Termina en España la campaña “El huevo, de etiqueta”

Después de dos años de trabajo y 1.1 millones de euros, se dio por terminada ayer en Madrid, España la campaña "El huevo, de etiqueta", única en su tipo en la Comunidad Europea.

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La campaña “El huevo, de etiqueta” ha puesto cara a los profesionales que cada día ponen a disposición del consumidor huevos frescos, seguros y sanos: Mar Fernández y Medín de Vega, directora y presidente de Inprovo en España. | Foto cortesía de Inprovo
La campaña “El huevo, de etiqueta” ha puesto cara a los profesionales que cada día ponen a disposición del consumidor huevos frescos, seguros y sanos: Mar Fernández y Medín de Vega, directora y presidente de Inprovo en España. | Foto cortesía de Inprovo

“La industria del huevo ha sido víctima pasiva de las noticias”, dijo anoche Medín de Vega, presidente de Inprovo de España, la organización interprofesional del huevo y sus productos. “Detrás de las crisis se ocultaba la realidad. Había que hablar de nosotros”, de la industria avícola productora de huevo, y “había que conectar ambos extremos de la cadena: productores y consumidores”.

Por ello, durante dos años de intenso trabajo se llevó a cabo la campaña de información “El huevo, de etiqueta”, desarrollada por Inprovo y cofinanciada por la Unión Europea y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España. El día de ayer, la campaña, llegó a su fin. En este tiempo, los productores y profesionales del sector recorrieron toda España para explicar cómo se producen los huevos de gallina en la UE y las elevadas exigencias del modelo europeo.

Con el objetivo de producir cada día mejor y al darse cuenta de que no se facilitaba la transparencia en la industria, los productores españoles de huevo pusieron manos a la obra. Para ello, como dijo de Vega, hubo muchos aciertos, para empezar con el nombre de la campaña: había que sacar al huevo de la nevera, darle la importancia que tiene como alimento, de su origen, trazabilidad, garantía y de que es un alimento “de marca”.

El “Huevómetro”

En 2014, Inprovo realizó la encuesta “Huevómetro”, para medir el conocimiento de los españoles sobre el marcado y etiquetado del huevo. Esto mostró que la mayoría relacionaba de forma errónea el código de la cáscara con la fecha de consumo preferente y tan sólo un 2 por ciento lo identificaba de forma correcta con el sistema de producción y la granja de la que procede el huevo. La encuesta también mostraba que los productores son una de las fuentes más confiables de información para los españoles.

El objetivo de la campaña “El huevo, de etiqueta” fue que los profesionales del sector explicaran las características del modelo europeo de producción, el significado del código impreso en la cáscara y el etiquetado, y cómo se garantiza que los huevos que llegan al mercado son de calidad, frescos e inocuos.

El sector español de productores de huevo ha sido pionero en la implantación de normas sobre bienestar y sanidad animal, inocuidad alimentaria y medio ambiente.

“Los productores europeos aplicamos desde hace años el modelo más exigente del mundo. Si no lo contamos nosotros, nadie imagina que para poner un huevo en el mercado aplicamos más de 70 normas”, dijo de Vega.

Los resultados

Con esta campaña se pretende que los españoles sean conscientes del esfuerzo que hay detrás de cada huevo que consumen. Dos años después, la campaña de información muestra que ha aumentado el porcentaje de consumidores que conoce el significado del código (11.3 por ciento en 2014 a 26.4 por ciento en 2016), aunque el número de personas que lo interpreta correctamente sólo creció del 2 por ciento al 3.4 por ciento. 

En 2014 un 70 por ciento de los encuestados relacionaba el código con el sistema de producción o la granja de origen. Hoy en día, ese porcentaje ha aumentado hasta el 76 por ciento. Por otra parte, un 40 por ciento de españoles ya sabe que existen normas que garantizan la sustentabilidad de la producción de huevos, frente al 29 por ciento de 2014.

“El huevo, de etiqueta” tuvo un presupuesto de €1.1 millones. Fue la única campaña aprobada por la Unión Europea para España en esa convocatoria de ayudas a la promoción, y la única que ha explicado la producción y el etiquetado del huevo comunitario. 

Cabe mencionar que, después de la entrada en vigor de la obligación de marcar cada huevo en 2004, Inprovo ya había realizado una campaña informativa.

Los productores, protagonistas de la campaña

“Había que salir de la zona de confort y ser protagonistas de la campaña, explicar lo que hacemos”, dijo de Vega.

En el camino que recorre el huevo desde la granja a la mesa intervienen muchos profesionales: productores, granjeros, veterinarios, nutricionistas, técnicos de calidad, entre otros. Todos ellos fueron los protagonistas de la campaña en la participación de más de 100 encuentros informativos en todo el país con consumidores, estudiantes y medios de comunicación a los que han explicado su trabajo en las granjas y centros de embalaje, las garantías que el modelo europeo ofrece al consumidor y cómo interpretar el marcado y etiquetado del huevo para realizar una compra informada. 

Dice de Vega: “parece mentira que un código de etiqueta dé tanto, de la importancia de la forma de producir, de cómo dar confianza al consumidor”.

“El huevo, de etiqueta” explica a los consumidores el significado del código impreso en la cáscara y de la información del etiquetado, el cual permite la trazabilidad del producto (herramienta de control de la inocuidad alimentaria para productores y autoridades) y ayuda al consumidor a elegir el que mejor se ajuste a sus preferencias en cada momento. 

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