Buenas noticias sanitarias y gremiales para Agrosuper

Directivos de la compañía avícola Agrosuper recibieron del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile la certificación oficial para su primer compartimento productivo bioseguro.

Gallina Blanca

En la ciudad de Rancagua (centro), en la región chilena de O’Higgings, directivos de la compañía avícola Agrosuper recibieron del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG) la certificación oficial para su primer compartimento productivo bioseguro, correspondiente a las instalaciones de La Ramirana, en donde se albergan los grupos de abuelas para la producción de pollos.

De esta manera lo reportó El Urbano Rural, medio de comunicación especializado en temáticas agropecuarias. Durante la ceremonia de entrega del certificado, el director nacional del SAG, Ángel Sartori, indicó: “Aquí lo que se está haciendo es utilizar un concepto clarísimo de prevención y de control de futuras enfermedades. Chile hoy está libre de éstas, pero Agrosuper está tomando una serie de medidas, justamente con el propósito de zonificar y posteriormente compartimentalizar algunos lugares de producción”.

Por su parte, el gerente general de Agrosuper, José Guzmán Vidal, comentó que “Éste es un hito a nivel país, es un hito a nivel de la industria y una señal muy potente de un trabajo serio entre el sector público y privado para poder no sólo abrir mercados y vender productos sino que hacer cosas importantes que permitan mantener este mercado abierto y así seguir siendo proveedores de las familias chilenas y el mundo”.

Este nuevo compartimento avícola cumple con los requerimientos del SAG chileno y de la mundial Organización de Sanidad Animal (OIE). De otro lado, el diario Bio Bio Chile informaba sobre otra faceta que involucraba igualmente al empresario Gúzman: el Ministerio de Economía autorizaba su participación, junto con otros magnates avícolas y porcícolas, en la conformación de la Asociación de Exportadores de Carnes de Chile (Expocarnes).

La nueva experiencia gremial de Agrosuper y de Guzmán había despertado reparos, ya que ambos nombres fueron protagonistas del sonado “Caso Pollos”, de colusión, que el año pasado condenó a tres grandes productores chilenos a pagar multas por USD 60 millones y ordenó la disolución de la Asociación de Productores Avícolas de Chile (APA).

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