Control de micoplasmosis en ponedoras: no es tarea fácil

Para controlar la micoplasmosis, se puede hacer con vacunas o antibióticos. ¿Qué hay de nuevo en el mercado?

Gallina Reproductora

La micoplasmosis aviar continúa siendo una de las principales enfermedades respiratorias de la producción avícola en todo el mundo. La prevalencia de la enfermedad varía con las regiones productivas en los distintos países. 

El Mycoplasma gallisepticum (Mg) continúa causando serios problemas tanto en pollos de engorde como en gallinas de postura y en algunas ocasiones en reproductoras. Mycoplasma synoviae (Ms), se presenta también con una alta prevalencia, causando afecciones respiratorias en un complejo asociado a virus respiratorios de campo e inclusive vacunales de muy difícil diagnóstico y resolución. En menor grado se observan presentaciones de afecciones articulares como artritis y sinovitis, especialmente en gallinas de postura.

La mayoría de los países carecen de legislación regulatoria respecto a la bioseguridad, en especial lo concerniente a distancia entre granjas, y aquellos que la poseen tienen serias dificultades en implementarlas adecuadamente. Las legislaciones ideales indican que las granjas de abuelas y reproductoras deberían estar alojadas a más de 10 km de distancia de cualquier otro tipo de producción avícola mientras que las de pollos de engorde y ponedoras comerciales a más de 5 km. Aun cuando se logra esto, es muy difícil controlar la bioseguridad respecto a las producciones de aves de traspatio en granjas cercanas a poblaciones más industrializadas.

Control mediante vacunas

Como posible solución a esta problemática, el uso de vacunas vivas tanto para Mycoplasma gallisepticum (cepa F; cepas 6/85 y ts-11) como para Mycoplasma synoviae (cepa MS-H y MS1), se incrementó principalmente en gallinas de postura comercial y solo en algunos países en aves reproductoras pesadas y livianas. 

Los resultados reportados son dispares, con productores muy conformes y otros que optaron por volver a los choques con antibióticos antimicoplásmicos. El principal inconveniente encontrado con esta medida de control para gallinas de postura comercial es el alto porcentaje de granjas con sistema de producción de multiedades y en un solo sitio donde la recría se lleva a cabo en el mismo predio, lo que hace imposible evitar la infección temprana de las pollitas antes de la vacunación (alrededor de la 5ª semana de vida). 

Otros inconvenientes importantes a considerar son: necesidad de un tiempo considerable sin desafíos que permita a las cepas vacunales colonizar y generar inmunidad local (más de 4 semanas); carencia de protección cruzada entre las dos especies, por lo que se debe aplicar por lo tanto ambas vacunas, lo que así aumenta el costo del programa de control; sensibilidad a un gran número de antibióticos que no podrán usarse frente a otros problemas bacterianos de las aves; fallas de eficacia por mala aplicación (pérdidas de concentración celular por mal almacenamiento, descongelado y aplicación); caída de protección hacia la mitad del ciclo productivo, etc. 

En el caso de planteles de reproductoras, la mayor dificultad es la complejidad para la diferenciación diagnóstica ya sea mediante los monitoreos serológicos y/o biomoleculares (PCR) de rutina, razón fundamental por lo cual estas vacunas no deberían ser autorizadas, al menos en empresas que venden huevos fértiles o pollitos de un día a terceros.

Control con antibióticos

Los antibióticos siguen siendo una herramienta muy eficaz de control, siempre que se usen de forma racional, respetando las indicaciones de los laboratorios productores. Los antibióticos macrólidos (tilosina, tilmicosina, tilvalosina, etc.) y la tiamulina, son a criterio del autor los de mejor actividad antimicoplásmica. Si bien esta última posee alta actividad antimicoplásmica, cuenta con dos grandes desventajas: muy mala palatabilidad, lo cual conlleva a caídas productivas de huevo y carne, y toxicidad asociada a uso de coccidiostatos. 

La tilosina ha sido reemplazada en general por drogas más nuevas y eficaces debido a la detección de resistencias en todo el mundo, al igual que la enrofloxacina y las tetraciclinas. Por otra parte, la tilvalosina es el macrólido de última generación más recientemente comercializado en la producción avícola a nivel mundial y de alta efectividad (véase la tabla de Concentraciones inhibitorias mínimas o MICs). Estos productos se pueden aplicar tanto en el agua como en el alimento. 

Las medicaciones al alimento sólo deberían aplicarse en programas metafilácticos o de control, o sea antes que se observen signos clínicos y en pulsos de siete días como mínimo. Las medicaciones al agua deberían ser consideradas como las más adecuadas para el tratamiento de la micoplasmosis aviar y por lo tanto deberían emplearse siempre en primer lugar frente a la aparición de signos clínicos respiratorios y durante 3 a 5 días. Si bien esta sería la vía de mayor efectividad antimicoplásmica, no se puede usar en muchos casos por falta de sistemas de bebederos adecuados, aguas muy duras, explotaciones muy grandes, entre otras, y tampoco para drogas de baja palatabilidad y mala disolución.

A fin de evitar los problemas de monitoreo ocasionados por las vacunas y de resistencias por los antimicrobianos, es imperioso resaltar siempre la importancia de mantener los lotes de aves reproductoras libres de Mycoplasma gallisepticum /Mycoplasma synoviae, ya que son los diseminadores primarios de los mismos. 

Por tal motivo, es fundamental el uso rutinario de los laboratorios de diagnóstico para el monitoreo correcto de los lotes, ya sea mediante técnicas serológicas, aislamiento o PCR. 

Cuanto más conozcamos de la epidemiología y patogenia de esta enfermedad, y la susceptibilidad antibiótica de los patógenos responsables de la misma, tendremos más posibilidad de lograr un control más efectivo y a menor costo. El uso adecuado y responsable de los antimicrobianos (momento de aplicación, dosis, duración, vía de administración, calidad y respaldo del medicamento, etc.) impactará positivamente en los resultados a mediano y largo plazo para veterinarios y productores de huevo. 

 

CUADRO

Concentraciones Inhibitorias Mínimas (MICs) para cepas de Mycoplasma synoviae aisladas en aves de postura comercial de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, entre los años 2012 y 2013.

Cepas

 

Tilvalosina

Enrofloxacina

Doxicilina

Lincomicina

Clortetraciclina

Tilmicosina

Tiamulina

Amoxicilina

Tilosina

MS C43

0.06

≥8

4

2

1

8

0.5

≥8

0.25

MS C41

0.06

≥8

2

2

1

4

0.25

≥8

0.25

MS C21

0.06

≥8

1

1

1

2

0.5

≥8

0.25

1

0.12

≥8

2

2

2

8

0.25

≥8

0.5

2

0.03

≥8

0.5

0.5

2

2

0.12

≥8

0.25

3

0.06

≥8

0.5

0.5

1

1

0.12

≥8

0.12

6

0.06

≥8

1

1

1

4

0.25

≥8

0.25

7

0.06

≥8

0.5

2

2

2

0.25

≥8

0.25

8

0.06

≥8

1

2

2

4

0.25

≥8

0.25

11

0.06

≥8

0.5

1

1

2

0.25

≥8

0.25

12

0.75

≥8

2

2

2

8

0.5

≥8

≥12

La tilvalosina es el macrólido de última generación más recientemente comercializado en la producción avícola a nivel mundial y de alta efectividad

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