Manejo de pollonas de postura

Dos expertos presentan sus ideas para asegurar un manejo adecuado delas pollonas de postura. Con el buen manejo de las pollonas, se ayuda a garantizar una producción pico de las ponedoras.

Cuando se presta atención a los detalles del manejo, se ayuda a evitar muchos problemas relacionados con enfermedades
Cuando se presta atención a los detalles del manejo, se ayuda a evitar muchos problemas relacionados con enfermedades

Durante una reunión técnica en Estados Unidos, dos expertos de la industria de ponedoras comerciales presentaron conferencias sobre la importancia crítica del manejo de las pollonas de postura. El éxito de las ponedoras, y de la empresa, depende de la manera en la cual se crían las pollonas.

Crianza de una pollona de calidad

John G. Brown, de Centurion Poultry, dice que la rentabilidad de una operación de huevo comercial recae en gran medida en la calidad de las pollonas que se críen o compren. Una buena pollona es el factor más importante en el inicio de la producción, para llegar al tamaño de huevo objetivo y para maximizar los números de huevos. Es imposible sacar una buena ponedora de una mala pollona. A continuación se encuentran algunos de los aspectos más importantes del manejo de pollonas que le ayudarán al productor a criar un ave de buena calidad.

Un buen inicio

Los primeros tres días es el período más crítico con respecto al desarrollo inicial de la pollona. Debido a que la pollita es incapaz de termorregular su temperatura corporal, es necesaria una temperatura ambiental adecuada durante los primeros días, para mantener la temperatura corporal de la pequeña ave mediante una zona de confort térmico. La temperatura del ambiente debe mantenerse entre los 31°C y los 33°C (88°F a 92°F). El crecimiento máximo se logra durante los tres primeros días, cuando la temperatura es de aproximadamente 33°C (91°F). También es importante el nivel de humedad relativa de aproximadamente 60% para despachar a las pollitas a un buen inicio.

En muchas publicaciones avícolas se ven diferentes recomendaciones con respecto a alimentar primero a la pollita o dejarla que tome agua antes de alimentarla después de la llegada. Esto va a depender del sistema y la experiencia del avicultor. Ambos métodos pueden ser muy buenos. La iluminación intermitente durante los primeros días recientemente ha mostrado que mejora la viabilidad en la primera semana, al dejar que la pollita tenga algunos descansos en estos primeros días y también al estimular el consumo de alimento y agua cuando se enciende la luz.

Espacio

Para que las pollitas tengan suficiente espacio para crecer y llegar al peso corporal objetivo con buena uniformidad, las jaulas deben llenarse de tal manera que se garantice que la pollona de 17 semanas de edad tenga al menos 284 cm2 (44 pulg2) por ave para las pollonas de huevo blanco y 310 cm2 (48 pulg2) para las de huevo marrón. Menos espacio que esto puede llevar a que se paralice el peso corporal conforme envejezcan las pollonas y también llevar a una uniformidad muy mala del peso corporal y del desarrollo del esqueleto.

Recorte del pico

El proceso de recortar el pico de una pollona es uno de los servicios más difíciles que se le hacen a esta ave en crecimiento. Un buen recorte de pico puede ayudar a reducir el desperdicio de alimento, prevenir el canibalismo y mejorar la rentabilidad. Un recorte de pico mal hecho puede estropear a la pollona. El recorte del pico se debe completar a más tardar a los 10 días de edad. La temperatura de la cuchilla debe establecerse con base en la estirpe de la pollona a recortarse, ya que algunas soportan mejor los cortes con temperaturas más altas que otras. El uso del término "rojo cereza" para determinar la temperatura correcta de la cuchilla puede llevar a resultados imprecisos. El rojo cereza en una caseta puede ser de 371°C (700°F) y en otra de 649°C (1200°F). Es muy importante usar un termómetro para medir adecuadamente la temperatura de la cuchilla para obtener resultados más consistentes. El personal que realice el recorte debe tener suficiente luz en la cuchilla para garantizar la profundidad precisa del corte. Es crítico dar vitamina K durante varios días antes de empezar a cortar picos y durante todo el período en que el personal recorte el pico de la parvada.

Como otra opción al recorte del pico, hay un proceso realizado en la incubadora que usa energía infrarroja para "tratar" el pico el primer día de edad. Esto resulta en la muda de la punta del pico a aproximadamente 7-10 días con poco dolor para la pollita y poco perjuicio para el crecimiento de la pollona.

Peso corporal y uniformidad

Uno de los mejores instrumentos con los que cuenta el avicultor para determinar cuán bien crece la parvada de pollonas es el peso corporal y la uniformidad. La medición de los pesos corporales de la parvada debe empezar cuando ésta tenga aproximadamente cuatro semanas de edad y debe medirse una semana sí y una no a través de la producción pico. Cada vez deben pesarse las mismas aves, por lo que es importante seleccionar jaulas en varias zonas de la caseta que representen las salidas y retornos de los comederos de cadena, jaulas del nivel superior y del inferior y de lado a lado de la caseta. Esto garantizará un promedio real que deberá reflejar el ave promedio en la caseta. Deben pesarse todas las aves en cada jaula de pesaje. La uniformidad deberá ser el porcentaje de aves con 10% arriba o abajo del objetivo del ave de esa edad. Los objetivos de uniformidad deberán ser del 80%.

Es más importante reaccionar a los resultados de las mediciones que tomarlas. Si las pollonas presentan un menor peso, deben tomarse las medidas para corregir esto y ayudar a la parvada a llegar al peso objetivo. Algunas de las técnicas usadas para mejorar el peso incluyen el aumento de las alimentaciones, darles más tiempo para comer en caso de que el alimento no llegue de manera consistente a todas las aves, bajar las temperaturas de la caseta y añadir pequeñas cantidades de energía al alimento durante períodos cortos para aumentar la energía consumida. Si la uniformidad es baja, es común usar alimentaciones apiladas para mejorar la falta de uniformidad.

Programas de iluminación

El uso del programa recomendado de iluminación también es muy importante para garantizar el inicio oportuno de la producción y permitir ganancias de peso adecuadas durante la crianza. Cada reproductora cuenta con un programa recomendado de iluminación que comienza al primer día de edad. Es de suma importancia asegurarse que el programa de iluminación de la pollona esté a la par con el programa de la caseta de ponedoras. Nunca deje que la pollona experimente un aumento del día antes de que esté lista para la estimulación con base en el peso corporal y la edad. Asimismo, nunca debe permitirse que la ponedora experimente una disminución de la duración del día, ya que resultará en una pérdida de la producción.

Programas de alimentación

Es relativamente sencillo el requerimiento nutricional básico de la pollita. La mayoría de los programas de pollonas se desglosan en dietas de iniciación, crecimiento y desarrollo. Algunos son más complicados, pero básicamente intentan lograr los mismos resultados. El objetivo del iniciador es construir la matriz esquelética inicial del ave en el que las dietas de crecimiento y desarrollo van a depositar el tejido muscular y el adiposo. La dieta de iniciación generalmente es alta en energía y en proteína con alrededor del 1% de calcio y 0.5% de fósforo disponible. La dieta de crecimiento va entonces a disminuir ligeramente la energía y la proteína al tiempo que mantiene el equilibrio mineral similar a la dieta de iniciación.

La dieta de desarrollo tiene el objetivo de depositar tejido muscular magro y algo de reservas para el principio del inicio de la producción. Muchos programas incluyen una dieta de prepostura que está diseñada para preparar a la pollona para la formación del cascarón de huevo. Estas dietas generalmente son similares a las de desarrollo, pero con nivel de calcio más alto. Este mayor calcio aumenta la sedimentación de hueso intramedular y prepara a la pollona para la producción de huevo. No deben alimentarse las dietas de prepostura después de que las aves hayan empezado a producir huevos. Las dietas de postura deben empezar a alimentarse con el primer huevo.

Programas de vacunación

Los programas de vacunación deben estar diseñados para no añadir más estrés a la pollona. La combinación de vacunaciones que requieren el manejo, cada vez que sea posible es una manera de reducir el estrés. Las vacunaciones oportunas para que se reduzcan o prevengan las reacciones vacunales también mejoran la calidad de la pollona al reducir el estrés en el ave. Vacunar sólo contra las enfermedades a las que se espera que se expongan o se sepa que están presentes en la granja de ponedoras o pollonas. Dicho de otra forma, no es necesario vacunar a una parvada contra Mg que va a una granja negativa a Mg que tiene buena bioseguridad, concluye el Sr. Brown.

Enfermedades relacionadas con el manejo

El Dr. Eric Gingerich de la Universidad de Pensilvania, se enfoca en las enfermedades y condiciones que más afectan a las pollonas, y por ende a las ponedoras.

Hay varios factores de manejo que tienen que ver con el problema del canibalismo (traumatismo de la cloaca y picoteos). El recorte del pico probablemente es el factor más importante en este asunto. Un recorte deficiente del pico, que quede más largo de lo normal, le da a las aves un instrumento que usan para demostrar agresión contra sus compañeras. Las pollonas que se colocan en condiciones de alta intensidad de luz necesitan un recorte de pico más fuerte que las que se colocan en instalaciones de luz controlada.

Esto es un desafío real con el requisito de recorte de pico no mayor a 10 días. En algunos casos, el recorte del pico a los 10 días ha resultado en más del 2% de mortalidad a la semana en parvadas de ponedoras orgánicas de huevo marrón alojadas en casetas con cortinas laterales. Ya que esto no es satisfactorio, el productor puede optar por recortar el pico a las 7 a 8 semanas de edad, aunque cumplirá con las normas de productos orgánicos de recorte del pico después de 10 días.

Coccidiosis

Un caso pasado de coccidiosis en pollonas de 17 días de edad trae a la luz la importancia de mantener una humedad y ventilación normales durante la crianza para minimizar el número relativo de oocistos esporulados. Una parvada de pollonas enjauladas vacunada contra coccidiosis se ventiló muy mal durante una reciente producción invernal en la que se permitió que los papeles de las jaulas se humedecieran más de lo normal, los cuales se dejaron ahí por más tiempo del normal hasta los 14 días de edad para permitir un mejor reciclado de organismos vacunales. Esto permitió un incremento en el número normal de oocistos esporulados y 5% de las pollitas murieron por la coccidiosis cecal. Debe mantenerse una ventilación adecuada que resulta en niveles de humedad de 40 a 60%. Este tipo de problema se reduce la eliminar los papeles de la jaula a los 10 días normales y al colocar papel o platos de plástico en parvadas que se han vacunado con la vacuna de la coccidia.

Agotamiento de calcio

El mal manejo de los sistemas de alimentación de cadena en las casetas con jaulas ha llevado a problemas en el pasado con el agotamiento del calcio y huesos suaves en las ponedoras, especialmente en el lado de regreso del sistema. Ha sido un problema el no hacer que el comedero corra lo suficiente para que complete un ciclo en toda la hilera. Un segundo problema es usar comederos de cadena de baja velocidad que permiten que las aves que se encuentran cerca del alimento escojan y se coman las partículas grandes de calcio conforme corre el comedero, dejando a las aves del lado de regreso sin este importante ingrediente. También ha sido un problema la producción de huevos más baja debido a los pesos corporales más bajos de las aves del lado de regreso del comedero.

Colibacilosis

El manejo de la edad cuando se pasan las pollonas a la caseta de postura puede afectar la incidencia y gravedad de los problemas relacionados con E. coli. Mientras más tarde se pase a las pollonas a la caseta de postura, especialmente en un complejo multiedades, mayor será el problema relacionado con la cantidad de tiempo que las aves tienen para preparar una respuesta inmunológica a los agentes de enfermedades presentes en la granja de ponedoras antes de que éstas empiecen a poner toda su energía en la producción del huevo. Lo ideal es pasar a las pollonas al menos una semana antes del primer huevo para dejar que se inmunicen a la flora residente mientras no entran en producción.

Algunos productores rellenan las parvadas con ponedoras más viejas justo antes de la pelecha para llenar las jaulas que les faltan aves por la mortalidad durante el primer ciclo. Esta práctica de manejo conlleva a un aumento de los problemas con E. coli debido al estrés de introducir a un nuevo miembro a la jaula, además de que introduce una flora viral y bacteriana diferente. Además, el sistema inmunológico de estas aves más viejas no es tan capaz de resistir a enfermedades bacterianas, de tal forma que aumenta la exposición de las otras compañeras de jaula.

La falta de un buen manejo de calidad del agua ha llevado a pérdidas muy graves ocasionadas por la colibacilosis. El uso de fuentes de agua contaminada lleva a más infecciones por E. coli.

Histeria y dermatitis gangrenosa

Un caso de pollonas histéricas que llevó a dermatitis gangrenosa debido a infecciones bacterianas de Staphylococcus spp. y Clostridia spp. de las heridas por raspones estuvo causada por las espátulas de gallinaza debajo de las jaulas, porque corrían muy rápido. Estas espátulas de rápido movimiento agitan a las aves cada vez que se echan a andar. Se utilizó una velocidad diferente para hacerlas más lentas y cesó el problema.

Úlceras de la córnea inducidas por amoniaco

Se han dado numerosos casos de úlceras de la córnea inducidas por amoniaco debido a un mal manejo del sistema de ventilación en invierno, que resulta en altos niveles de humedad, mayor humedad de la gallinaza o cama, y mayores emisiones de amoniaco.

Un caso particular que sucedió no se debió a la falta de tiempo de funcionamiento del ventilador, sino a que no se monitorearon las condiciones en la caseta. No se pudieron eliminar el amoniaco y la humedad mediante el sistema de ventilación debido a una mala construcción del armazón del ventilador en el tercer frente de la caseta de pollonas. El armazón permitía la entrada de aire alrededor del perímetro de éste, sobrepasando de esta forma las entradas normales de aire, sin ventilar adecuadamente la caseta.

Cuando se presta atención a los detalles del manejo, se evitan problemas relacionados con enfermedades, concluye el Dr. Gingerich.

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