Esta empresa, fundada por el Sr. Sebastiano Carbone en 1970 en Funza, se ha convertido hoy dĂa en un referente de la industria en Colombia. “El comienzo del trabajo de Italcol en avicultura se puede rastrear hasta la inauguraciĂłn de la planta de GirĂłn, a mediados de los años setenta”, versa su magnĂfica Enciclopedia Visual Italcol 40 años, ganadora de premios. Inicialmente, la empresa se centrĂł en el concentrado para gallinas ponedoras, pero luego siguieron con pollo de engorde y pollitos.
Italcol hoy en dĂa
Desde su fundaciĂłn, hasta finales del siglo pasado, la producciĂłn y venta de alimentos balanceados de Italcol apenas creciĂł para sobrepasar las 200,000 toneladas al año. Fue en este siglo cuando, bajo la guĂa del Dr. Alberto Carbone, se dio el impulso en el crecimiento para llegar a 1 millĂłn de toneladas al año. En este mismo perĂodo, más o menos, tambiĂ©n creciĂł la venta de materias primas a unas 500,000 toneladas, por lo que le vende tanto macro como microingredientes al resto de la industria nacional. Este crecimiento se estructurĂł fundamentado en varios pilares, tales como cobertura y presencia, diversificaciĂłn, integraciĂłn, logĂstica y comercio internacional, formaciĂłn de alianzas estratĂ©gicas y desarrollo de valor agregado.
Italcol es la compañĂa lĂder de importaciones de granos en este momento en Colombia. Aunque el negocio central es el de alimentos balanceados terminados, tiene tambiĂ©n una divisiĂłn de premezclas y microingredientes,
Actualmente, Italcol cuenta con 10 plantas, 8 en Colombia, en: Funza, Barranquilla, GirĂłn, Palmira, Girardota, IbaguĂ©, Palermo y Villavicencio, y 2 de ellas en Panamá y en el Ecuador. No obstante, estas dos Ăşltimas suman no más del 5 por ciento de la compañĂa.
Italcol, que es una compañĂa familiar, mira constantemente hacia el futuro. Hay en proyecto una planta en CĂşcuta, en la frontera con Venezuela, otro al Norte en Yarumal. “En Barranquilla hemos tomado una planta ahora a nuestro cargo y aquĂ en Cundinamarca hemos hecho una planta especializada en huevo”.
Estructura de la industria colombiana
Colombia tiene una producciĂłn total de alimentos balanceados de alrededor de 6 millones de toneladas al año, de las cuales, el 65 por ciento corresponde a alimentos avĂcolas. De esta manera Italcol, con un millĂłn de toneladas, tiene un aproximadamente un 17 por ciento de participaciĂłn en el mercado.
“En Colombia, la industria de balanceados se sostiene porque logra economĂas de escala y eficiencias de sus importaciones, que seguramente las transmite; de otra manera no nos comprarĂan”, nos señala el Dr. Alberto Carbone, Vicepresidente de Italcol. Como bien nos comenta, “no es lo mismo comprar 40 toneladas de metionina al año, que comprar 2,000 toneladas de metionina al año. Son 2 negocios absolutamente diferentes”.
Las compañĂas tienen márgenes muy estrechos, pero se sostienen gracias a los buenos niveles de ventas y a la altĂsima eficiencia en todos sus procesos. En un paĂs en el que hay muchos pequeños productores, además de ser importador, definitivamente hay desventajas con las importaciones de grano, aditivos y demás ingredientes. Como ejemplo, basta con señalar que el mercado de ingredientes locales en Colombia es de alrededor del 27 por ciento de la formulaciĂłn.
El gremio
Los productores colombianos de alimentos balanceados están agremiados en la Cámara de la Industria de Alimentos Balanceados de la Andi (Asociación Nacional de Industriales), además de otra asociación, la Federal (Federación de Fabricantes de Alimentos Balanceados), que es a la que pertenece Italcol.
Colombia es un paĂs que se cocina aparte en muchos aspectos. En todo el mundo hay muchas compañĂas y tendencias que le han dado forma a la industria de alimentos balanceados, pero, como bien señala el Dr. Carbone “es muy importante transmitirle a la gente que la forma como se ha conformado la industria en este paĂs, es muy similar a cĂłmo se ha conformado en paĂses importadores. No hay comparaciĂłn con Brasil, por ejemplo, pues es un paĂs productor de grano”.
En un paĂs importador de grano es necesario hacer volĂşmenes para lograr utilidades. Hay necesidad de traer barcos más grandes, de descargas más rápidas, de realizar convenios y manejar puertos. La logĂstica nacional organizada debe estar organizada y resuelta, tiene que haber sistemas establecidos, es decir, muchas otras cosas de donde se obtiene competitividad.
Integración: más allá de los balanceados
La parte central del negocio de Italcol es el alimento balanceado. No obstante, compañĂas como Italcol, Contegral o Finca tienen tambiĂ©n integraciones. Italcol está integrada en un 22 por ciento. Tienen tambiĂ©n una compañĂa de genĂ©tica avĂcola que se llama San Marino, productora de 7 a 8 millones de pollitos al mes, que representa alrededor del 17 por ciento del mercado nacional, que es de 53 millones de pollos. “Nuestra compañĂa avĂcola, El Madroño obtiene de ahĂ sus pollitos”, dice el Dr. Carbone. “En pollo en canal nosotros producimos de 6 al 7 por ciento del total nacional”.
Paquete de transferencia y conocimiento
Uno de los negocios interesantes que maneja Italcol es el de manejo de 14 plantas de pequeños productores. Es un negocio en el que el esquema en la mayorĂa de los casos es que el dueño pone la mano de obra y la planta, “y nosotros vemos el suministro completo de ingredientes y paquetes nutricionales, le vendemos las premezclas y los ingredientes, le hacemos su formulaciĂłn y si necesita que vayamos hasta el manejo tĂ©cnico, pues nos adentramos en ello”. Este esquema incluye tambiĂ©n el control de calidad, auditorĂa en granjas, capacitaciĂłn en la granja escuela.
“El hilo conductor de nuestro mercadeo es transferencia y conocimiento” señala acertadamente Alberto Carbone, mientras en el fondo escuchamos el bullicio bogotano. “En la granja escuela atienden de 4 a 6 personas a la semana, en donde realizan todo el ciclo de manejo, principalmente enfocado al galponero. Ahà lo capacitan por unas 2 o 3 semanas y luego lo mandan a trabajar. Esto también se aplica a nuestros propios galponeros o a pequeños productores”, nos explica en la entrevista Alejandro Gómez, Gerente de Desarrollo.
Italcol es un grupo de empresas que el año pasado vendiĂł 1,200 millones de dĂłlares, lo cual les da la ventaja competitiva de tener personal de un perfil que permite hacer transferencia de conocimiento. Cada una de las lĂneas de negocios tiene directores tĂ©cnicos, gerentes de venta especializados, todo lo necesario para un servicio integral, completo. “Nuestro negocio es para que a nuestros clientes que les vaya bien”.
Control de calidad
Italcol cuenta con un laboratorio central y uno de apoyo en cada regiĂłn. En el laboratorio central, ubicado en Funza, tienen NIR además de todos los equipos necesarios para hacer pruebas hĂşmedas, para trabajar adecuadamente la formulaciĂłn y las materias primas. Por añadidura, reciben asistencia externa de Nutreco. Hoy en dĂa, “como los análisis son muy exactos, formulamos muy estrictamente, incluso con conceptos como proteĂna ideal y proteĂnas netas. El laboratorio Labicol presta todo el servicio, que incluye microbiologĂa y análisis de agua.
“A nuestros clientes les ofrecemos también kits de laboratorio en aras de que tengan mejores resultados, para que se mantengan en el mercado, y crezcan. De esa manera, nosotros crecemos con ellos” comenta el Sr. Gómez.
El Tratado de Libre Comercio
Alberto Carbone señala: “Hoy en dĂa, el reto nutricional es muy grande con el Tratado de Libre Comercio: debemos lograr combatirlo con costos. La manera de lograrlo es mejores conversiones y mejores resultados tĂ©cnicos. A Colombia le falta un 4 o 5 por ciento por mejorar aĂşn en conversiĂłn alimenticia, comparado con un Bachoco o un San Fernando, que tiene alrededor de 1.6. En Colombia obtenemos los resultados de esas empresas cuando tenemos todo organizado, granjas organizadas, tecnificadas, bien controlado los ambientes, pero la media de nuestros clientes no lo tienen, están todavĂa hablando de parámetros de 1.7”. El potencial del alimento y el potencial de la genĂ©tica ya dan para eso.
Una de las ventajas que tiene Colombia es la mano de obra de bajo costo y de mucha dedicación, que “permite hacer ciertos manejos para mejorar el resultado de campo que un estadounidense no puede hacer. Nuestros galponero son muy dedicado y viven con los pollos, las 24 horas”.
En Italcol están seguros, ya que tienen con qué funcionar ante el Tratado de Libre Comercio. Alejandro Gómez comenta que en la avicultura “hay mucho temor por cuestión de las piezas, como la pierna-pernil o cuarto trasero, que allá no se consumen y se consideran casi desecho y aquà sà tienen valor”. Por otro lado, el colombiano promedio tiene la costumbre de comprar y comer pollo fresco, y también existe mercado de pollo pigmentado, de entre el 10 y el 20 por ciento, que representan desventajas para el pollo importado.
Otro aspecto importante del mercado es el tamaño del pollo. El Dr. Carbone nos señala que “la mayorĂa del pollo en Colombia, tiene un peso promedio de 2.2 kg, mientras que el pollo de EUA es de 2.5 a 3.5 kg. La conformaciĂłn de costos es diferente”.
Lo importante es que en Italcol están conscientes de la situación. De esta manera, el Dr. Carbone asegura que “los productores tenemos que ver qué sigue, motivarnos a la innovación, a la mejora de costos. Pensemos activamente y no pensemos en lamentarnos más”.
Al menos, una cosa es cierta: la firma rápida del Tratado de Libre Comercio les quitó la angustia del qué va a pasar, y ahora sólo resta ponerse a trabajar.