Durante el Congreso Centroamericano de Avicultura en la Antigua, Guatemala de la semana pasada, me topé con un comentario inesperado: “Con Trump, se va a estabilizar y mejorar el precio del pollo”. ¿En qué se fundamenta esto?
Como se espera que se vea afectado el comercio global y EUA imponga aranceles del 35 por ciento a las importaciones, es muy probable que haya reciprocidad en Latinoamérica, y también se apliquen aranceles a las importaciones provenientes de ese país. De esta forma, el pollo estadounidense quedará fuera de mercado y se les dará impulso a los productos avícolas de producción nacional. Resta por saber qué haría EUA con todos esos muslos y piernas de pollo, y qué pasaría en el mercado global, si es que todavía existe éste.
El problema que yo veo aquí es con la importación de granos. ¿Aplicarán los países también aranceles a la importación de maíz, sorgo y soya provenientes de EUA? Pensemos que siempre queda a disposición Brasil y Argentina para estas materias primas, aunque un poco lejos para el norte de Latinoamérica.
Tengamos en cuenta que, como dice el informe Market Perspectives del USGC de esta semana pasada, “Mientras que un ejército de analistas continúa tratando de entender qué significa la presidencia de Trump para la agricultura en general… las reacciones iniciales son positivas para la industria”. El tiempo dirá.
Sin embargo, tengamos en cuenta que, de este lado del “muro”, también es una jungla. Los grandes tigres avícolas, como Brasil, estarán al acecho de los mercados. Mientras, observan. ¿Ustedes qué piensan?
