Más soya y maíz de Argentina para más proteína animal

Con los recursos agrícolas que tiene, Argentina podría convertirse en una potencia productora de pollo, junto con Brasil.

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El piso de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se divide en compradores y vendedores, aunque no hace falta identificarse como tal. | Benjamín Ruiz
El piso de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se divide en compradores y vendedores, aunque no hace falta identificarse como tal. | Benjamín Ruiz

Argentina es uno de los tres mayores productores mundiales de soya y el principal exportador de su harina y aceite.

“Lo que sucede aquí, tiene impacto a nivel de todo el mundo”, dice Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

En los últimos años, en este país la soya ha sido el producto agrícola que más ha crecido en área sembrada y en producción, debido a la mayor demanda en el mundo, a que los precios relativos han sido favorables y porque en los últimos años, “Las medidas de política económica agropecuaria no eran favorables para la producción de maíz o trigo”.

En este último año agrícola, se había sembrado una superficie casi récord de soya y maíz, pero por desgracia, debido a problemas climáticos se perdió buena parte o bajó el rendimiento. Se calcula que la producción de soya sea de 56 millones de toneladas – aunque se esperaban al menos 60 millones – y de maíz alrededor de 25 millones de toneladas.

Si bien, se incrementó la superficie sembrada de maíz, no fue lo esperado.

“El mercado potencial del maíz en Argentina es mucho más grande que el que tiene hoy”, comenta Costa.

'lo Que Sucede Aquí En Argentina, Tiene Impacto A Nivel De Todo El Mundo', Dice Ramiro Costa, Economista Jefe De La Bolsa De Cereales De Buenos Aires | Benjamín Ruiz

"Lo que sucede aquí en Argentina, tiene impacto a nivel de todo el mundo", dice Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. | Benjamín Ruiz.

Política agrícola

A finales de diciembre pasado hubo un cambio de política agropecuaria en Argentina. Fundamentalmente, fue la eliminación de los derechos y cupos de exportación. Solo la soya, que conserva el 30 por ciento de retenciones, tiene una reducción escalonada de 5 puntos al año.

Por este motivo, han ganado competitividad el trigo y el maíz y se espera un fuerte incremento para el próximo año agrícola, aunque quizás, caiga algo la soya.

Al penalizar la exportación se penaliza la producción. De esta forma, ahora es un gran incentivo no tener más impuestos y evitar la sobreoferta en el mercado nacional que ocasionaba precios internos menores.

Argentina seguirá siendo un gran productor y exportador de los dos productos, porque la demanda interna, aunque es importante, no logra captar todo lo que se produce.

Competitividad

Argentina es muy competitiva. Se aplican las mejores técnicas que hay en el mundo. En algunos casos es el país líder, como con la siembra directa, que es muy positiva para el medio ambiente y el suelo. Costa estima que van a volver a traer mejores paquetes tecnológicos, lo que dará incrementos en el área cultivada y en los rendimientos.

De esta forma, este país quizás esté frente a unos años de muy buenos niveles de producción, respecto a los anteriores, lo cual implica más exportaciones.

Estar al sur del sur

El costo del flete naturalmente es un inconveniente para aquellos que estén más alejados. Pero, como menciona Costa, el petróleo barato facilita o reduce esa brecha.

Esta condición obliga a ser más competitivos aun. Necesitan, “Tener mayores economías de escala, mayores niveles de productividad total, niveles de eficiencia productiva muy altos, para compensar esa desventaja logística”.

Habrá que recordar que Argentina presenta el beneficio de que la producción está muy cercana de la zona portuaria. El 70 a 75 por ciento de la producción de maíz y soya está a menos de 500 kilómetros de puertos en el río Paraná. El transporte marítimo o fluvial es mucho más económico que el de ferrocarril o de transporte terrestre.

¿Seguirá Argentina con su misma posición?

Es muy probable que en harina y aceite de soya mantenga la posición de liderazgo mundial. Va a depender de lo que hagan los competidores. La producción argentina seguirá en aumento, pero será un crecimiento vegetativo o tecnológico. No obstante, Costa duda que haya mucho para ganar en esos mercados: “Tiene mucho para ganar en el caso de los cereales”.

Los argentinos puede producir mucho más maíz, con miras a la demanda externa, lo cual implica ganar más participación en el mercado. El consumo interno de maíz es alto, creciente por el etanol, pero tiene un techo. Todo lo adicional se va orientar al comercio exterior.

“Creo que Argentina tiene chance de ganar mercados internacionales y tener una mejor participación en el mercado de cereales”, dice Costa.

El vecino Brasil

“Uno puede ver a Brasil como competencia o como complemento de Argentina, en función de que somos dos grandes exportadores en el mismo momento del año para el resto del mundo”, comenta el economista jefe de la Bolsa de Cereales.

Pero, no debemos perder de vista que este país austral tiene una gran dependencia de la economía brasileña.

“Si a la economía de Brasil le va mal, a Argentina no le va bien”, dice Costa.

Es evidente que a este país le favorece un Brasil que crezca y que tenga un buen desarrollo económico, político y social.

Valor agregado para la soya y el maíz

Pero además de producir más maíz y soya para exportar, está la oportunidad de darle valor agregado a esos granos – como han hecho en Brasil – y convertirse en grandes exportadores de pollo. Por definición, este país tiene costos de alimentos balanceados más baratos que los de la competencia. Los países importadores de materias primas, tienen que pagar fletes, aranceles de importación y el segundo flete del puerto de importación a la planta de producción de alimentos avícolas.

Una inversión en producción animal implica ciclos más largos, aunque no tanto en avicultura. Cuando se den los procesos de inversión – que requieren estudios, análisis y tiempos – Argentina será uno de los grandes futuros proveedores de proteína animal del mundo.

“Esto va a implicar que como gobierno, como país, se trabaje mucho en su inserción internacional, en negociaciones comerciales, bilaterales, multilaterales o regionales, para lograr colocar su mercadería”, señala Costa.

Argentina está empezando nuevos ciclos de crecimiento, que sin lugar a dudas la volverán un referente mundial de mayores cantidades y que va a ser de beneficio para todos.

 

Una rueda de mercado de futuros en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires

Entramos a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para ser testigos de una rueda de mercado de futuros. Los operadores tratan de asegurar su precio con entrega posdatada ante un mercado que se caracteriza por una extrema volatilidad. En este mercado voceado –como se le denomina–, cada operador tiene sus propios gestos. Con garantías de cumplimiento de operación, a viva voz gritan y exponen su posición compradora o vendedora.

Pasan los minutos y se caldean los ánimos. El piso se divide en compradores y vendedores, aunque no hace falta identificarse como tal: todos son operadores. Hay aproximadamente cuarenta de ellos que compran o venden el producto, de acuerdo a sus necesidades. Es similar al mercado de Chicago. La característica de estos mercados es que, una vez hecha la operación, el responsable del cumplimiento pasa a ser una sociedad anónima.

“Si fuese un productor avícola, yo podría comprar el maíz a un precio que considere razonable, el que voy a necesitar para abril del año que viene. Entonces, al menos, yo ya tengo puesto el precio techo, del valor al que quiero comprar la mercadería”, nos explica Omar Carulias, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

El grano que en ese momento comercializan aún no está cosechado. Quizás esté aún por decidirse la siembra, es decir, cuando el agricultor coseche ya está comprometido para entregar.

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