Visión a futuro de la avicultura latinoamericana

El artículo contiene las opiniones de los cinco mayores productores avícolas de Latinoamérica, en voz de sus representantes: Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú, sobre cuáles son los planes a futuro de sus respectivas industrias.

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Celebrar 60 años de una publicación, como lo es Industria Avícola, merece una recopilación de los aspectos históricos, en especial cuando justo han sido estos años los del gran avance de la avicultura, no sólo latinoamericana, sino mundial. Sin embargo, ya hemos hecho este tipo de recopilaciones: ya sabemos cuánto ha avanzado la genética, cómo ha mejorado la ganancia de peso comparada con el tiempo de producción, o cómo ha mejorado la conversión alimenticia. Sabemos además de los grandes avances de la nutrición, la medicina veterinaria y la farmacéutica. Pero, ¿hacia dónde vamos?

Surgió entonces la idea de que en lugar de volver la mirada atrás, cómo ya le hemos hecho otras veces, la volvamos al futuro: ¿qué nos espera?, ¿cuáles son nuestras aspiraciones?, ¿cómo nos vemos nosotros mismos a futuro?

He aquí entonces, la opinión de los 5 grandes latinoamericanos: Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú, en estricto orden alfabético:

Argentina

Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas

Industria avícola argentina: proyección a la exportación

La avicultura industrial Argentina, que ya tiene 54 años, ha tenido en la última década el crecimiento más importante y sostenido en el tiempo de su historia.

Naturalmente, Argentina ha sido un país con una alta disponibilidad de proteína animal, basada por lo general en la carne bovina. También ha sido un jugador mundial en la producción y comercio de trigo y maíz, a lo que debemos agregar en los últimos 25 años la producción y elaboración de la soja, un cultivo que desplazó en el uso de los campos a la ganadería bovina.

La producción de pollos debió ganarse un espacio en el mercado interno, disputando con las exportadoras de cereales por el maíz y con la carne bovina a la que se agregaban los saldos no exportables. En este escenario el consumo de pollos llegó para el año 2002 a 20 kg por habitante año.
Políticas macroeconómicas que facilitaron el desarrollo y la inversión, el incremento de la producción de maíz, la abundancia de soja y la ausencia de crecimiento en el stock ganadero, generaron después de 40 años la oportunidad del gran despegue de crecimiento sectorial, ya que a las inversiones en moderno equipamiento, pudimos ganar espacio en el mercado interno y abordar los mercados internacionales. Elementos básicos que potenciaron el logro de la escala internacional en los frigoríficos de faena. La producción pasó de 740,000 toneladas en 2002 a 2,063,000 toneladas en 2012. El consumo interno creció de 20 kg/h/año a 42 kg y la exportación llegó a 300,000 toneladas, con una facturación de 540 millones de dólares.

El consumo de carnes en Argentina es de 109 kg por habitante/año, de los cuales 58 kg son de carne bovina, 42 kg de pollo y 9 kg de cerdo. Nuestra visión futura es que internamente estamos en un mercado de suma cero, si crece la carne de pollo será en detrimento de las otras carnes y viceversa. Por lo tanto, todo crecimiento en la producción de carnes debe ser proyectado para la exportación.

Nuestro sector tiene su plan de crecimiento al 2017 con un objetivo de 2,500,000 toneladas (+5 por ciento anual) llevando al consumo a 45 kg/h/año y las exportaciones a 500,000 toneladas anuales.

Hoy se exportan productos argentinos a 70 destinos, siendo Venezuela, China, Sudáfrica, Chile, Angola y Medio Oriente los principales mercados. En casi todos los destinos, la participación porcentual de las exportaciones argentinas es de mínima expresión, razón por la cual el mayor crecimiento se dará solo con ampliar el comercio en los destinos actuales.

En materia de inversiones se están construyendo las nuevas granjas totalmente controladas en su ambiente y los frigoríficos exportadores están desarrollando las nuevas plantas para faenas específicas según los destinos.

Inversión, eficiencia, productividad, bioseguridad y fuerte interacción público-privada, son los pilares en los que se asienta un futuro exitoso.

Brasil

Francisco Turra, presidente ejecutivo de la União Brasileira de Avicultura

Avicultura brasileña: mayor rentabilidad con la misma producción

El liderazgo mundial no es por casualidad, y en el caso de la avicultura brasileña han sido décadas de trabajo que le han permitido al país consolidarse como líder mundial en las exportaciones de carne de pollo. La avicultura brasileña generó en 2012 US$8,362 millones con el embarque de 4.138 millones de toneladas de productos avícolas. En el primer semestre de 2013, los embarques de pollo sumaron 1.890 millones de toneladas. Aunque el volumen total sea comparativamente menor al total del mismo período del año pasado (-4.9 por ciento), los ingresos representan un crecimiento del 7.2 por ciento, con un total de US$4,093 millones.

Obviamente esto de más ingresos con menos volumen, no viene de un cambio abrupto del perfil de productos exportados para los más de 150 mercados que Brasil atiende hoy. Las piezas siguen siendo los principales productos embarcados, seguido del pollo entero (ambos representan casi el 90 por ciento de los ingresos totales en los seis primeros meses del año). Hemos visto que ha habido una recuperación tardía del impacto de la crisis de 2012, que en Brasil se agravó por la reducción de la producción de soya, que hizo que se elevaran los precios de la harina en más del 100 por ciento.

Esto no va a cambiar significativamente en el corto plazo. Brasil tiene como estrategia producir de acuerdo con la demanda. En 2013, Ubabef calcula que con los niveles actuales de producción y de alojamiento de pollos y reproductoras, se van a producir entre 12.3 millones y 12.5 millones de toneladas, volumen semejante al de 2012, de 12.6 millones. En el caso de las exportaciones, hay una tendencia natural de aumento de embarques en segundo semestre, lo que hará que se repita o incluso supere el volumen total de 2012, de 3.9 millones de toneladas.

Desde la perspectiva de la recuperación de la rentabilidad, el escenario es favorable. Mientras las exportaciones recuperan el ritmo de embarques con mayores ingresos, el mercado interno se verá presionado por la tradicional elevación del consumo entre julio y diciembre, consecuencia de las fiestas de fin de año.

Pero no es sólo por la relación entre oferta y demanda que la avicultura brasileña quiere expandir la rentabilidad. El enfoque se dirige ahora a una nueva estrategia: la adición de valor a la producción. La idea es incorporar nuevos procesos e invertir en investigación y desarrollo de productos que permitan expandir las utilidades, sin grandes incrementos en el volumen de producción.

Hoy en día, la industria brasileña ya está trabajando muy fuerte en este sentido, especialmente con la adaptación de los productos a las necesidades del cliente, tales como el pollo con certificación halal para Medio Oriente o el kakugiri, para el mercado japonés.

Pero todavía hay mucho por avanzar. El objetivo es abastecer la demanda que surja en los próximos años, especialmente en mercados emergentes como el interno y de otros países que ya son clientes, como China y naciones de Asia y África, además de los nuevos mercados que se abran.

La avicultura de Brasil ya ostenta una posición destacada en el mercado internacional, por su reconocido estándar de calidad (debido a los rígidos controles de proceso y al uso de insumos que garantizan características superiores, como el alimento balanceado de maíz y soya) y de la sanidad (Brasil es uno de los únicos grandes productores y exportadores mundiales sin ningún registro de influenza aviar en su territorio). Además, está la gestión sustentable adoptada por la industria (que produce lejos del Bioma Amazónico, bajo rígidas legislaciones nacionales e internacionales ambientales).

Ahora busca nuevas oportunidades que le permitan complementar las demandas de los mercados, lo que mejora el resultado financiero de las exportaciones sin gravar a los productores de los países importadores. Hay varios factores que nos indican como camino probable la expansión de la comercialización de productos con más etapas de procesamiento. La practicidad de los productos, así como la capacidad de atender las exigencias del consumidor de calidad, sanidad y respeto del medio ambiente, van a guiar los nuevos caminos de la producción y exportación en la avicultura brasileña.

Colombia

Andrés Moncada, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores

Colombia: el mejor alimento para un mejor país

En el 2012, la industria avícola colombiana creció 2.0 por ciento, frente al 3.8 por ciento  del 2011. Las expectativas correspondientes al 2013 señalan una tasa de crecimiento cercana al 3 por ciento para el sector en su conjunto, discriminada de la siguiente manera: huevo, 4.8 por ciento, y pollo, 1.8 por ciento.

En los últimos años, la producción avícola se encuentra en una senda de crecimiento constante.  De los años ochenta a la actualidad, la capacidad productiva ha sido seis veces más grande de lo que se producía en esos años, al pasar de producir 265,193 toneladas en 1980 a 1,748,604 en 2012.

Estas cifras ubican a la avicultura en la principal actividad agropecuaria después de la ganadería. El acelerado crecimiento en el sector en la última década, ha logrado duplicar la producción de carne de pollo y de huevo.

En cuanto a la carne de pollo, en doce años se ha logrado casi duplicar la producción, de 562,744 toneladas en 2000 a 1,112,260 en 2012. Cundinamarca, Santander y Valle del Cauca son las principales regiones en donde se desarrolla esta actividad. Sin embargo, es de resaltar que en los últimos años, se vienen diversificando en otras zonas del país.

En 2012, la producción de huevo reportó 10,600 millones de unidades. Según nuestras proyecciones se espera que para el 2013 alcancemos una cifra récord de 10,900 millones de huevos.

No existe ninguna razón para que el crecimiento sostenido de la avicultura colombiana durante estos 15 años se detenga y las expectativas continúen en la senda del crecimiento. Desde Fenavi, existen cinco razones que lo fundamentan:

  1. El avicultor ha hecho su tarea con juicio, ha realizado inversiones, incorporado tecnología, ganado en productividad, a punto de que los niveles de conversión, tanto en pollo como en huevo están a nivel de los líderes mundiales.
  2. El país viene preparándose en materia sanitaria para lograr exportar, considerando que la mejor defensa a la competencia internacional es salir a los mercados externos.
  3. Las campañas de consumo realizadas destacan los atributos que hacen único e inigualable al pollo y al huevo de nuestro país. Además de la presencia en medios masivos y redes sociales, enseñamos en vivo diversidad de recetas, capacitamos a profesionales de la salud y realizamos alianzas con entidades público - privadas.
  4. En conjunto con las entidades de gobierno, hemos diseñado una agenda de internacionalización en la cual se ha definido los mercados prioritarios y existe una hoja de ruta para cada uno de ellos. Dentro de las zonas más importantes se encuentran: el norte de África, Medio Oriente y Asia Pacífico.
  5. La economía colombiana  tiene una tasa de crecimiento del 4 por ciento, la cual está por encima del promedio mundial y solo superada en Latinoamérica por Perú, Chile y Panamá.

Nuestro reto: el sector avícola es pieza fundamental de la alimentación de los colombianos al punto de que produce la mayor cantidad de proteína, de mejor calidad y a menor costo de los consumidores.

Los datos indican que, hacia el año 2050, existirá alrededor de 9,000 millones de personas para alimentar. Allí nace el compromiso de quienes trabajamos en pro de un mejor alimento.

Según la FAO, más de 800 millones de personas no tienen lo suficiente para comer y la gran mayoría vive en países en vía de desarrollo.

Para alcanzar este objetivo, se requieren verdaderos proyectos con innovación que permitan lograr una seguridad alimentaria sostenible y ese es el camino que la avicultura colombiana ha delineado.

México

Sergio Chávez, presidente ejecutivo de la Unión Nacional de Avicultores

Visión de la avicultura mexicana: plan de desarrollo Avisión 12-24

Luego de haber enfrentado la presencia del virus de alta patogenicidad de Influenza Aviar H7N3, la industria avícola mexicana es hoy en día considerada por el Gobierno de México, como una actividad estratégica a la cual debe "observar de cerca".

Los resultados negativos, que en un año dejó el virus de IA H7N3, no sólo para el sector sino para el plan económico del Gobierno Mexicano, hizo que los gobernantes y diseñadores de las políticas económicas, activarán los "planes de emergencia", buscando siempre que los productos avícolas: huevo y pollo, llegarán a las mesas de los consumidores a un bajo precio.

Las circunstancias de la emergencia sanitaria nos han llevado a mesas de diálogo constante y permanente con las autoridades del más alto nivel; y que por fortuna ahora conocen más de nuestro sector y de la importancia que representa para la socio-economía del país.

No obstante lo anterior, las medidas tomadas por el Gobierno que pretenden mantener a cualquier costo una inflación baja, lo llevaron a abrir las puertas para que se pueda importar huevo fresco o pollo de los países con los que México no tiene acuerdos comerciales.

Para los avicultores, estas decisiones no son las mejores, ya que en el largo plazo ponen en riesgo a las industriales nacionales de huevo y pollo, sobre todo por el hecho de que la avicultura mantiene su propósito fundamental: producir los alimentos que el consumidor mexicano requiere para cubrir sus necesidades elementales de alimentación y nutrición.

A lo largo del tiempo, la avicultura mexicana ha demostrado su fortaleza, madurez y compromiso para salir adelante. Y estos eventos sanitarios de 2012 y 2013, no serán la excepción.

De ahí que una vez superada la emergencia sanitaria, el plan de desarrollo sectorial seguirá su curso. Nosotros lo llamamos Avisión 12-24, el cual considera siete ejes rectores:

  1. Compromisos por la salud humana: del campo a la mesa.
  2. Compromisos por la productividad: reducción de costos de producción.
  3. Compromisos por la modernización: desarrollo de productos alimenticios con alto valor agregado.
  4. Compromisos con la sustentabilidad: preservación del medio ambiente.
  5. Compromisos con la exportación: incursión y posicionamiento en nuevos mercados.
  6. Compromisos por la sanidad: protocolos sanitarios de vanguardia.
  7. Financiamiento para el crecimiento.

Los avicultores de México estamos seguros y confiados en que pronto saldremos de esta crisis sanitaria por la que atravesamos, para ello argumentamos lo siguiente: la vacuna para combatir el virus IA H7N3 ha demostrado su efectividad; la repoblación de las aves sacrificadas en el 2012, así como las correspondientes a los pequeños brotes de 2013, está llegando al 100 por ciento; los datos nos indican que pese a lo anterior, la industria continúa creciendo tanto en la producción de huevo (6.7 por ciento), como en pollo (1.5 por ciento); se mantiene el deseo por parte de las empresas mexicanas por incursionar en los mercados internacionales.

Perú

José Vera Vargas, presidente de la Asociación Peruana de Avicultura

Hacia una avicultura peruana de clase mundial

Este 2013 la Asociación Peruana de Avicultura cumple 75 años de vida institucional, y a lo largo de este tiempo, hemos trabajado proactivamente en el desarrollo de la competitividad del sector para brindar alimentos sanos, nutritivos y accesibles, y ser así una de las principales fuentes de proteínas de nuestra población.

En la actualidad podemos decir que esta meta se ha cumplido, del total de proteínas que consumen los peruanos, el 56 por ciento proviene de la carne de pollo. De igual modo, con un consumo per cápita de 39 kilos de pollo al año y una producción en constante crecimiento que bordea los 583 millones de pollos, somos uno de los 20 principales productores avícolas del mundo.

La notable participación en la dieta nacional es una muestra del rol fundamental que cumple la avicultura en la alimentación. Cuya presencia es indispensable en la formación y crecimiento saludable de la población, desde pequeños hasta adultos, lo cual demuestra el importante papel que cumplimos en el desarrollo del país.

Es en este rol en el que estamos enfocados todos los miembros de la cadena productiva avícola, desde el papel que nos toca desempeñar desde nuestras empresas, hasta el  nivel de gremio como un espacio de trabajo conjunto en temas transversales al sector y en articulación con el Estado, en un formato de alianza público privada, teniendo como fin el bien común en un marco de confianza y empatía. Creemos firmemente en este modelo de trabajo.

En el contexto de un mundo globalizado con el país creciendo sostenidamente, al sector avícola se le presenta mayores retos en el camino de alcanzar una avicultura de clase mundial que brinde los mejores productos al Perú y al mundo. Es así que reafirmamos el compromiso asumido hace 75 años de seguir promoviendo el rol que tiene cada uno de los actores en la cadena productiva a través de acciones y principios que beneficien la salud, nutrición y bienestar de la población.

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