Durante la visita a comienzos de junio de la presidenta brasileña Dilma Rousseff a su homólogo mexicano, la delegación suramericana expuso que la Secretaría de Agricultura de México obstaculiza la importación de carne de pollo de Brasil al retrasar la certificación de plantas brasileñas para que puedan vender su producto en este mercado norteño.
La información fue publicada por Info-Rural, medio que citó a Ricardo Santin, vicepresidente de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), quien expresó que “México abrió un cupo anual de importación en mayo del 2013 de hasta 300,000 toneladas de carne de pollo, con arancel cero, con lo que las firmas brasileñas tendrían la ventaja de evitar el arancel de 208 por ciento que aplican las aduanas mexicanas fuera de ese cupo”.
Siguió alegando el dirigente gremial, comentando que “las compañías avícolas de Brasil recibieron positivamente la oportunidad, pero sus cuentas iniciales no se hicieron realidad: las exportaciones brasileñas de carne de aves a México fueron por 293 toneladas en el 2013 y en el 2014 por 12,644 toneladas. Podríamos vender 300,000 toneladas a México sin problema alguno. ¿Por qué no lo hacemos? Porque falta una habilitación en las plantas. El gobierno mexicano tiene que autorizar más fábricas”.
Brasil es el mayor exportador de carne de aves del mundo, con 7,050 millones de dólares vendidos en 2014, seguido por Estados Unidos con 4,940 millones de dólares. Santin argumentó que Brasil “tiene garantía sanitaria, por eso exportamos el año pasado 4.1 millones de toneladas de carne de pollo a 157 países, abarcando 37 por ciento del mercado mundial”.
Al ser consultado sobre ese particular, el Secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, comentó que “no estamos exentos de pecados, yo abrí las cuotas para pollo y la cantidad de pollo brasileño que ha llegado al país es muy limitada (…) También nosotros tenemos que transparentar la manera cómo hacemos comercio”, atenuando lo anterior diciendo que “al menos una de las plantas autorizadas para exportar carne de pollo al mercado mexicano tiene conflicto de interés, dado que también produce en México”.
