Frisby, la principal cadena dedicada a la venta de pollo frito en Colombia con 211 restaurantes, facturó en 2015 más de 265,000 millones de pesos (COL) (USD 88.4 millones), un incremento del 16 por ciento frente a 2014, y espera concluir la presente vigencia con un aumento en las ventas que oscilaría entre el 18 y el 20 por ciento.
Para lograrlo, su gerente general, Francisco Guzmán, explicó al diario La República su actual política corporativa de nuevas aperturas de restaurantes: “Estamos enfocados hacia una estrategia de tener aperturas en poblaciones pequeñas, entre 70,000 y 100,000 habitantes, pero con mercados de consumo interesantes. Los nuevos puntos de venta que abrimos en Florencia, Leticia, Apartadó, Riohacha y Calarcá han llenado nuestros expectativas”.
Según reseñó el impreso, “En lo corrido del año, Frisby ha abierto diez restaurantes y espera terminar 2016 con un total de 24 puntos nuevos, lo que lleva a la firma a concretar uno de los años de mayores aperturas, pese al menor crecimiento de la economía y a la contracción de la demanda”.
El empresario anunció que para el segundo semestre se dará apertura a nuevas sucursales en otras ciudades intermedias, no capitales de departamento, como Fusagasugá, Ocaña y poblaciones del llamado Eje Cafetero.
“Estas ciudades son actores económicos importantes, con potenciales muy buenos, y se están dando desarrollos en los cuales la organización puede atender porque tiene una capacidad logística”, dijo Guzmán, quien explicó que eso no implica frenar la expansión en grandes ciudades: “Seguimos abriendo restaurantes en Bogotá, Barranquilla, Pereira, Cali y otras capitales. Es un esfuerzo grande en generación de empleo, en franquicias. Ya la marca, todo el conglomerado, genera más de 3,200 empleos directos”.
El gerente general de Frisby añadió que la inversión en estas aperturas durante 2016 será de 11,000 millones de pesos (USD 3.7 millones).
“También se está haciendo una inversión importante en remodelación de restaurantes y en la culminación de la cuarta fase de la planta de preparación de alimentos que buscamos sea una de las más modernas del país. Nuestro reto es que los productos lleguen frescos a los restaurantes. Ahí producimos nuestras sopas, salsas, ensaladas. Esta remodelación de la cuarta fase de la planta nos costó unos COL 2,000 millones (USD 667,000)”, concluyó.
