De los excedentes de la cosecha argentina de maíz amarillo duro 2014/2015, están disponibles desde finales de abril para su venta en el exterior 3.5 millones de toneladas, los cuales se suman a los ocho millones de toneladas que los ministerios de Economía y de Agricultura habían autorizado en diciembre pasado para que fueran exportados.
En un comunicado, el Palacio de Hacienda argentino indicó que la medida está en línea “con la política de que todo excedente por sobre las necesidades de consumo del mercado interno será destinado a la exportación”. El boletín señala igualmente que la ampliación de la exportación de ese cereal fue “consensuada y establecida con los diferentes eslabones de la cadena de valor, en el marco del diálogo abierto entre los ministerios de Economía y de Agricultura, en el cual se analiza permanentemente el desempeño del sector”.
De acuerdo con IProfesional de Buenos Aires, productores y exportadores de maíz habían manifestado su preocupación desde comienzo de año ante la falta de definición de un nuevo cupo para la exportación de maíz, cuando aún quedaba un margen de al menos 5 millones de toneladas para su venta al exterior, que podrían representar un ingreso de 840 millones de dólares en poco tiempo.
Los cálculos del sector indican que con una producción de maíz 2014/2015 de entre 23 y 24 millones de toneladas, un consumo interno de 10 millones y una única apertura de exportación de 8 millones (completamente vendido antes de que concluyera ese mes), quedaban holgadamente no menos de 5 millones de toneladas para ampliar el cupo de maíz.
Ante esta realidad, la Sociedad Rural Argentina (SRA) opinó en un comunicado que con las cuotas a la comercialización del maíz, “el Gobierno sigue beneficiando a los compradores y no a los productores. Desde que en 2008 se extendió al maíz el nocivo sistema de cupos a la exportación, los productores argentinos de ese cereal han dejado de percibir un total de 2,164 millones de dólares que han ido a parar a otros eslabones de la cadena comercial”.
