De acuerdo con información publicada en el periódico Reforma, “al guajolote o pavo (ave originaria de México) que adorna las cenas de Nochebuena en esta temporada, de mexicano ya sólo le queda el nombre”. Y es que ha habido un incremento del 236 por ciento de 2006 a 2011 en las importaciones de estas aves de EUA, para llegar a 7,306 toneladas.
Pocas son las empresas que lo producen, como Pavos Viridiana, “porque incluso otras como Bachoco y Parson venden ya mucho importado", se menciona en la nota. Según datos de la Secretaría de Economía, “tan sólo de enero a junio de este año, se han importado 5 mil 344 toneladas con un valor de 12.3 millones de dólares, contra los 16.4 millones de dólares importados en todo el 2011”.
Muchos son los factores que han llevado a esto, como “el precio y la capacidad productiva de las empresas de EUA que producen grandes volúmenes del producto”. El productor nacional “difícilmente puede competir contra la producción de pavo congelado, por lo que debe apostar por otros nichos de mercado, para sobrevivir”. No obstante, se asegura que calidad, el producto mexicano es tan bueno como la del estadounidense o canadiense.
De acuerdo con los avicultores nacionales, el precio de los alimentos balanceados para aves, que se ha incrementado en los últimos años, ha sido un factor que ha afectado la producción nacional, junto con la mayor apertura de mercados. "La producción nacional de pavo ha venido en declive y la demanda se ha mantenido, eso ha provocado que cada vez se importe más pavo, y este año no será la excepción; prevemos que se importe más que el año pasado porque los avicultores dedicados a este negocio han tenido un año complicado debido, entre otras cosas, a los precios del alimento para las aves y a la entrada cada vez mayor de productos extranjeros", aseguró Jaime Crivelli, presidente de la Unión Nacional de Avicultores.
