En la reunión de la International Egg Commission (IEC), en Montecarlo, Mónaco, una vez más esta mañana, el Prof. David Hughes, del Imperial College de Londres, dio muestras de su destreza al analizar mercados. Habló de las implicaciones para la industria del huevo que pueden tener el consumidor y la megatendencia hacia la proteína vegetal.
Pero, ¿qué hace la industria del huevo al respecto? El hecho de que algunos gobiernos promuevan que se coma menos carne para un estilo más saludable, como es el caso de Europa o China, significa buenas noticias para el huevo.
En ciertos mercados, al huevo le ha ido muy bien recientemente. Tiene un halo de bondad, lo cual también representa buenas noticias. Recuérdese que ha pasado de ser un alimento que se prohibía a uno que se recomienda, incluso por organizaciones profesionales, cuya aprobación resulta fructífera.
Se percibe al huevo como un superalimento. Pero Hughes cree que, desde el punto de vista de marketing, se está desperdiciando esta oportunidad. Dio varios ejemplos, pero uno de los más claros fue el de las fotografías de lo mal que se exhibe el huevo en los supermercados, en comparación con otros productos. Hughes dijo que el mundo occidental debe de aprender de China, donde la exhibición en un supermercado hace que sea más atractiva la compra.
Por otro lado, el Prof. Charles Spence, de la University of Oxford, del Reino Unido preguntaba al público asistente qué se puede hacer para mejorar el aspecto de cómo se exhiben los huevos. Y él se refería en particular a la experiencia multisensorial.
A la vista, en el supermercado, los huevos se ven desorganizados y poco atractivos. Habría que aplicar sensaciones al consumidor: ¿sonidos? ¿olores? ¿Por qué no se pone un letrero de “huéleme”? Quizás si pusiéramos el sonido y olor a tocino frito o de gallinas cacareando podríamos atraer más a la gente.
¿Por qué se empaca el huevo en cajas de cartón poco atractivas y de sensación no placentera para al tacto? Hay que poner colores del empaque que hagan contrastar el huevo o poner una ventana en la que se vea el producto. O empaques transparentes.
Spence dijo que debe ser una experiencia multisensorial, que nos dé una idea de alimentos sanos. Tiene que ser salgo agradable y atractivo.
Entre ambos, dieron un buen análisis de hacia dónde puede ir la industria, para que salga de su zona de confort. Así, de llegar otras competencias, estará mejor preparada.
