Incremento en precio de granos: un buen pretexto para mejorar la productividad

Debe haber una cruzada tendiente a mantener dentro de parámetros las más importantes variables de este negocio: materia prima - pollo vivo y/o procesado - y los gastos operacionales.

El nuevo orden económico mundial derivado de la búsqueda de combustibles alternativos para encontrar una solución a la actual espiral, de precios del petróleo y una reducción de su consumo para disminuir gradualmente su impacto en el medio ambiente, seriamente afectado por las toneladas de monóxido de carbono que diariamente se emiten a la atmósfera, ha involucrado el uso de algunos granos como el maíz que tradicionalmente han sido utilizados en la producción de alimentos y que ahora se ha decidido emplearlos en la producción de etanol, generando un canibalismo entre los grandes sectores económicos: combustible y alimentos, que se ha traducido en un insólito incremento de precio que ha superado el 31%.

Ubicando lo anteriormente mencionado dentro del contexto avícola, es una situación que afecta por igual a todo el gremio y que se sale de su control. Sin embargo, muchos empresarios desean centrar su atención permanente en esta inexorable realidad, descuidando el control de una serie de variables que si están bajo su control, pero que desafortunadamente no deciden hacer una efectiva gestión diaria al respecto. Esta desafortunada miopía marca la diferencia entre el éxito y el fracaso para sortear esta crisis que nos atañe a quienes vivíamos de este noble sector económico.

La presente nota tiene como único propósito invitar a la reflexión a todos los responsables de la parte administrativa de las empresas para que inicien lo antes posible, una cruzada tendiente a mantener dentro de parámetros las más importantes variables de este negocio: materia prima - pollo vivo y/o procesado - y los gastos operacionales.

Materia prima

En esta parte final del negocio como siempre se ha mencionado, debemos cuidar los granos a partir del instante en que se toma la decisión de enviar los pollos a la planta de proceso. Por lo tanto, debemos estar atentos a cada una de las circunstancias que lo puedan impedir como son:

Ayuno

En el caso del ayuno insuficiente se bota a la alcantarilla de la planta dinero en efectivo al no poder convertirse el alimento en carne. Este hecho incrementa la conversión del lote o parvada.

El sobre-ayuno ocasiona pérdidas de peso que pueden llegar hasta el 0.45% del peso por hora, así como ocasionar serias pérdidas de rendimiento en algunos órganos como la molleja y el hígado.

En la molleja su cutícula se endurece más, demandando ejercer mayor presión sobre los rodillos peladores para removerla, dando como resultado el retiro de carne que en casos críticos alcanza niveles del 70%.

En lo que respecta al hígado, como éste es el almacén donde se deposita el glicógeno y la grasa, al irse gradualmente acabando estas reservas, se reduce su tamaño. Además, su color se oscurece y como resultado de la peristalsis inversa, su sabor se ve afectado por el paso de la bilis.

Recolección de aves vivas

Definitivamente debemos romper el paradigma de capturar las aves por las patas, argumentando que es el sistema de recolección más eficiente que garantiza un adecuado suministro de aves a la planta, especialmente cuando se manejan grandes volúmenes. Recordemos que la eficiencia y la calidad no son incompatibles; por el contrario, deben ir juntas para no afectar la productividad de cualquier negocio.

Por lo anterior, se deben impulsar la captura de las aves tomándolas por el cuerpo, manteniendo delicadamente presionadas las alas sobre éste para que no aleteen, evitando así decomisos en la planta de esta sensible área de éste frágil animal.

El complemento de lo antes expuesto, es el estado de las jaulas que incluye el uso obligado de tapas, para que las aves una vez colocadas en su interior no corran riesgo de sufrir ningún tipo de lesión, que obligue a su retiro durante el proceso de clasificación de los pollos procesados.

El almacenamiento temporal tanto en las granjas durante el atrapado, como en la planta; así como también durante su transporte, merece especial atención para mantener dentro de parámetros los muertos por ahogamiento (DOA), que deben ser inferior al 0.080% del total de aves recibidas en la planta. En un sacrificio de 100.000 pollos/día, debe ahogar máximo 80 animales.

Teoría Seis Sigma

Otros aspectos de la teoría Seis Sigma que debemos atender son las siguientes:

Procesamiento no ordenado: Según necesidades del Departamento de Ventas, que originan el uso de canastas para almacenar temporalmente, en los cuartos fríos pollos de un tamaño no requerido y la ocupación de un valioso espacio dentro de estos indispensables recintos.

El área de producción avícola envía pollos con pesos incorrectos, por una inexactitud en la información que sirvió de base para programar el sacrificio del día. En su afán de dar cumplimiento al área de ventas incrementan la cantidad de aves a sacrificar, incurriéndose en costosos sobretiempos y prolongando la normal fatiga del personal.

Reproceso: Cuando por circunstancias especiales es perentorio reprocesar productos para atender solicitudes puntuales de mercado.

Almacenamiento: Si las variables de control no se manejan bien, ocasionarán daños en la calidad y afectará el rendimiento.

Gastos de operación

La otra cara de la moneda es el control de cada uno de los rubros que conforman los gastos de operación, siendo los más significativos tomando el criterio del 80-20 de la Distribución de Pareto los siguientes:

Mano de obra: Puestos de trabajo ergonómicamente mal diseñados; así como también métodos de trabajo inadecuados, obligan a emplear mayor cantidad de personas para mantener una deteriorada velocidad de proceso.

Energía: El sobredimensionamiento de las plantas justificado equivocadamente por futuras ampliaciones, hace que se incurra en el uso de motores de mayor capacidad.

La puesta en marcha diaria de los equipos de la planta sin guardar una secuencia, origina un mayor consumo de energía y mantenimiento. Un ejemplo ilustra esta situación: Se pone en servicio el transportador de matanza y de inmediato las escaldadoras, peladoras y en casos más críticos, hasta el transportador aéreo de evisceración.

El no usar la luz solar, obliga a utilizar 100% luz artificial durante todo el proceso. Esta irregularidad hace que la vida de las bombillas demande su pronta reposición, ya que el número de horas se ha cumplido en un menor tiempo.

Agua: Este precioso e indispensable liquido que, gracias a Dios, en Latinoamérica todavía lo tenemos en forma abundante, en muchas plantas lo dilapidamos al no corregir prontamente escapes en tuberías, accesorios y válvulas, etc.

Durante el lavado de la planta las mangueras carecen de válvulas de control de flujo que son sustituidas por el dedo para regular la presión de salida y la doblada de las mismas mientras se llega a la válvula de control principal.

Otro aspecto es la apertura de los rociadores de las peladoras desde el momento en que se pone en operación el transportador aéreo de matanza. Una situación similar se presenta en la sección de evisceración.

Hielo: Este indispensable elemento que debe tener un uso racionalizado, debe estar en sólo dos posibles lugares dentro de la planta: en los chillers y el cuarto donde se almacena. Sin embargo, con la complicidad de la administración, se llenan y mantienen canastas, tanques, etc, al lado de los chillers, para cuando las condiciones de temperatura del agua, demanden su adición.

Otro aspecto que se descuida, es el no cerramiento de estos equipos que funcionan cómo una nevera con la puerta abierta. La experiencia ha establecido ahorros hasta de un 30% en su consumo. Creo que la cifra es lo suficientemente atractiva cómo para ensayar esta idea.

Empaques: En teoría un pollo procesado requiere dos bolsas: una para la carcasa y otra para las menudencias. Por lo tanto, en un proceso de 30.000 pollos enteros vacíos, se utilizarían 60.000 bolsas de distintas dimensiones. No obstante lo antes mencionado, la realidad diaria muestra que estos recipientes plásticos se toman como soluciones provisionales a problemas, que se tornan definitivos como tapar fugas de agua, sostener cables eléctricos, y tuberías, colocarse sobre los delantales o manteles para suplir deficiencias en el diseño, tomar agua el personal, etc.

Al final de la jornada no se conoce la cantidad de empaques utilizados exactamente en el proceso, porque una buena parte de ellos han sido usados con otro destino.

Canastas: Estos indispensables recipientes cuyo control tradicionalmente se ha tornado una de las grandes frustraciones del sector, porque ante la no existencia de una clara política sobre el retorno de las canastas por parte de los clientes, como si ocurre entre las empresas de bebidas carbonatadas y cerveceras, al sólo recibir las que pertenecen a su compañía.

Me pregunto por qué es tan difícil hacer un frente común entre todas las organizaciones de un país o región para ponerle fin a esta pérdida continua de recipientes. Al respecto también me hago la siguiente reflexión: ¿por qué no asignarle a cada cliente una cantidad determinada de canastas en el primer pedido y a partir del segundo, él debe retornar igual cantidad de canastas vacías que las entregadas con producto? Ya algunas empresas están trabajando exitosamente con este sistema.

Por lo anterior, cada responsable de las distintas rutas, tendrá cargado a su cuenta, el número de cajas que le entrega diariamente y en caso de no regresarlas completas al final del día por múltiples razones: incremento en ventas, etc, dispone de 48 horas para devolverlas a la empresa o de otra forma será descentrado su valor del siguiente pago. Si ya somos conocedores de la efectividad de este procedimiento, ¿por qué no ponerlo en vigencia?

Resumen

En resumen, nuestra diaria gestión debe estar orientada a controlar lo que se encuentra dentro de las instalaciones de la empresa. Las situaciones exógenas se escapan de nuestras manos y afectan a todo el sector avícola. Dependiendo de la efectividad del control de las variables antes expuestas, estaremos mejor preparados para afrontar el gran reto del incremento gradual de gramos en el mundo, que tiene un significativo impacto en el costo del pollo vivo, pero que desafortunadamente solo lo podemos monitorear.

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