La provincia argentina de Entre Ríos concentra el 56 por ciento de las granjas avícolas del país y según indican desde el Ministerio de Producción provincial, aporta el 70 por ciento de las exportaciones de carne aviar. Asimismo representa un lugar preponderante en la producción de huevos para consumo familiar e industrial, según informó el medio de comunicación Uno.
No obstante, estas relevantes cifras se están viendo amenazadas, según el titular del mencionado despacho, Carlos Schepens, quien admitió que, “En la actualidad la coyuntura para este sector es más complicada, fundamentalmente por la quita de las retenciones al maíz, principal insumo para la alimentación de las aves, y por el fuerte aumento en las tarifas de electricidad y gas”.
Su observación fue respaldada por el empresario avícola Héctor Motta al explicar los efectos que para su rubro acarreó dicho sinceramiento de la economía gaucha: Entre octubre de 2015 y junio de este año la soja subió un 78.26 por ciento; el maíz un 117.39 por ciento; los combustibles tuvieron un incremento del 42.97 por ciento; la electricidad un 507.69 por ciento; los salarios y cargas sociales aumentaron un 44.23 por ciento y el costo de teléfono subió un 186.14 por ciento. En tanto, el precio del pollo tuvo un incremento del 12.76 por ciento y los huevos un 25.96 por ciento. Frente a la notoria pérdida de rentabilidad, las exportaciones cayeron debido a que no pueden competir con los valores internacionales y existe el riesgo de que se importe pollo de Brasil”.
Denunció Motta que, “Ya está entrando carne de cerdo e incluso pechugas de pollo para ser reelaboradas acá. Hay que cerrar la frontera para que no ingresen otros productos que nos compitan deslealmente”, recordando que este tipo de medidas se tomaron en el arranque del kirchnerismo (comienzos del presente siglo). Sergio Vereda, secretario gremial del Sindicato de la Carne, manifestó también que se han visto pechugas de Brasil en supermercados de la provincia de Buenos Aires.
En referencia a las medidas que habría que tomar para revertir la situación, los quejosos proponen, “Además del cierre de frontera para evitar la importación de pollo, transitoriamente habría que agregar un reintegro en las exportaciones. También una reducción de impuestos en aquellos productos que se estén exportando, y de ser posible habría que considerar algún tipo de subsidio en la energía y en los altos costos para que no se siga deteriorando la rentabilidad, así como una quita en las prestaciones laborales".
