BRF y sus activos en venta: ¿Quien se habilita?

Hace cerca de un mes, la fusión de Sadia y Perdigão ha sido, finalmente, aprobada, tras más de 2 años de análisis y estudios por parte del CADE - Consejo Administrativo de Defensa Económica - el organismo anti-monopolio del gobierno brasileño. La fusión ha dado origen a la BRF - Brasil Foods, la compañía de alimentos procesados más grande de Brasil, con más de 120 mil empleados, casi 60 plantas industriales y ventas anuales de R$25 mil millones (US$15 mil millones).

Hace cerca de un mes, la fusión de Sadia y Perdigão ha sido, finalmente, aprobada, tras más de 2 años de análisis y estudios por parte del CADE - Consejo Administrativo de Defensa Económica - el organismo anti-monopolio del gobierno brasileño. La fusión ha dado origen a la BRF - Brasil Foods, la compañía de alimentos procesados más grande de Brasil, con más de 120 mil empleados, casi 60 plantas industriales y ventas anuales de R$25 mil millones (US$15 mil millones).

Para evitar la elevada concentración de poder económico en distintos segmentos del mercado nacional brasileño de alimentos por parte de la BRF, el CADE impuso una serie de exigencias para la aprobación de la fusión. Las exigencias, que tienen de ser cumplidas en el año de 2012, abarcan desde la prohibición del uso de la marca Perdigão en distintos productos, como pasta, pizza, jamones, salames y etc., por un plazo de 5 años, hasta la venta de importantes activos productivos, la parte hacia la cual los grupos económicos, nacionales e internacionales, están mirando con mayor interés. Mientras no hay, hasta la fecha, la definición clara de que activos compondrán el paquete a ser vendido, los números preliminares dan una idea clara de la magnitud física e importancia económica del mismo.

Acorde a la estimativa de los analistas y expertos, este paquete, que, en realidad, es una empresa, una mini BRF, tendrá un valor de venta oscilando entre R$1.5 mil millones y R$2 mil millones (de US$900 millones a US$1.1 mil millones, a valores actuales), será compuesto de diez plantas productivas esparcidas por los estados brasileños de Bahia, Rio de Janeiro, Mato Grosso do Sul, Santa Catarina, Rio Grande do Sul e Distrito Federal y capacidad de ventas anuales instalada de R$1.7 mil millones (US$1 mil millones). Por su magnitud, esta empresa ocupará el octavo puesto en el ranking de las empresas de alimentos brasileñas, o el segundo puesto, si considerado apenas el segmento de alimentos procesados. Por su inmenso potencial puede, hasta mismo, llegar a convertirse en una importante empresa exportadora.

De los 20,000 productores agrícolas integrados actualmente a la BRF cerca de 1,300 serán transferidos a la nova empresa, de los cuales 750 productores de cerdos y 550 productores de pollos. Una fuerza laboral de 8,500 empleados, de los actuales dos 120 mil funcionarios de la BRF, irán con la empresa que tendrá capacidad de producir 456 mil toneladas de alimentos al año. La nueva empresa tendrá lo equivalente a 7.6% de las ventas anuales totales de la BRF, o 13.4% de sus ventas en el mercado nacional.

La importancia y magnitud del negocio ya ha generado una disputa intensa entre los potenciales interesados. Grupos brasileños, como Marfrig, Tyson Foods do Brasil y JBS, ya manifestaron la intención de adquirir el paquete completo. Interesados también están dos fondos de inversión extranjeros, que no quisieron identificarse, y las empresas Suguna Group, de India, Cairo Poultry Company de Egipto, Angliss, de Cingapura, Anaan International, de Arábia Saudita, y Alyasra Foods, de Kuwait.

Hasta la fecha, la candidata número uno con la cual trabaja el mercado es Marfrig. Dueña de la marca Seara, Ella podría doblar sus ventas en el área de productos procesados en Brasil con la compra de estos activos a ser vendidos por BRF. La principal barrera a esta inversión ES la presente deuda de la empresa, R$5.7 mil millones (US$3.5 mil millones), o cuatro veces su capacidad de ventas.

Para otro interesado, el grupo JBS, la adquisición seria un excelente oportunidad de diversificar su negocio para las carnes de cerdo y pollo industrializadas en Brasil. Aunque tenga, en EUA, actividades semejantes a la de BRF, donde ha adquirido la gigante avícola Pilgrim's Pride, en Brasil las operaciones de JBS se atienen a la carne vacuna y sus derivados y a los lácteos, a través de las empresas Vigor y Leco. Todavía, AL igual que Marfrig, su endeudamiento es muy alto, lo equivalente a 3.3 veces sus ventas. Una alternativa a los interesados endeudadas, como Marfrig y JBS, sería acudir a las fuentes de financiamiento público, algo que el consejero do Cade, Ricardo Ruiz, quien articuló el acuerdo con la BRF defiende como forma de apoyar el comprador interesado y, de este modo, fortalecer la competencia.

Es probable que los grupos extranjeros interesados en el negocio busquen ayuda gubernamental para financiar la operación. Para la Tyson Foods, la procesadora de proteína animal más grande del mundo, la compra de la "mini-BRF", representaría un salto importante en Brasil. La empresa americana actúa en Brasil con la marca Macedo y cuenta con apenas tres unidades industriales.

Aun es temprano para predecir quien se llevará el paquete de importantes paquetes de activos de la BRF. Todavía, es cierto que cual sea la empresa, esto reorganizará el sector de proteínas animales en Brasil. Esperemos.

Hace cerca de un mes, la fusión de Sadia y Perdigão ha sido, finalmente, aprobada, tras más de 2 años de análisis y estudios por parte del CADE - Consejo Administrativo de Defensa Económica - el organismo anti-monopolio del gobierno brasileño. La fusión ha dado origen a la BRF - Brasil Foods, la compañía de alimentos procesados más grande de Brasil, con más de 120 mil empleados, casi 60 plantas industriales y ventas anuales de R$25 mil millones (US$15 mil millones).

Para evitar la elevada concentración de poder económico en distintos segmentos del mercado nacional brasileño de alimentos por parte de la BRF, el CADE impuso una serie de exigencias para la aprobación de la fusión. Las exigencias, que tienen de ser cumplidas en el año de 2012, abarcan desde la prohibición del uso de la marca Perdigão en distintos productos, como pasta, pizza, jamones, salames y etc., por un plazo de 5 años, hasta la venta de importantes activos productivos, la parte hacia la cual los grupos económicos, nacionales e internacionales, están mirando con mayor interés. Mientras no hay, hasta la fecha, la definición clara de que activos compondrán el paquete a ser vendido, los números preliminares dan una idea clara de la magnitud física e importancia económica del mismo.

Acorde a la estimativa de los analistas y expertos, este paquete, que, en realidad, es una empresa, una mini BRF, tendrá un valor de venta oscilando entre R$1.5 mil millones y R$2 mil millones (de US$900 millones a US$1.1 mil millones, a valores actuales), será compuesto de diez plantas productivas esparcidas por los estados brasileños de Bahia, Rio de Janeiro, Mato Grosso do Sul, Santa Catarina, Rio Grande do Sul e Distrito Federal y capacidad de ventas anuales instalada de R$1.7 mil millones (US$1 mil millones). Por su magnitud, esta empresa ocupará el octavo puesto en el ranking de las empresas de alimentos brasileñas, o el segundo puesto, si considerado apenas el segmento de alimentos procesados. Por su inmenso potencial puede, hasta mismo, llegar a convertirse en una importante empresa exportadora.

De los 20,000 productores agrícolas integrados actualmente a la BRF cerca de 1,300 serán transferidos a la nova empresa, de los cuales 750 productores de cerdos y 550 productores de pollos. Una fuerza laboral de 8,500 empleados, de los actuales dos 120 mil funcionarios de la BRF, irán con la empresa que tendrá capacidad de producir 456 mil toneladas de alimentos al año. La nueva empresa tendrá lo equivalente a 7.6% de las ventas anuales totales de la BRF, o 13.4% de sus ventas en el mercado nacional.

La importancia y magnitud del negocio ya ha generado una disputa intensa entre los potenciales interesados. Grupos brasileños, como Marfrig, Tyson Foods do Brasil y JBS, ya manifestaron la intención de adquirir el paquete completo. Interesados también están dos fondos de inversión extranjeros, que no quisieron identificarse, y las empresas Suguna Group, de India, Cairo Poultry Company de Egipto, Angliss, de Cingapura, Anaan International, de Arábia Saudita, y Alyasra Foods, de Kuwait.

Hasta la fecha, la candidata número uno con la cual trabaja el mercado es Marfrig. Dueña de la marca Seara, Ella podría doblar sus ventas en el área de productos procesados en Brasil con la compra de estos activos a ser vendidos por BRF. La principal barrera a esta inversión ES la presente deuda de la empresa, R$5.7 mil millones (US$3.5 mil millones), o cuatro veces su capacidad de ventas.

Para otro interesado, el grupo JBS, la adquisición seria un excelente oportunidad de diversificar su negocio para las carnes de cerdo y pollo industrializadas en Brasil. Aunque tenga, en EUA, actividades semejantes a la de BRF, donde ha adquirido la gigante avícola Pilgrim's Pride, en Brasil las operaciones de JBS se atienen a la carne vacuna y sus derivados y a los lácteos, a través de las empresas Vigor y Leco. Todavía, AL igual que Marfrig, su endeudamiento es muy alto, lo equivalente a 3.3 veces sus ventas. Una alternativa a los interesados endeudadas, como Marfrig y JBS, sería acudir a las fuentes de financiamiento público, algo que el consejero do Cade, Ricardo Ruiz, quien articuló el acuerdo con la BRF defiende como forma de apoyar el comprador interesado y, de este modo, fortalecer la competencia.

Es probable que los grupos extranjeros interesados en el negocio busquen ayuda gubernamental para financiar la operación. Para la Tyson Foods, la procesadora de proteína animal más grande del mundo, la compra de la "mini-BRF", representaría un salto importante en Brasil. La empresa americana actúa en Brasil con la marca Macedo y cuenta con apenas tres unidades industriales.

Aun es temprano para predecir quien se llevará el paquete de importantes paquetes de activos de la BRF. Todavía, es cierto que cual sea la empresa, esto reorganizará el sector de proteínas animales en Brasil. Esperemos.