Comportamiento de la producción brasileña de carne de pollo

En los primeros siete meses de 2011, las exportaciones representaron 30% de la producción brasileña de carne de aves, el menor índice de participación de los últimos cinco años. Este resultado es prácticamente el mismo registrado en 2006 cuando, debido a una crisis externa de influenza aviar, las exportaciones de carne de pollo de Brasil sufrieron fuerte descenso y absorbieron sólo 29% del volumen total producido.

En los primeros siete meses de 2011, las exportaciones representaron 30% de la producción brasileña de carne de aves, el menor índice de participación de los últimos cinco años. Este resultado es prácticamente el mismo registrado en 2006 cuando, debido a una crisis externa de influenza aviar, las exportaciones de carne de pollo de Brasil sufrieron fuerte descenso y absorbieron sólo 29% del volumen total producido.

Podría haber sido peor (es decir, el índice de participación ser aún menor), sino fuese por la por la rápida intervención del sector que – frente a la caída de las exportaciones y al aumento de la disponibilidad interna - redujo significativamente el ritmo de producción, cerrando aquel ejercicio con un volumen prácticamente igual al del año anterior (0.06%). Como resultado, reajustado a la disponibilidad interna.

No es lo que se observa en el 2011, al menos si se consideran los datos hasta julio, los últimos publicados. En los primeros siete meses de 2011, para una evolución de 3.39% en las exportaciones, la producción aumentó más de 6%, lo que resultó en una oferta interna 7% superior al mismo período del año pasado. Con resultados visibles en los precios y en el rendimiento económico de las empresas del sector.

En casos como éste, la reducción del ritmo productivo es un factor clave. Eso es lo que crea situaciones como las observadas en 2009, año en que toda la economía enfrentó momentos difíciles debido a la crisis económica mundial.

Por lo tanto, a pesar de la crisis, el volumen exportado corresponde al mismo nivel (elevado, 33%) del año anterior. Pero que se ha logrado mediante la reducción de la producción de forma concomitante con la reducción de las exportaciones. El resultado fue el mantenimiento de la oferta interna en los mismos niveles del año pasado, lo que minimiza las pérdidas financieras resultantes de la disminución de la demanda externa e interna.

En conclusión, la producción de carne de pollo necesita seguir creciendo. Pero a medida que las ventas al exterior corresponden a la parte inferior de la producción, los índices de crecimiento deberían ser inferiores a los establecidos por la evolución de las exportaciones. Porque, de lo contrario, aumentará abruptamente la disponibilidad interna - un riesgo indeseable cuando se convive con los más altos costos de producción de todos los tiempos.  

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