La demanda por carne de ave crece sostenidamente a nivel mundial

La industria avícola ocupa un rol cada vez más importante dentro de la alimentación global, ya que la demanda por carne de ave ha ganado terreno frente a otros tipos de carnes. Es así como en América Latina específicamente en Argentina, un país que es considerado netamente productor y consumidor de carne de vacuno, las cifras reflejan lo que también acontece en el ámbito internacional.

La industria avícola ocupa un rol cada vez más importante dentro de la alimentación global, ya que la demanda por carne de ave ha ganado terreno frente a otros tipos de carnes. Es así como en América Latina específicamente en Argentina, un país que es considerado netamente productor y consumidor de carne de vacuno, las cifras reflejan lo que también acontece en el ámbito internacional. Actualmente este país ha triplicado la demanda por carne aviar en desmedro de la carne de vacuno.

Esta información fue dada a conocer por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, CICCRA. Esta entidad ha señalado que el comportamiento de los consumidores ha presentado una mayor demanda por la carne de pollo, alcanzado 45 kilogramos per cápita. Además, argumentan que este incremento se debe al aumento del precio de la carne de vacuno, en más de 130 por ciento, generando una disminución en la demanda de este tipo de carne.

En el último informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, indica que la economía mundial de alimentos ha impulsado cada vez más a cambiar los patrones de consumo en la dieta y de los alimentos de productos pecuarios. Entre estos, el sector cárnico ha experimento un rápido crecimiento, dentro del cual se ha visto beneficiada la demanda de carne de ave que ha aumentado de manera constante, en alrededor de tres veces la tasa de crecimiento de la población en cada una de las últimas cinco décadas. Sin embargo, en otros sectores cárnicos el consumo per cápita se ha estancado o es inexistente, especialmente en la carne de rumiantes. La producción agrícola se ha visto afectada por estas tendencias, no sólo por los cambio en la producción pecuaria, sino también a través de la vinculación de la producción ganadera en el sector de los cultivos que suministra los alimentos balanceados, principalmente cereales y oleaginosas.

Demanda de alimentos balanceados

La demanda de alimentos balanceados por cereales a menudo se ha considerado un elemento dinámico que condiciona el crecimiento de este sector, especialmente en países desarrollados. Sin embargo, en el último tiempo, este dinamismo ha estado ausente, a medida que el crecimiento en la producción pecuaria ha superado con creces la demanda por alimentos balanceados. Un ejemplo de esto es la producción de carne de ave que requiere una cantidad mucho menor de alimentos para su dieta que la producción ganadera.

Conversión alimenticia

Los pollos de engorde son los animales más eficientes para transformar granos en proteína animal, en corto tiempo, con la utilización de poco espacio, agua y energía. El ciclo de producción varía entre 35 y 49 días. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los pollos de engorde tienen una alta eficiencia de conversión alimenticia en comparación con otras aves o ganados. La eficiencia de conversión alimenticia de los  pollos de engorde es de 2; pavos, 2.5; y patos, 2.5. La eficiencia alimenticia depende de muchos factores, incluyendo la edad de las aves, calidad del alimento, duración de la iluminación, etc. Mientras que la carne de vacuno necesita más de 8 kg de alimento por cabeza para obtener 1 kg de peso vivo por cabeza, un rumiante convertirá alrededor de 7 kg de alimento en 1 Kg de carne en un extenso período de tiempo.

Precios de la carne de ave

Los precios pueden variar significativamente dependiendo del tipo de ave, influenciada por los patrones estacionales, costos de los insumos y los costos relativos de las carnes competidoras.

Los costos de producción son muy volátiles. Ellos dependen en gran medida de las características deseadas del producto final (ya sea pollo de un nombre de marca o de baja calidad) y también del precio de los alimentos balanceados (los precios, principalmente de granos), las condiciones climáticas y las líneas genéticas utilizadas. Por lo tanto, varían considerablemente de una región a otra.

Uso eficiente de la energía

En el estudio realizado por David Pimentel, de la Universidad de Cornell en EUA, denominado "Producción pecuaria: insumos de energía y medio ambiente", se observó la trazabililidad de la producción de alimentos de origen animal desde el alimento balanceado a la mesa del consumidor. En éste, se encontró que los pollos de engorde hacen un uso más eficiente de la energía fósil, en contraste está la carne de vacuno que fue la última. La producción de carne de pollo consume energía en una relación de 4:1, en relación a la proteína obtenida, la producción de carne de vacuno requiere un aporte de energía de 54:1, respecto a la proteína obtenida.

Alimento saludable

Sorprendentemente, poco se sabe acerca de la proteína y la salud. Sin embargo, el Instituto de Medicina de la Universidad de Harvard recomienda que los adultos deberían consumir un mínimo de 0.8 gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal por día para llevar una vida más saludable. Además, indica que la mejor opción de proteína animal es la carne de ave. La investigación sugiere que las personas que comen, incluso cantidades moderadas, carne roja tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon, enfermedades al corazón y diabetes. El pollo es una buena fuente de niacina, B-6, B-12, vitamina D, hierro y zinc, que es esencial para mantener un cuerpo sano. El consumo de pollo ayuda a retardar el envejecimiento, ya que el trance mineral de selenio que se encuentra en el pollo es un componente de lucha contra el envejecimiento. También existen pruebas sustanciales que la sustitución de las carnes rojas por carne de ave podría ayudar a prevenir enfermedades cardiacas y diabetes, y podría reducir el riesgo de muerte prematura.

En resumen, desde muchos puntos de vista la carne de pollo es la proteína de origen animal que ofrece más beneficios, desde el aspecto productivo al nutricional. Ya que el ave consume menor cantidad de alimentos con respecto a otros animales, obteniendo una eficiente conversión alimenticia. Además, en comparación con el ganado vacuno, los pollos no liberan metano y emiten menos dióxido de carbono y fosfato que otros animales que se crían para la producción de carne. En tanto, la industria avícola actual ofrece mayor alimento con la menor utilización de tierra. Por último, en el tópico nutricional, la carne de pollo es un producto saludable que ofrece la proteína óptima a un precio accesible.  

La industria avícola ocupa un rol cada vez más importante dentro de la alimentación global, ya que la demanda por carne de ave ha ganado terreno frente a otros tipos de carnes. Es así como en América Latina específicamente en Argentina, un país que es considerado netamente productor y consumidor de carne de vacuno, las cifras reflejan lo que también acontece en el ámbito internacional. Actualmente este país ha triplicado la demanda por carne aviar en desmedro de la carne de vacuno.

Esta información fue dada a conocer por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, CICCRA. Esta entidad ha señalado que el comportamiento de los consumidores ha presentado una mayor demanda por la carne de pollo, alcanzado 45 kilogramos per cápita. Además, argumentan que este incremento se debe al aumento del precio de la carne de vacuno, en más de 130 por ciento, generando una disminución en la demanda de este tipo de carne.

En el último informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, indica que la economía mundial de alimentos ha impulsado cada vez más a cambiar los patrones de consumo en la dieta y de los alimentos de productos pecuarios. Entre estos, el sector cárnico ha experimento un rápido crecimiento, dentro del cual se ha visto beneficiada la demanda de carne de ave que ha aumentado de manera constante, en alrededor de tres veces la tasa de crecimiento de la población en cada una de las últimas cinco décadas. Sin embargo, en otros sectores cárnicos el consumo per cápita se ha estancado o es inexistente, especialmente en la carne de rumiantes. La producción agrícola se ha visto afectada por estas tendencias, no sólo por los cambio en la producción pecuaria, sino también a través de la vinculación de la producción ganadera en el sector de los cultivos que suministra los alimentos balanceados, principalmente cereales y oleaginosas.

Demanda de alimentos balanceados

La demanda de alimentos balanceados por cereales a menudo se ha considerado un elemento dinámico que condiciona el crecimiento de este sector, especialmente en países desarrollados. Sin embargo, en el último tiempo, este dinamismo ha estado ausente, a medida que el crecimiento en la producción pecuaria ha superado con creces la demanda por alimentos balanceados. Un ejemplo de esto es la producción de carne de ave que requiere una cantidad mucho menor de alimentos para su dieta que la producción ganadera.

Conversión alimenticia

Los pollos de engorde son los animales más eficientes para transformar granos en proteína animal, en corto tiempo, con la utilización de poco espacio, agua y energía. El ciclo de producción varía entre 35 y 49 días. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los pollos de engorde tienen una alta eficiencia de conversión alimenticia en comparación con otras aves o ganados. La eficiencia de conversión alimenticia de los  pollos de engorde es de 2; pavos, 2.5; y patos, 2.5. La eficiencia alimenticia depende de muchos factores, incluyendo la edad de las aves, calidad del alimento, duración de la iluminación, etc. Mientras que la carne de vacuno necesita más de 8 kg de alimento por cabeza para obtener 1 kg de peso vivo por cabeza, un rumiante convertirá alrededor de 7 kg de alimento en 1 Kg de carne en un extenso período de tiempo.

Precios de la carne de ave

Los precios pueden variar significativamente dependiendo del tipo de ave, influenciada por los patrones estacionales, costos de los insumos y los costos relativos de las carnes competidoras.

Los costos de producción son muy volátiles. Ellos dependen en gran medida de las características deseadas del producto final (ya sea pollo de un nombre de marca o de baja calidad) y también del precio de los alimentos balanceados (los precios, principalmente de granos), las condiciones climáticas y las líneas genéticas utilizadas. Por lo tanto, varían considerablemente de una región a otra.

Uso eficiente de la energía

En el estudio realizado por David Pimentel, de la Universidad de Cornell en EUA, denominado "Producción pecuaria: insumos de energía y medio ambiente", se observó la trazabililidad de la producción de alimentos de origen animal desde el alimento balanceado a la mesa del consumidor. En éste, se encontró que los pollos de engorde hacen un uso más eficiente de la energía fósil, en contraste está la carne de vacuno que fue la última. La producción de carne de pollo consume energía en una relación de 4:1, en relación a la proteína obtenida, la producción de carne de vacuno requiere un aporte de energía de 54:1, respecto a la proteína obtenida.

Alimento saludable

Sorprendentemente, poco se sabe acerca de la proteína y la salud. Sin embargo, el Instituto de Medicina de la Universidad de Harvard recomienda que los adultos deberían consumir un mínimo de 0.8 gramos de proteína por cada kilogramo de peso corporal por día para llevar una vida más saludable. Además, indica que la mejor opción de proteína animal es la carne de ave. La investigación sugiere que las personas que comen, incluso cantidades moderadas, carne roja tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon, enfermedades al corazón y diabetes. El pollo es una buena fuente de niacina, B-6, B-12, vitamina D, hierro y zinc, que es esencial para mantener un cuerpo sano. El consumo de pollo ayuda a retardar el envejecimiento, ya que el trance mineral de selenio que se encuentra en el pollo es un componente de lucha contra el envejecimiento. También existen pruebas sustanciales que la sustitución de las carnes rojas por carne de ave podría ayudar a prevenir enfermedades cardiacas y diabetes, y podría reducir el riesgo de muerte prematura.

En resumen, desde muchos puntos de vista la carne de pollo es la proteína de origen animal que ofrece más beneficios, desde el aspecto productivo al nutricional. Ya que el ave consume menor cantidad de alimentos con respecto a otros animales, obteniendo una eficiente conversión alimenticia. Además, en comparación con el ganado vacuno, los pollos no liberan metano y emiten menos dióxido de carbono y fosfato que otros animales que se crían para la producción de carne. En tanto, la industria avícola actual ofrece mayor alimento con la menor utilización de tierra. Por último, en el tópico nutricional, la carne de pollo es un producto saludable que ofrece la proteína óptima a un precio accesible.  

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