El analista Ken Shwedel informa en su boletín KSAdvise de esta semana que el panorama del ciclo de siembra de primavera-verano en México, cuya cosecha empieza este otoño es el de una menor producción. Cabe mencionar que el ciclo de siembra de primavera-verano es el más importante de este país, tanto en términos superficie total cultivada, así como de producción total.
Por lo general, se siembran más de 11 millones de hectáreas en este ciclo, en comparación con las 3.7 millones de hectáreas del ciclo otoño-invierno. Pero, su importancia también radica en términos sociales, pues la mayoría de los pequeños agricultores del país siembran principalmente de granos en esta época, de lo cual una gran parte es para consumo propio.
Por otro lado, el ciclo también es el más susceptible a los efectos climatológicos, y desde luego, este año no ha sido la excepción. Al principio del ciclo, todos estaban preocupados por las condiciones de secas en algunas partes del país, pero luego vinieron los huracanes de septiembre y octubre que dañaron algunas zonas.
Todo esto tuvo impacto, por lo que a finales de septiembre, el gobierno informó que el total de superficie cultivable aún en cultivo (superficie total plantada menos superficie dañada) era de 0.3 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado. La superficie de maíz todavía en cultivo bajó un 1.4 por ciento.
No obstante, como resultado del impacto de los mercados internacionales, han bajado los precios, a pesar de la posibilidad de que este año pudiera bajar la producción. En México DF, el promedio no ponderado de los precios de maíz en el mercado a granel este pasado octubre fue de 7.1 por ciento por debajo de los precios de octubre de 2012. Todo esto va a presionar a la economía rural de México.
