Al Campo está cumpliendo ocho años de operación en la zona franca de Bucaramanga, capital del departamento colombiano de Santander, la región oriental de mayor producción avícola en esta nación andina. Esta joven firma fue una de las pioneras en la fabricación y venta de ovoproductos en Colombia.
De acuerdo con lo publicado por el diario bumangués Vanguardia Liberal, Al Campo es una de las seis organizaciones dedicadas a esta actividad agroindustrial en este país y hoy muestra un portafolio extendido de productos. “En 2015 crecimos en ventas 25 por ciento y el año pasado aumentamos otro 40 por ciento”, señaló Emilse Sánchez, directora administrativa de Al Campo.
Su oferta se centra en la venta de huevo líquido pasteurizado y huevo entero pasteurizado pulverizado para abastecer la industria de alimentos en Santander y comercializarla en Antioquia, Cundinamarca, Boyacá, la Costa Caribe, Cesar, Amazonas y Norte de Santander. “Nuestros productos se pueden consumir enteros, líquidos, pulverizados, solo la clara o la yema, en diferentes presentaciones, con el respaldo de tabla nutricional garantizada”, comentó Elizabeth Pereira Mejía, gerente general de la compañía.
Al Campo inició ofreciendo líquido pasteurizado distribuido a cinco clientes en el país. Luego de unos años, se amplió la oferta a cuatro productos: entero líquido pasteurizado, entero pasteurizado pulverizado, clara líquida y yema líquida. En la actualidad, ofrecen seis productos y cuentan con más de 100 clientes, logrando producir 150 toneladas de ovoproductos cada mes. Un par de años atrás generaban 60 toneladas mensuales.
En cuanto a innovación y proyección, desde hace un año, Al Campo produce clara líquida pasteurizada que se distribuye en tiendas saludables de Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Barrancabermeja. “Este producto innovador ha dado muy buenos resultados, lo que nos ha permitido abrir otros mercados en la línea fitness”, agregó Sánchez.
Otro de los proyectos es ofrecer productos con sabor y sin sabor, así como nuevas presentaciones para su mejor conservación y consumo. “Tenemos proyectado trasladarnos en aproximadamente un año a una nueva planta, en la que se implementará nueva tecnología importada, así como nacional. También estamos estudiando cómo realizar la reutilización segura de nuestros residuos, como las cáscaras y las cubetas”, puntualizó Pereira.
Este año, el negocio de ovoproductos en Colombia fueron gravados con un impuesto a las ventas del 19 por ciento, lo que al fin de año se sabrá cuánto repercutió en el desempeño de este segmento avícola.
