Actualmente se conoce como cuadro de mando al conjunto de indicadores que tienen una relación causal entre ellos, que apoyan el proceso de seguimiento y análisis del avicultor. La mejora de un indicador, por ejemplo el consumo promedio de alimento por ave alojada, impacta de manera proporcional a otros indicadores, por ejemplo a la producción de huevo, en postura, o la ganancia de peso, en el engorde.
En la avicultura, y tal como viene expresado en la mayoría de las guías de manejo de las diferentes casas genéticas, hay que tomar en cuenta para el seguimiento y análisis del comportamiento del lote, al menos siete indicadores, que como lo hemos comentado antes, están relacionados entre sí. Para el caso de postura se recomiendan:
- Edad
- Peso corporal
- Producción de huevos
- Mortalidad
- Peso del huevo
- Consumo de alimento
- Índice de conversión alimenticia
Y para el caso de engorde se recomiendan:
- Edad
- Peso corporal
- Ganancia de peso
- Mortalidad
- Uniformidad
- Consumo de alimento
- Índice de conversión alimenticia
¿Cómo se puede construir un cuadro de mando?
La construcción de un cuadro de mando se inicia con un análisis del proceso productivo, mediante la identificación de los puntos clave de seguimiento y control de cada etapa. Para el caso del manejo, si sólo centramos la atención en la etapa de producción de huevo y/o carne, donde el elemento de control es lote o galpón, los indicadores seleccionados serían los siete listados anteriormente.
El siguiente punto, es cómo se va a presentar esta información, que según las experiencias que hemos tenido, lo más conveniente es a través de la visualización por compañía, granja y galpón. Otro criterio a considerar es cómo se van a mostrar las alertas en caso de que un indicador no corresponda con lo esperado. Para ello se comparan los datos reales con los estándares de cada línea genética y se asigna un color verde, si va según lo esperado, amarillo si el comportamiento es poco favorable, y rojo cuando el comportamiento es nada favorable.
En resumen, para la construcción de un cuadro de mando del avicultor se requiere: la selección de los indicadores, la forma de presentar los resultados, y la definición del sistema de alertas tempranas.
¿Qué se necesita para mantener un cuadro de mando?
Para que un cuadro de mando esté actualizado es importante contar con un sistema de información, tener a una persona o un equipo que sea responsable de llevar el seguimiento, tener las competencias en medición y estar motivado.
Adicionalmente, es importante tener una cultura de información y rendición de cuentas dentro de la compañía.
En resumen, el sistema de información más adecuado para cumplir con este cometido debe disponer de procedimientos y medios para la captura, almacenaje y consulta de la información, de forma oportuna, fiable y precisa.
El personal debe estar capacitado para una labor de tal responsabilidad. La rendición de cuentas debe formar parte de la cultura de la empresa.
Beneficios del cuadro de mando para el avicultor
El productor avícola se beneficiará de:
- La detección anticipada de problemas potenciales
- Facilitar el proceso de seguimiento y análisis para la toma de decisiones, a nivel operativo y de negocio
- Un apoyo clave para la planificación y el control de lotes
El cuadro de mando como un sistema de alertas tempranas
En la figura 1 podemos valorar la cantidad de información que nos da una sola vista, como lo es el cuadro de mando operativo que agrega la información por granja y lote.
En el cuadro de mando que se muestra en la parte superior, compara la mortalidad acumulada, el peso promedio, la ganancia de peso, el consumo y el índice de conversión con el estándar, alertando en aquellos indicadores que no cumplen con el mismo.
Corolario
Para terminar dejo la siguiente reflexión de H. J. Harrington, impulsor de la mejora de calidad, dijo: “La medición es la primera etapa que conduce al control. Si no puedes medir algo, no lo puedes comprender. Si no lo puedes comprender, no lo puedes controlar. Si no lo puedes controlar, no lo puedes mejorar”.
