¿Y qué tal una industria avícola transparente?

Ante las leyendas urbanas y la imagen equivocada del público que pueda haber sobre el pollo y el huevo, ¿debiéramos quizás ser más transparentes?

Ruiz B 90x90 Headshot
Ante las leyendas urbanas y la imagen equivocada del público que pueda haber sobre el pollo y el huevo, ¿debiéramos quizás ser más transparentes? | Austin Alonzo
Ante las leyendas urbanas y la imagen equivocada del público que pueda haber sobre el pollo y el huevo, ¿debiéramos quizás ser más transparentes? | Austin Alonzo

La palabra transparencia está de moda. La oímos en la política y en el uso de los recursos. Y no es para menos, pues somos testigos de lo contrario: la opacidad.

En la reciente clausura de la campaña “El huevo, de etiqueta” en Madrid, España, Medín de Vega, presidente de Inprovo, dijo algo que me llamó la atención: que “la industria del huevo ha sido víctima pasiva de las noticias”, por las crisis que ha enfrentado por años con la idea errónea del colesterol y ahora por la producción sin jaulas. Creo que la industria del pollo de engorde también ha sido víctima pasiva, por el concepto erróneo del uso de las hormonas en la producción, entre otras.

El Sr. de Vega dijo que, “Detrás de las crisis se ocultaba la realidad, había que hablar de nosotros”, de los productores de huevo, y, “Había que conectar ambos extremos de la cadena: productores y consumidores”. Cierto. Quizás a veces la avicultura peca de pasividad o de no tener un mayor dinamismo (como el que tienen los grupos de activistas). Otra cosa que dijo el presidente de Inprovo fue que, “No se facilitaba la transparencia en la industria”. Creo que ahí está una de las claves: falta de transparencia.

En aras de la bioseguridad, hemos sellado la vista al público. No se ve la avicultura. ¡Con gran razón! Abiertamente y sin tapujos se me ha prohibido la entrada a instalaciones avícolas de Brasil, por ser mexicano involucrado en la industria. Nunca me he opuesto a estas medidas, ni me molesta. Más bien lo agradezco, porque no me gustaría que una visita mía coincidiera con un brote de enfermedades, aunque yo no fuera el causante.

Pero me pregunto: ¿no convendría abrir la industria a la información? Cuando no dejamos que los demás vean lo que hacemos, conlleva a la especulación. Creo que abrirse a que haya periodistas que corran la (buena) voz y que eviten que se diseminen chismes, sería favorecedor. Habría que buscar mecanismos consensuados entre la industria, autoridades y expertos en sanidad para abrirse y ser transparentes. ¿Ustedes qué piensan?

Page 1 of 1579
Next Page