El más reciente boletín agroclimático expedido por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el oficial Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), “recomiendan que no se realice siembra de maíz y otros granos hasta que las lluvias del primer semestre de 2016 se estabilicen (entre abril y mayo, posiblemente)”.
Así lo publicó el periódico Agronegocios, añadiendo que, “en el caso del maíz, al igual que de otras muchas siembras, la clave está en cosechar en las épocas establecidas en cada región y por supuesto, en el ahorro de agua”. La recomendación aplica para zonas productoras como el nororiente de Córdoba, Bolívar, sur de Sucre, el Urabá antioqueño, Magdalena Medio (entre Honda y El Plato) y el Alto Magdalena (Tolima, Huila y la meseta de Ibagué).
Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), aseguró que, “el que tiene agua en este momento debe conservarla con la mayor prudencia del caso, mientras que el que no tenga el líquido esperemos que no haya sembrado porque no va a tener una cosecha que sea productiva”.
Oficialmente no se conoce pronunciamiento sobre la afectación de El Niño al programa Colombia Siembra, anunciado en octubre por Minagricultura con 1.6 billones de pesos (US$490 millones), destinados a que el país pueda sustituir en el corto plazo parte de los 10 millones de toneladas de alimentos y materias primas agropecuarias que hoy importa.
“No se han presentado acciones concretas, teniendo en cuenta que el periodo de ejecución va de 2016 a 2018”, dijo Rafael Mejía.
Esta preocupación la comparte el gremio avicultor, responsable en 2015 de buena parte de la importación nacional de 4.4 millones de toneladas de maíz amarillo duro. Erika Montaño, directora ejecutiva de la regional Antioquia de la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), comentó a Industria Avícola que, “hoy el país produce un millón de toneladas de maíz, siendo más de la mitad correspondiente a maíz blanco, para el consumo humano”.
Agregó Montaño que, “queremos que Colombia Siembra funcione, que llegue rápido a su meta de 600,000 hectáreas de maíz amarillo duro sembradas, con grano de calidad y a precios competitivos, porque entre más fresco sea el insumo, menos problemas se presentarán en la producción, ya que el grano importado, por su condiciones y tiempo de almacenamiento, puede afectar el adecuado metabolismo de las aves”.
