Reestructuración de la avicultura

Lo de hoy es reestructurar, y la industria avícola no es la excepción. La industria avícola mexicana va a requerir de una reforma estructural a fondo. Esto significa que quizás en algunos años ya no tenga la faz que hasta ahora le hemos conocido. Los efectos de la influenza aviar son como una bola de nieve. ¿No creen que vale la pena reestructurar la industria?

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Lo de hoy es reestructurar, y la industria avícola no es la excepción. Hablando con colegas sobre el incansable tema de la influenza aviar, el Dr. Miguel Ángel Márquez comentaba que la industria avícola mexicana va a requerir de una reforma estructural a fondo. Esto significa que quizás en algunos años ya no tenga la faz que hasta ahora le hemos conocido. Es decir, a) se va a requerir de una desconcentración de la producción, para evitar que sea una sola zona la mayor productora; b) tendrán que dejar de circular aves en camiones por las carreteras, mediante el acercamiento de las plantas de procesamiento a las zonas de producción y c) el procesamiento de la gallinaza, para convertir un producto peligroso en uno inocuo, y que de esta manera se pueda transportar a cualquier parte del país.

Creo que son conceptos que van a requerir de pensarse y aplicarse. Claro, que aunado a esto está el clamor de la vacunación general, la erradicación, la falta de un fondo de emergencia avícola y muchos otros factores, comentados por los productores.

Los efectos de la influenza aviar son como una bola de nieve. Por ejemplo, Bachoco tuvo que eliminar 900 mil reproductoras que significan 135 millones de pollitos menos al ciclo, aves que ya no entran a producción. Estos son muchos pollos en un solo ciclo. ¿No creen que vale la pena reestructurar la industria?

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