El gobierno boliviano, con el fin de fomentar y proteger la producción agrícola local, así como el autoabastecimiento, mantiene un fuerte control sobre las exportaciones e importaciones de alimentos. Esto hace que sean constantes las quejas de los agroindustriales: unos quieren que los dejen exportar más y otros que les permitan importar más.
La más reciente versión de este desencuentro provocada por tal distorsión mercantil, es la demanda de los avicultores cruceños por mayores ingresos de maíz y sorgo al país andino. Según informó el diario La Razón, “El presidente de la Asociación Departamental de Avicultores (ADA), Ricardo Alandia, informó que el sector requiere 500,000 toneladas para cubrir los requerimientos de los siguientes seis meses y abastecer la demanda, principalmente, de fin de año”.
Seguidamente explicó el rotativo que, “Los productores avícolas revelan un déficit de aproximadamente 360,000 toneladas de maíz para la cría de pollo, como consecuencia de la cruda sequía que azota a zonas productoras del grano. Actualmente solo se cuenta con cerca de 140,000 toneladas de grano en el país, 100,000 están en Lagunillas y 40,000 almacenados en los silos de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos; entonces, hay un déficit de 360,000 toneladas para llegar a diciembre”.
El sector se reunió con los ministro del área para afinar los detalles que requerirá la importación del grano a fin de garantizar la producción de pollo hasta diciembre. De acuerdo a las estadísticas de ADA, la producción de pollo bordearía las 200 millones de unidades y cerca de 1,600 millones de huevos.
“Si no hay grano, que es el insumo principal para las aves, la crianza bajará en volumen, esto repercutirá en la oferta y con ello se incrementará el precio para el consumidor final”, explicó Alandia.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo, Reynaldo Díaz, informó que de las 100,000 hectáreas cultivadas con soya, unas 70,000 fueron dañadas por la reciente sequía.
