Invocando acuerdos internacionales sobre medidas sanitarias destinadas a prevenir la expansión de enfermedades, autoridades de Colombia y Uruguay se unieron a otros mercados que recientemente cerraron sus fronteras a productos avícolas procedentes de los Estados Unidos, a raíz del anuncio el pasado 5 de marzo de un brote de influenza aviar detectado en el sureste estadounidense.
Así lo reportó, para el caso uruguayo, el periódico El Observador: “Uruguay prohibió el ingreso de carne avícola desde EEUU a raíz del brote de influenza aviar H7 altamente patógena detectado en reproductoras de la empresa Tyson Foods en el estado de Tenesí. A Uruguay había ingresado solo un contenedor con ese producto últimamente y se encuentra plenamente identificado su origen, con las correspondientes certificaciones, que lo desvinculan de la zona afectada, destacó una fuente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)”.
En Colombia, la medida de restricción fue dada a conocer por el portal de la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), que reprodujo una comunicación expedida por el Instituto Colombiano de Agricultura (ICA) con destino a Marc Gilkey, director para América Latina y el Caribe de las oficinas federales del Departamento de Agricultora y del Servicio de Inspección en Salud de Animales y Aves (USDA-APHIS).
Allí se lee que la suspensión de importaciones solamente compromete a los productos aviares originarios del condado de Lincoln (Tenesí), donde opera la granja de reproductoras afectada con la infección y que provee a la multinacional exportadora Tyson Foods Inc. Como medida preventiva, en esas instalaciones se eliminó inmediatamente una parvada de 73,500 aves.
De esta forma, Colombia y Uruguay se unen a otros países que vetaron en días pasados la llegada de carne de pollo estadounidense, como República Dominicana y Corea del Sur.
