" de sustancias dañinas. Siempre y cuando haya suficientes antioxidantes, no van a representar un problema importante los radicales libres para el organismo. Pero, si se forman demasiado radicales libres y no se eliminan, todas las estructuras biológicas van a sufrir daños duraderos. Por lo tanto, es útil y con frecuencia necesario, apoyar al animal mediante una gran variedad de medidas positivas, que son eficaces, de gran valor y al mismo tiempo, naturales (figura 1).
Efectos antioxidantes de los aditivos fitógenos
Además de las marcadas propiedades antiinflamatorias de los compuestos fitógenos en el tubo digestivo, a partir de las propiedades antioxidantes pueden también resultar efectos protectores de los compuestos fitógenos.
Se han notificado efectos antioxidantes de una gran cantidad de sustancias vegetales. Un elemento celular importante es el factor de transcripción Nrf2. La activación de la ruta del Nrf2 lleva a la inducción de genes responsables de la defensa celular contra en las especies reactivas de oxígeno y la detoxificación de xenobióticos (sustancias químicas ajenas al organismo). Se ha encontrado que el uso de fitógenos regula al alza los genes objetivo Nrf2, es decir, citocromo P450 isoforma 1A1 (CYP1A1), hemo-oxigenasa-1 (HO-1) y UDP glucuronosiltransferasa isoforma 1A1 (UGT1A1). Esto proporciona más pruebas de los efectos protectores de los compuestos fitógenos a nivel celular (figura 2).
Por lo tanto, la suplementación habitual de fitógenos en la dieta puede actuar como profiláctico contra reacciones inflamatorias en el sistema gastrointestinal, al inhibir la ruta NF-κB y estimular el factor antioxidante Nrf2 (figura 3).
Efectos antioxidantes de los fitógenos en la calidad de la carne
La importancia de los antioxidantes presentes en los alimentos es de gran valor porque conserva el alimento en sí mismo y suministra antioxidantes esenciales in vivo.
La oxidación de lípidos durante el procesamiento y el almacenamiento de alimentos es crucial, ya que los lípidos poliinsaturados se oxidan y forman hidroperóxidos, que son vulnerables a una mayor oxidación y a la descomposición hacia productos secundarios de reacción, tales como los aldehídos de cadena corta, acetonas y otros compuestos oxigenados. Éstos pueden afectar de forma negativa la calidad general del alimento, tales como el sabor, valor nutritivo, concentración de compuestos tóxicos y el mantenimiento de la calidad.
Investigadores de la Universidad de Atenas observaron que la inclusión de los fitógenos en las dietas basales de maíz y harina de soya resultaron en una cantidad significativamente mayor en el plasma y una capacidad antioxidante total de la carne de pollo, de acuerdo con las determinaciones del método de la capacidad de absorción de radicales de oxígeno (ORAC, por sus siglas en inglés).
Perspectivas de los fitógenos
La eficacia antioxidante de los aditivos fitógenos se han mostrado bajo condiciones in vitro e in vivo. Estos aditivos fitógenos para alimentos balanceados son efectivos en mejorar el estado antioxidante de los animales, según se confirma por el elevado estado antioxidante en el plasma sanguíneo, carne y tubo intestinal.
Un punto extra de la mejora del desempeño animal es la producción sana de carne con una mejor calidad almacenamiento.
