Los analistas de Rabobank en México informan que desde el ciclo 2009/10, el crecimiento de la producción de maíz en México ha encontrado una fuerte resistencia. Debido a las condiciones actuales prevalecientes, esta situación podría continuar durante los próximos años. Incluso, existe la posibilidad a largo plazo de que haya un nivel de producción promedio anual de 21 millones de toneladas.
La resistencia en la producción de maíz durante los últimos ciclos se debe a que ha bajado la superficie sembrada y a que se ha presentado una desaceleración en el crecimiento de los rendimientos de campo de este grano. Todo esto, ha sido consecuencia de varios factores, a saber:
- Fallas de mercado (dificultades en el acceso a mercados, infraestructura de acopio limitada en ciertas regiones)
- Lenta adopción de tecnologías (irrigación, utilización de semilla mejorada, cosechadoras de alta tecnología, caminos saca cosecha etc.)
- Las variaciones en el clima (heladas, sequías, etc.)
- Sustitución hacia otros cultivos con mayor rentabilidad
Para los próximos ciclos, Rabobank estima que se van a mantener muchas de estas condiciones, junto con una expectativa bajista en los precios internacionales. Estas condiciones podrían desincentivar la siembra y aumentar el grado de resistencia en la producción de maíz.
Como resultado de esta restricción en la producción, los analistas de este banco agropecuario holandés estiman que hay cuatro cambios estructurales:
- La demanda de maíz amarillo para consumo animal se ha contraído, mientras que otros granos como lo es el sorgo y el trigo comienzan a desempeñar un papel más importante.
- Mexico se ha convertido en un sofisticado importador de maíz y ha comenzado a voltear hacia otros mercados como lo es Brasil para maíz amarillo y Sudáfrica para maíz blanco.
- Contracción del consumo de maíz blanco, después de haber mostrado crecimientos constantes durante las últimas décadas.
- Las importaciones de maíz blanco han aumentado desde el ciclo 2009/10, y llegaron a su máximo en 2010/11, es decir, 1.4 millones de toneladas. Rabobank estima que las importaciones disminuyan respecto a este nivel, sin embargo en el largo plazo, es de esperarse que estas oscilen en las 650 mil toneladas anuales, nivel superior a los registrados previo a 2009.
