En jaque, industria mexicana del huevo por precios bajos

La industria del huevo en México lleva casi dos años produciendo con pérdidas, pero los cambios en su estructura actual podrán aliviar el problema en unos meses.

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Javier González, director general de Previtep, en Tepatitlán, México, dice que la salida para el huevo producido en México es la exportación. Foto de Benjamín Ruiz.
Javier González, director general de Previtep, en Tepatitlán, México, dice que la salida para el huevo producido en México es la exportación. Foto de Benjamín Ruiz.

El estado de Jalisco, en México, produce alrededor del 55 por ciento del huevo del país y es la región de Tepatitlán, donde se concentra la mayor parte de dicha producción. Sin embargo, dentro de esta riqueza, la industria productora del huevo lleva hasta octubre de 2016, casi 20 meses en pérdidas, por lo que se encuentra en una terrible situación.

“El precio del huevo en México está por debajo del costo, reforzado fuertemente por el precio en Estados Unidos que también está así”, dice Francisco Javier González, director general de Previtep, en Tepatitlán. 

Como consecuencia de la recuperación de la influenza aviar, tanto en México como en EUA, el precio es históricamente bajo.

“La influenza aviar generó terribles pérdidas y terribles ganancias”, comenta González. “Los que ganaron, se emocionaron y los que perdieron, se quisieron recuperar, y ante esa necesidad urgente de recuperarse hubo crecimientos de producción en ambos países”.

El asunto es que cuando la industria experimenta un fenómeno como los brotes de influenza aviar, se deprimen los mercados en muchos aspectos. Tanto en México como en EUA hubo cambios en la producción, pero “aunque se está recuperando el consumo, la sobreoferta y los precios mundiales hacen que no se vea a corto plazo una recuperación en el precio”, añade el ejecutivo de Previtep.

Además, hay inventarios, por lo que, a fuerza de golpes económicos, los productores están finalmente cediendo al crecimiento.

Se restructura la producción

Con estos golpes, se vienen cambios en las estructuras. Dice González que “desafortunadamente, esto genera concentraciones que no es lo mejor para la industria. Lo que queremos, es que la producción siga entre más productores”.

A lo largo de todo este camino desde 2012, los productores ya han hecho de todo, como disminuir edades o la repoblación. No obstante, “la repoblación de pollas sigue alta. Esa es la preocupación y apenas están cediendo”. De hecho, las empresas de genética ya empiezan a tener problemas por las caídas de pedidos.

Pero esta inercia no se puede parar de la noche a la mañana. La esperanza es que, quizás en unos seis meses, se puedan ver los efectos de la disminución de la población. A diferencia de la producción de pollo, que los efectos se observan en semanas o pocos meses, en la gallina de postura es mucho más largo.

Falta de productividad

En México, las cifras de producción de huevo se han recuperado bastante. Pero, la productividad no tanto. México sigue vacunando contra la influenza aviar.

“Las condiciones de bioseguridad se han mejorado muchísimo, pero la productividad no se ha logrado al cien por ciento”, señala González.

Aunque los productores buscan cada día la eficiencia, pues la improductividad es el enemigo del productor, “la productividad en este momento no es efecto de la atención empresarial, sino rezagos de la influenza aviar”.

La salida es la exportación

Aunque México tiene un tremendo consumo per cápita de 352 huevos al año y es el cuarto productor mundial (según nuestra base de datos de WATT), la salida para México sigue siendo necesariamente la exportación.

Pero para exportar ¿qué sigue?: mejores condiciones sanitarias. México ya exporta ovoproductos deshidratados que pasan los requisitos de muchos países. “Se van a ir dando zonas libres, como lo es con el cerdo, que ha logrado una creciente exportación”. Y aunque México es deficitario en carne de cerdo e importa mucho, ha crecido su nicho de exportación, de tal forma que se ha llegado a un equilibrio interesante.

“En el huevo, esta sería la oportunidad de oro”, dice González.

La industria y los huevos cage-free

De acuerdo con la experiencia de González, los productores de la región de Tepatitlán ya empiezan a abordar temas como el de la producción de gallinas libres de jaulas. Pero, están conscientes de que esta producción está destinada a mercados de nicho, de la que se puede obtener un producto totalmente inocuo, con condiciones adecuadas para los animales.

“No hay más que enfrentar ciertas corrientes. Finalmente, hay mercados que puedan atenderlas, con respeto a los intereses, y hay que servir a esos mercados. Desde mi punto de vista, es un asunto de mercado y de capacidad de compra”.

Al hablar de este tema con González, queda claro que, aunque algunas empresas atiendan a estas tendencias y evitan enfrentar a ciertos grupos minoritarios, el gran consumo en el mundo  incluso en EUA, proviene de un 95 por ciento de producción en jaulas. No obstante, es un proceso mundial que hay que estarlo siguiendo.  

Mientras tanto, hay productores que ya trabajan en ello, que se preparan para atender esos mercados y atender también a los diferentes grupos de intereses.

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