El mercado del maíz: una nueva realidad en 2015

El mercado del maíz presenta una nueva realidad para este 2015, pues hay factores como la participación de EUA en el mercado del maíz, la reubicación de la demanda, el etanol y el precio del dólar que podrán determinar la dirección que habrá de seguir.

Foto cortesía de karlnaundorf | BigStockPhoto.com | La habilidad de pronosticar los mercados de granos, como el maíz, y realizar compras y/o tomar coberturas, puede marcar la diferencia para que el avicultor gane o pierda dinero.
Foto cortesía de karlnaundorf | BigStockPhoto.com | La habilidad de
pronosticar los mercados de granos, como el maíz, y realizar compras y/o tomar coberturas, puede marcar la diferencia para que el avicultor gane o pierda dinero.

Al ser el alimento balanceado el insumo más importante para la producción de pollo y huevo, la habilidad de pronosticar los mercados de granos, particularmente el maíz, y así realizar compras y/o tomar coberturas en las mejores condiciones puede marcar la diferencia para que el avicultor gane o pierda dinero. Sin embargo, en los últimos años los pronósticos de los precios se han vuelto menos acertados debido a la cada vez mayor volatilidad en los mercados (véase gráfica 1): en los diez años entre 1985/86 y 1994/95, la diferencia entre la cotización promedio anual más alta y más baja del maíz en el mercado estadounidense fue de 53.8 por ciento. Durante los diez años siguientes, la diferencia entre las cotizaciones más alta y más baja aumentó a 85 por ciento; en los últimos 10 años, como reflejo de la mayor volatilidad en los mercados, la diferencia creció a 167.7 por ciento.

Típicamente, se ha buscado explicar los movimientos en el mercado debidos a cambios en la producción. En efecto, como era de esperarse, ha habido variaciones anuales en la producción de maíz; debido a la inelasticidad de la demanda, las variaciones en la producción eran menores que las de los precios. Sin embargo, mientras durante los últimos 30 años se mostraba cada vez una mayor volatilidad en las cotizaciones de los precios del grano, las variaciones entre la producción más alta y más baja en las mismas décadas eran relativamente constantes: 32.9 por ciento, 36.3 por ciento y 35 por ciento, respectivamente.

Lo anterior apunta a que hay otros factores, inclusive más importantes, que impactan al mercado; o sea que el mercado se desenvuelve dentro de una nueva realidad. El conocimiento de éstos, permite al avicultor entender mejor la complejidad del mercado en la cual opera y mejora la toma de decisiones.

Reducción de la participación de EUA

En su momento, EUA desempeñó un papel predominante en el mercado de granos. Sin embargo, paulatinamente ha venido reduciendo su participación en el mercado (véase la gráfica 2). Durante los últimos 30 años, hubo varios años en los cuales la producción del maíz en aquel país llegó a representar más del 40 por ciento de la producción mundial. Hoy en día, se estima que la participación de EUA en la producción mundial del maíz en “apenas” del 36 por ciento, amén de que sigue siendo el mayor productor del grano en el mundo. Es importante señalar que no es que la producción del maíz en la Unión Americana no haya crecido, sino que ha crecido más en otros países. Mientras que por ejemplo, la producción del grano en los EUA creció en 60.2 por ciento durante los últimos 30 años, la producción de China creció en 137.6 por ciento y la de Brasil en 170.1 por ciento.

En términos de la participación en el comercio internacional, ha sido aún más marcada la reducción de la participación de EUA. Durante los últimos 30 años, hubo varios años en los cuales la participación en las exportaciones mundiales del aquel país llegó a representar más de 80 por ciento del total mundial del maíz; para 2014/15 se estima que las exportaciones han bajado para representar apenas el 54.5 por ciento del comercio internacional del grano. De nuevo, no es que EUA propiamente haya reducido la cantidad exportada, sino que entraron nuevas exportadores como por ejemplo Brasil y Ucrania, igual que otros que han estado en el mercado, como Argentina, que aumentaron la cantidad de las exportaciones en una relación mayor que las de EUA.

Reubicación de la demanda

Durante las últimas dos décadas, la economía mundial se ha caracterizado por el mayor dinamismo de los países en desarrollo frente al de los países desarrollados. De 1990 al 1999, mientras que los países desarrollados registraron una tasa de crecimiento promedio del 2.8 por ciento, los países en desarrollo crecieron 3.7 por ciento en promedio al año. Esta diferencia se ensanchó durante los primeros 10 años del siglo actual, ya que la tasa anual promedio de crecimiento de los países desarrollados decreció a 1.7 por ciento, mientras que la de los países en desarrollo creció a 6.2 por ciento de promedio anual. Esta diferencia se ha mantenido durante los últimos cinco años. Debido al mayor crecimiento relativo de los países en desarrollo, según datos del Fondo Monetario Internacional, el producto interno bruto (PIB) de los países en desarrollo pasó de representar la cuarta parte del PIB de los países desarrollados en 1990 a un estimado del 67 por ciento del PIB de los países en desarrollo en 2015. De esta manera, el crecimiento de aquellos países se ha convertido en el motor del crecimiento económico mundial.

De igual manera que aquellos países se han convertido en el motor del crecimiento económico mundial, se han convertido también en un factor clave para la demanda de granos. Es bien conocido que el mayor crecimiento económico está relacionado con un mayor consumo de proteína animal. No obstante que, en parte, la mayor demanda de proteína animal se satisface al incrementar las importaciones de carnes, esos países han buscado incrementar la producción interna de carnes, la cual se tradujo en mayor demanda, y así, también han aumentado las mayores importaciones de granos. Hace 30 años, las importaciones de maíz de los países en desarrollo representaron el 65.3 por ciento de todas las importaciones de maíz. Hoy en día, reflejo del mayor dinamismo de esas economías, las importaciones de maíz representan más del 90 por ciento de las importaciones mundiales.

Energía y etanol

La industria avícola siempre sabía que el maíz era fuente de energía. Lo que cambió la dinámica del mercado fue el uso cada vez mayor del maíz para la elaboración del etanol. Hasta principios de este siglo, el uso del maíz en EUA para la elaboración del etanol nunca pasaba del siete por ciento de la producción total del grano. A partir de 2001/02 empieza a crecer la desviación del maíz para elaborar etanol en forma prácticamente exponencial, para llegar, según cifras del USDA, hasta representar el 43.2 por ciento de la producción del grano en aquel país en 2012/13.

Es importante señalar que el desarrollo del mercado de biocombustibles, o sea, la elaboración de combustibles a través de recursos naturales renovables, como es el caso del maíz para etanol, refleja decisiones de índole política y no propiamente de las fuerzas del mercado, lo que así crea un elemento de incertidumbre en el mercado. No obstante el factor político, la creciente utilización del maíz para etanol ha ligado el mercado del maíz al mercado energético, particularmente al precio del petróleo. O sea, ya los movimientos del precio del petróleo pueden impactar casi tanto como la demanda de alimentos balanceados en las cotizaciones del grano (véase la gráfica 3).

Precio del dólar

A pesar de la contracción de la participación de EUA en el mercado internacional, el maíz sigue cotizándose en dólares, igual que otros productos primarios (commodities). Aunque pueda parecer extraño, el valor del dólar también se rige por fuerzas del mercado y decisiones políticas, o sea, el valor del dólar no es constante, sino más bien fluctúa. De esta forma, el valor nominal de los productos que se cotizan en dólares se mueve de manera inversa al valor del dólar. Por ejemplo, cuando el dólar es “barato” se necesitan más dólares para adquirir el producto, o sea el precio se vuelve más caro. De manera contraria, al fortalecerse el valor del dólar, se necesitan menos dólares, lo cual hace que el precio sea más bajo. Durante un periodo largo, el dólar mostraba cierta estabilidad; incluso durante la época de alta inflación en EUA, la cotización del dólar no se caracterizaba por grandes fluctuaciones. Fue más bien a principios del presente siglo cuando el dólar empezó a mostrar grandes fluctuaciones, lo que así contribuyó a la volatilidad de los mercados de productos primarios, como el maíz.

Cuatro factores que explican el mercado

El año pasado, los precios del maíz realizaron una contracción sensible, incluso más allá de lo que se hubiera esperado por el crecimiento de la producción. El conjunto de los otros cuatro factores, más bien, explican la mayor contracción que los pronósticos en los precios del maíz. Si bien entre 2012/13 y 2013/14 creció la producción en EUA para llegar a los 361.1 millones de toneladas, la producción en el  el resto del mundo aumentó. Según estimaciones del USDA, fue de 627 millones de toneladas, o sea  el 73 por ciento de la producción mundial. Al mismo tiempo que venía en aumento la producción, el dólar empezó a revaluarse. Frente el euro, por ejemplo, de agosto de 2014 hasta de enero de este año el dólar incrementó su valor en 14.5 por ciento, lo que es otro factor que deprimió los precios. 

Para las economías en desarrollo, y particularmente la china, 2014 señaló el inicio de una desaceleración en la tasa de crecimiento. Aunado a esto, dos de las tres economías de los entes desarrollados más importantes, Japón y la Unión Europea, están prácticamente estancadas. La combinación de la desaceleración del crecimiento de los países en desarrollo y la situación precaria de las economías japonesas y europeas debilitaron la demanda. Por si lo anterior no fuera suficiente, el crecimiento de la demanda de maíz para la elaboración etanol se ha estabilizado; su impacto en los precios ya es marginal. A la vez, la caída en los precios del petróleo se traduce en una menor demanda de maíz para elaborar etanol.

Lo que podemos esperar en 2015

De acuerdo con lo señalado, es más complejo el análisis del mercado. No obstante, los cuatro factores arriba identificados pueden indicar la dirección que puede tomar el mercado este año. 

En lo que se refiere a la producción mundial, Rabobank espera que la producción suramericana se contraiga, específicamente la de Argentina, en 3 millones de toneladas y que la de Brasil sea cuatro millones menor. Igualmente, no se anticipa que la producción vuelva a crecer en EUA. Si bien no se esperan que repunte la tasa de crecimiento de las economías en desarrollo, la caída del precio el año pasado estimula la demanda, la cual, de nuevo según Rabobank, se proyecta que crezca en dos por ciento. El precio del petróleo, según muchos analistas, difícilmente puede bajar más e incluso algunos esperan que suba este año, lo cual quita la presión hacia la baja al precio del maíz. En lo que se refiere al dólar, los analistas esperan que la apreciación sea mínima en lo que resta de este año. Al tomar en cuenta lo anterior, se espera que el precio pueda bajar marginalmente en la primera parte del año, para luego repuntar en el segundo semestre y terminar 2015 entre cuatro a seis por ciento del cierre de 2014.

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