Efecto de las reproductoras y su manejo, de la incubación y de la embriogénesis sobre la progenie

Hoy en día, el crecimiento adecuado y exitoso de los pollos modernos es una tarea multifactorial. Anteriormente, el énfasis se basaba en una buena crianza desde que los pollitos llegaban a las granjas; sin embargo, ahora con los cambios genéticos, avances en salud, nutrición, y mejor manejo del ambiente no todo depende del pollito recién nacido.

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Dr. Amir Nilipour
Dr. Amir Nilipour

Hoy en día, el crecimiento adecuado y exitoso de los pollos modernos es una tarea multifactorial. Anteriormente, el énfasis se basaba en una buena crianza desde que los pollitos llegaban a las granjas; sin embargo, ahora con los cambios genéticos, avances en salud, nutrición, y mejor manejo del ambiente no todo depende del pollito recién nacido. Hay que saber cómo este pollito fue fecundado e investigar cada etapa de este largo proceso.

Nuestra industria moderna exige ciertos principios básicos, sin los cuales no se puede lograr producir un pollito de calidad. Todo depende de cómo se hayan manejado y alimentado las reproductoras, la salud, la manipulación de los huevos fértiles en las granjas, la incubación y la evaluación de los huevos fértiles en la incubación. La alimentación de las hembras y machos reproductores tiene influencia directa en depositar los nutrientes adecuados para un crecimiento óptimo de embriones en sus 21 días de incubación. El estado consistente de salud desempeña un papel importante en traspasar los anticuerpos maternos a la progenie en las primeras horas de la vida de un pollito.

Cuando un huevo se pone en el nido, ninguno de los padres (gallo o gallina) puede hacer algo más para mejorar o mantener la integridad del rastro genético que está depositado en este paquete. De aquí en adelante nosotros somos los que debemos saber cómo aprovechar el trabajo duro que empezó hace años, en la casa matriz de las reproductoras con las líneas pedigrí.

Las reproductoras

En el reino animal, la reproducción de las aves es única, ya que el desarrollo óptimo del embrión depende de cómo se hayan alimentado la gallina y el gallo, y de cuándo se pone el huevo. El manejo inadecuado del huevo fértil no puede mejorar la calidad, sino disminuirla, lo cual afecta la calidad de los pollitos, el porcentaje de nacimiento y peso del pollito. La culpa no siempre la tiene la incubadora o la estirpe. La calidad del pollito depende de muchos otros factores, tales como el estado de salud y los planes de prevención de enfermedades comunes. Los investigadores han probado que cuando las gallinas tienen estrés o deficiencias de inmunodepresión gastan más nutrientes y esto puede poner en riesgo la disponibilidad de los nutrientes para un buen desarrollo del embrión o la formación del blastodermo en la yema del huevo fértil. Otros factores de importancia son:

  • Manejo del peso corporal del ave; un peso adecuado significa madurez sexual uniforme, peso óptimo del huevo, buenos nacimientos y calidad de pollito
  • Es primordial la calidad de la cama para evitar la contaminación

Manejo del huevo:

  • Recolección automática vs. manual
  • Frecuencia de recolección
  • Estado actual de los nidos, limpieza, ventilación, iluminación
  • Forma de desinfectar los huevos
  • Transporte de los huevos
  • Almacenaje de los huevos
  • Duración en los cuartos fríos y temperatura en comparación con el porcentaje de humedad relativa

¿Cómo se están incubando los huevos?

Un huevo fértil de alta calidad ya puesto no siempre produce pollito de calidad, si se presenta alguna deficiencia en el proceso de incubación. Durante estos 21 días hay numerosas variables que pueden afectar la calidad. Las máquinas de incubación y las nacedoras modernas han cambiado su diseño para poder adaptarse a los cambios genéticos de los pollitos de engorde. Los embriones de los pollitos crecen más rápido, tienen un intercambio más acelerado de los gases y generan más calor. Las máquinas de etapa única ofrecen una buena alternativa, en las cuales se pueden evitar muchas de oscilaciones de temperaturas, intercambio de gases y ayudan a mantener un ambiente más apto con más bioseguridad. Las máquinas tienen habilidades de medir todos los parámetros vitales del ambiente que rodea a los huevos, para imitar mejor a la gallina madre al empollar huevos fértiles.

El encargado de la planta incubadora siempre debe estar dispuesto a medir ciertos parámetros manualmente, para asegurarse que todo dentro del huevo esté bien y que el pollito esté creciendo como debe ser. Entre las medidas podemos mencionar, por ejemplo, la prueba de fertilidad, mediante ovoscopía de algunos huevos de entre 10-12 días, medir la pérdida de humedad durante los 18 días de incubación en la nacedora.

Cuando culmina el periodo, es muy importante realizar pruebas de embriodiagnóstico. Esta es una herramienta poderosa de diagnóstico que nos mantiene informados de lo que ha sucedido en estas poco más de 500 horas: nos dice si estuvo mal, regular, bueno o excelente. No puede esconder nada; esta prueba revela todo. Un programa rutinario verificará que se estén haciendo correctamente los procesos de incubación y producción de huevos. La información nos brinda los detalles del lote, el manejo de las reproductoras, la incubación y rendimiento esperado de los pollos de engorde. En la Tabla 1 se pueden apreciar los estándares indicados para un ciclo de 40 semanas de reproducción.

Frecuencia en la recolección de muestras: Es recomendable evaluar semanalmente tres bandejas por cada finca de reproductoras. Un ejemplo representativo sería una bandeja debidamente identificada de la parte superior, otra de la parte media y una de la parte inferior de cada finca. Las tres bandejas deben venir de la misma finca y la recolección de los huevos debe ser diaria para que las comparaciones sean válidas. Por lo tanto, en un nacimiento de 85% se evalúan aproximadamente 75 residuos de huevos, que incluye pollitos muertos y de segunda.

Malas posiciones y deformidades

Entre los factores que disminuyen el porcentaje de nacimiento, podemos mencionar dos que rara vez se habla de ellos, pero que pueden bajar los nacimientos en condiciones normales entre 1 y 2%. En una población de miles de millones de huevos incubados, es muy normal tener embriones que no tengan la posición correcta para picar la cámara de aire en las últimas 72 horas de incubación. Normalmente esta incidencia no excede 1-2%, y este intervalo cambia con la edad de las gallinas. La posición normal es con la cabeza debajo del ala derecha, pero hay seis malas posiciones más comunes.

En la Tabla 2, nuestros datos indican que la más común es la mala posición núm. 6 (la cabeza se queda arriba del ala derecha) seguida de la núm. 1 con la posición 5 (patas arriba de la cabeza). La menos común es que la cabeza no esté en dirección de la cámara del aire. Otra variable que puede bajar el porcentaje de nacimientos de 0.25 a 0.50% son las deformidades de los embriones. 

En nuestro centro de investigaciones (Tabla 3) hemos detectado hasta 25 deformidades de embriones que afectan negativamente el porcentaje de nacimientos. De entre estas incidencias, 60% es de pollitos con picos torcidos y encefalia craneal, seguido por ausencias de globos oculares, pico superior y duplicación de órganos.

Ambas mediciones de forma regular son indicadores extras que pueden dar más luz a la forma de cómo evolucionó el embriodiagnóstico. Si vemos más malas posiciones o deformidades de lo normal, y con ciertas tendencias hacia cierta incidencia, se puede investigar y solucionar el problema lo más pronto posible.  Las causas pueden ser factores muy sencillos de cómo manejamos los huevos, asuntos mecánicos de las máquinas, nutricionales o de salud. Todos cuentan con una explicación adecuada.

Pesar más que solo los pollitos

Hay otras variables que se pueden medir después del nacimiento, entre ellas pueden ser la longitud del pollito y peso del vitelo (la yema no absorbida). El peso del vitelo nos indica cómo fue el proceso de incubación e intercambio de los nutrientes sanguíneos entre el embrión en crecimiento y la yema. Si el manejo de la crianza, salud y la nutrición de la reproductora está bien, el vitelo debe pesar entre 6 a 8% del peso del pollito. Hemos visto que en algunos casos se puede aún encontrar la yemita en la planta de faenado de los pollos, lo que indica que todo fue mal. 

Los pollitos deben recibir alimento y agua lo más pronto posible después de que han sido calificados, vacunados, sexados y colocados en cajas. Los pollitos que se alimentan de inmediato, tienen un mejor desarrollo intestinal y absorben la yema muy rápidamente. La ventaja de una absorción rápida es que los nutrientes en la yema son de alta digestibilidad y contienen los anticuerpos necesarios para el desarrollo del sistema inmune de las aves lo más pronto posible. Otra ventaja es que las vellosidades tienen una altura más alta, lo cual aumenta la superficie de absorción de los micronutrientes importantes.

El intestino del pollito duplica más de dos veces su longitud a casi 100 cm en la 1ª semana, y representa el 10% del peso de un pollito en una semana. Después de la 1ª semana el crecimiento de los intestinos es mucho más lento y al día de faenado representa el 5% del peso del pollo. Por eso, es muy importante tener alimento de calidad, excelente agua y buena crianza, para que los intestinos del pollito puedan crecer en forma adecuada.  Los intestinos que se desarrollan bien tampoco dejan que haya colonización de bacterias dañinas como salmonela y coliformes.  Los intestinos desempeñan un papel importante en producir productos de alta calidad y de forma eficiente, por esto es muy importante considerar todos los parámetros que mantienen su integridad. – Conferencia presentado durante el XXI Congreso Latinoamericano de Avicultura, La Habana, Cuba, octubre 2009.

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