Sobreoferta adelanta vacaciones en avícolas argentinas

Con el fin de afrontar la caída en la demanda y los altos inventarios de pollo congelado, las firmas agrupadas en el Centro de Procesadoras Avícolas de Argentina (Cepa) decidieron adelantar las vacaciones a su personal operativa, las cuales empezarán el 1 de septiembre.

Susana Grimaldi Sheridan
Susana Grimaldi Sheridan
Con el fin de afrontar la caída en la demanda y los altos inventarios de pollo congelado, las firmas agrupadas en el Centro de Procesadoras Avícolas de Argentina (Cepa) decidieron adelantar las vacaciones a su personal operativa, las cuales empezarán el 1 de septiembre.

La decisión la dio a conocer Roberto Domenech, presidente de la referida entidad gremial, en declaraciones recogidas por el diario bonaerense La Nación. “El sector debería vender el kilo de pollo a 24 pesos (USD 1.39) más IVA a salida de fábrica, y hoy estamos en 19.5 o 20 pesos (USD 1.15) más IVA, en el mejor de los casos”, explicó.

A renglón seguido, agregó que “hay industrias que han desarmado líneas de producción para reducir la oferta. De hecho, contra una producción de 2.12 millones de toneladas logradas en 2016 para este año el sector cerraría con un volumen de 2.02 millones de toneladas. Vamos a estar en unas 100,000 toneladas menos”.

Se trata de un anticipo de las vacaciones colectivas correspondiente a la temporada de fin de año de noviembre a diciembre. “Medidas como ésta y bajar la producción para mermar la sobreoferta para buscar el equilibrio contable, pretende también evitar a toda costa una desastrosa guerra de precios”, arguyó Domeneche.

De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en el primer semestre de 2017 las exportaciones de pollo (carne fresca y subproductos) se ubicaron en 106,433 toneladas, un 2 por ciento menos respecto de igual período del año pasado.

“Lo que se exportó no alcanzó a mejorar el mercado interno y equilibrar. La sobreoferta es muy grande”, apuntó el presidente del Cepa. El año cerraría con un volumen de exportación de 220,000 a 225,000 toneladas. Vale recordar que en 2016 se habían colocado 214,797 toneladas, volumen un 12 por ciento inferior al del año anterior.

Por la reducción de la producción, también caerá el consumo interno. El año pasado, la ingesta se ubicó en 45.8 kilos por habitante y por año. En tanto, este año cerraría con 42 kilos anuales por habitante. “No podemos pedirle a la gente que consuma más pollo. El consumo está en un techo”. En la última Exposición Rural de Palermo, Domenech proyectó que para 2027 el plan de la industria es exportar 500,000 toneladas por un valor de 1,250 millones de dólares.

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