Automatización de iluminación en galpones de ponedoras

En la avicultura de hoy en día, la mayoría de las gallinas ponedoras son criadas en sistemas intensivos con ambiente controlado, donde parámetros como intensidad y duración de luz son manejados por el hombre con el fin de mejorar la postura de huevos, modificar el comportamiento o simplemente ahorrar en costos energéticos.

En la avicultura de hoy en día, la mayoría de las gallinas ponedoras son criadas en sistemas intensivos con ambiente controlado, donde parámetros como intensidad y duración de luz son manejados por el hombre con el fin de mejorar la postura de huevos, modificar el comportamiento o simplemente ahorrar en costos energéticos.

Las aves se caracterizan por tener una mayor cantidad de conos que de bastones en la retina, por lo cual poseen mejor visión diurna que nocturna. En cuanto a las gallinas de postura, éstas son criadas con intensidades lumínicas que oscilan entre 5-10 lux, suficientes para mantener el comportamiento fisiológico de la puesta, a través de la estimulación del nervio óptico.

En este contexto, la luz eléctrica desempeña un rol importante, ya que es utilizada para mantener a las aves de postura activas e influenciar la producción de huevos. En un principio, la labor de regulación del período de iluminación se realizaba manualmente por un encargado, quien encendía y/o apagaba la luz de acuerdo a la convención sostenida en el galpón. Con el avance de la tecnología, se diseñaron dispositivos electrónicos, los cuales deben ser programados para ejercer esta función. Sin embargo, para evitar que la luz sea encendida y apagada abruptamente, la empresa de investigación agropecuaria, Embrapa Suínos e Aves, vinculada al Ministerio de Agricultura, Pecuaria, y Abastecimiento de Brasil, desarrolló un nuevo dispositivo regulador. Éste es un controlador automático de luminosidad, de aproximadamente 25 cm x 25 cm, que promete simular gradualmente el comienzo del día o la llegada de la noche. Además, el regulador también almacena en la memoria todo lo que sucede durante el proceso por lotes. Otro aspecto interesante es el trabajo de compensación de luz que implementa este sistema en relación la luz exterior.

"Este controlador automático optimiza la luz dentro del galpón. Se enciende la luz a la hora programada gradualmente, simulando el comienzo del día. Para el momento en que sea programado el final del período de la luz, ésta disminuye hasta ser apagada, simulando el final del día", dice Marcio Saatkamp, analista del área de transferencia de tecnología de Embrapa.

Un estudio desarrollado en el año 1991 por Tanaka y Hurnik, ya había dado a conocer que el manejo de la iluminación luz/oscuridad/luz debería ser un cambio gradual, para evitar un mayor estrés en las aves. Estos investigadores analizaron el comportamiento de las gallinas tanto en jaula como en suelo, sometidas a dos prácticas de manejo de iluminación distintas. En la primera, el encendido y apagado de las luces era instantáneo, mientras que en la segunda, el paso de luz a oscuridad o viceversa era paulatina, simulando un amanecer o un atardecer natural. En ambas situaciones, se observó un incremento de la ingesta de alimento antes de la oscuridad, para posteriormente dirigirse a las zonas de descanso. Cuando la luz era apagada de modo repentino, algunas gallinas, sobre todo en el sistema de alojamiento en suelo, no poseían el tiempo suficiente para buscar los aseladeros, teniéndolo que realizar a oscuras, con el consiguiente estrés. Esto no ocurría cuando se simulaba un atardecer con una reducción gradual de la luz. Respecto al encendido, cuando éste era repentino, ocasionaba en las gallinas una situación de alarma y desorientación, llegando, incluso, a provocar alguna esterotipia (giraban alrededor de sí mismas). Estos autores, concluyeron que un encendido y/o apagado paulatino incrementaría el confort de las gallinas. Sin embargo, ellos mismos señalaron que las gallinas han de estar acostumbradas a cambios repentinos de luz/oscuridad o viceversa, pues así ante cualquier falla en el sistema eléctrico no se desencadenaría una situación de pánico generalizado en el galpón.

Para el Sr. Saatkamp, la primera precaución que se debe considerar con este dispositivo regulador de luminosidad es la instalación, la cual debe ser realizada por técnicos. Otro aspecto importante es la regulación, donde se debe asignar a un profesional para el manejo del dispositivo, ya que el programa de la luz introducido no debería ser alterado. Además, se debe tener los cuidados básicos normales del equipamiento en las plantas de aves tales como resguardar las descargas eléctricas y evitar que caiga agua en el equipo.

Esta nueva herramienta tecnológica que se ofrece a la industria avícola, específicamente para el sector de postura, brinda medidas favorecedoras para disminuir el estrés de las aves y por ende mejora el bienestar de éstas. Este tipo de innovaciones otorgan una mayor productividad de huevos así como permiten el ahorro de energía, consecuentemente mejoran la rentabilidad final. 
En la avicultura de hoy en día, la mayoría de las gallinas ponedoras son criadas en sistemas intensivos con ambiente controlado, donde parámetros como intensidad y duración de luz son manejados por el hombre con el fin de mejorar la postura de huevos, modificar el comportamiento o simplemente ahorrar en costos energéticos.

Las aves se caracterizan por tener una mayor cantidad de conos que de bastones en la retina, por lo cual poseen mejor visión diurna que nocturna. En cuanto a las gallinas de postura, éstas son criadas con intensidades lumínicas que oscilan entre 5-10 lux, suficientes para mantener el comportamiento fisiológico de la puesta, a través de la estimulación del nervio óptico.

En este contexto, la luz eléctrica desempeña un rol importante, ya que es utilizada para mantener a las aves de postura activas e influenciar la producción de huevos. En un principio, la labor de regulación del período de iluminación se realizaba manualmente por un encargado, quien encendía y/o apagaba la luz de acuerdo a la convención sostenida en el galpón. Con el avance de la tecnología, se diseñaron dispositivos electrónicos, los cuales deben ser programados para ejercer esta función. Sin embargo, para evitar que la luz sea encendida y apagada abruptamente, la empresa de investigación agropecuaria, Embrapa Suínos e Aves, vinculada al Ministerio de Agricultura, Pecuaria, y Abastecimiento de Brasil, desarrolló un nuevo dispositivo regulador. Éste es un controlador automático de luminosidad, de aproximadamente 25 cm x 25 cm, que promete simular gradualmente el comienzo del día o la llegada de la noche. Además, el regulador también almacena en la memoria todo lo que sucede durante el proceso por lotes. Otro aspecto interesante es el trabajo de compensación de luz que implementa este sistema en relación la luz exterior.

"Este controlador automático optimiza la luz dentro del galpón. Se enciende la luz a la hora programada gradualmente, simulando el comienzo del día. Para el momento en que sea programado el final del período de la luz, ésta disminuye hasta ser apagada, simulando el final del día", dice Marcio Saatkamp, analista del área de transferencia de tecnología de Embrapa.

Un estudio desarrollado en el año 1991 por Tanaka y Hurnik, ya había dado a conocer que el manejo de la iluminación luz/oscuridad/luz debería ser un cambio gradual, para evitar un mayor estrés en las aves. Estos investigadores analizaron el comportamiento de las gallinas tanto en jaula como en suelo, sometidas a dos prácticas de manejo de iluminación distintas. En la primera, el encendido y apagado de las luces era instantáneo, mientras que en la segunda, el paso de luz a oscuridad o viceversa era paulatina, simulando un amanecer o un atardecer natural. En ambas situaciones, se observó un incremento de la ingesta de alimento antes de la oscuridad, para posteriormente dirigirse a las zonas de descanso. Cuando la luz era apagada de modo repentino, algunas gallinas, sobre todo en el sistema de alojamiento en suelo, no poseían el tiempo suficiente para buscar los aseladeros, teniéndolo que realizar a oscuras, con el consiguiente estrés. Esto no ocurría cuando se simulaba un atardecer con una reducción gradual de la luz. Respecto al encendido, cuando éste era repentino, ocasionaba en las gallinas una situación de alarma y desorientación, llegando, incluso, a provocar alguna esterotipia (giraban alrededor de sí mismas). Estos autores, concluyeron que un encendido y/o apagado paulatino incrementaría el confort de las gallinas. Sin embargo, ellos mismos señalaron que las gallinas han de estar acostumbradas a cambios repentinos de luz/oscuridad o viceversa, pues así ante cualquier falla en el sistema eléctrico no se desencadenaría una situación de pánico generalizado en el galpón.

Para el Sr. Saatkamp, la primera precaución que se debe considerar con este dispositivo regulador de luminosidad es la instalación, la cual debe ser realizada por técnicos. Otro aspecto importante es la regulación, donde se debe asignar a un profesional para el manejo del dispositivo, ya que el programa de la luz introducido no debería ser alterado. Además, se debe tener los cuidados básicos normales del equipamiento en las plantas de aves tales como resguardar las descargas eléctricas y evitar que caiga agua en el equipo.

Esta nueva herramienta tecnológica que se ofrece a la industria avícola, específicamente para el sector de postura, brinda medidas favorecedoras para disminuir el estrés de las aves y por ende mejora el bienestar de éstas. Este tipo de innovaciones otorgan una mayor productividad de huevos así como permiten el ahorro de energía, consecuentemente mejoran la rentabilidad final. 
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