Ajustando la sal de la dieta de pollos

Es necesario el ajuste en la dieta de sodio y cloruro al tomar en cuenta la contribución del agua de bebida.

Figura 1. Peso corporal de pollos de engorda machos con dietas y agua de bebida con diferentes niveles de sodio y cloruro de 0 a 21 días de edad.
Figura 1. Peso corporal de pollos de engorda machos con dietas y agua de bebida con diferentes niveles de sodio y cloruro de 0 a 21 días de edad.

En algunas zonas de producción avícola, el agua de bebida contiene niveles relativamente altos de sodio (Na) y cloruro (Cl), por lo que los avicultores de estas regiones con frecuencia se quejan de problemas que pudieran estar relacionados con el consumo en exceso de Na y Cl, entre los que se incluyen la cama húmeda y los consiguientes trastornos del tejido plantar, baja ganancia de peso y conversión alimenticia, y heces húmedas. Los análisis recientes del suministro de agua de granjas avícolas en el sur de Arkansas, en EUA, indican que los niveles de Na van de 367 a 450 mg/litro (mg/L) y los de Cl de 268 a 470 mg/L.

Se sabe que los niveles excesivamente altos de Na y Cl en el agua son tóxicos para las aves, pero varios estudios han demostrado que son aceptables los niveles moderados de estos minerales en el agua de bebida y que pueden sustituir parte del Na y Cl de la dieta de pollos de engorda. Después de informarnos con los avicultores locales, llevamos a cabo un estudio para evaluar la relación de los niveles de Na y Cl en el agua de bebida con respecto a los de la dieta, para determinar las contribuciones relativas de estas dos fuentes al suministro total del ave y para determinar si se podrían hacer ajustes en los niveles de la dieta de Na y Cl al tomar en cuenta el contenido de éstos en el agua.

Detalles del estudio

Se colocaron pollitos machos de un día de edad de una estirpe comercial de pollos de engorda (Cobb 500) en baterías criadoras calentadas eléctricamente con piso elevado de malla de alambre, poniendo cinco pollitos por jaula. Se alimentaron con una dieta basal nutrimentalmente completa de maíz-harina de soya. A pesar de que las aves estaban en pisos de alambre, se añadió monensina a las dietas experimentales. Esto se debió a la creencia de que los anticoccidianos ionóforos pueden influir sobre el requerimiento de Na del pollito, aunque esto lo han refutado varios investigadores. La dieta se formuló para contener 0.25% de Na; se hicieron ajustes de los niveles de sal y arena de construcción lavada en las dietas experimentales para variar los niveles de Na y Cl de la dieta. Los niveles de la dieta que se compararon fueron 0.02/0.04 (dieta sin suplementar), 0.05/0.09, 0.10/0.17, 0.15/0.24, 0.20/0.32, y 0.25/0.40% de Na y Cl, respectivamente.

Las soluciones de agua se prepararon semanalmente añadiendo cloruro de sodio (NaCl) grado alimenticio a agua destilada desionizada. Los niveles de sal añadidos fueron 0, 0.025, 0.05, 0.075, 0.10, y 0.125%, que proporcionaron niveles de 0/0, 100/150, 200/300, 300/450, 400/600 y 500/750mg/L de Na y Cl, respectivamente. El agua se suministró en bebederos abiertos y se llenaban conforme se iba necesitando.

Cada uno de los seis tratamientos de dieta se alimentó en combinación con cada uno de los seis tratamientos de agua, para tener un total de 36 tratamientos experimentales, teniendo seis jaulas de pollitos alimentados por cada tratamiento. Las aves se colocaron en los tratamientos experimentales al día de nacidos y se alimentaron hasta los 21 días de edad. No se hizo ningún intento de medir el consumo del agua durante el estudio debido a la misma naturaleza abierta de los bebederos. A los suministros de las dietas y agua se les analizó el contenido de Na y Cl, habiéndose encontrado estar muy de acuerdo con los valores calculados.

Los resultados

Hubo efectos significativos tanto de los niveles de Na y Cl de la dieta como del agua, así como interacciones significativas entre los niveles de Na y Cl de la dieta y el agua para el peso corporal (figura 1) y la conversión alimenticia (figura 2). Cuando el agua de bebida no contenía sal añadida, el requerimiento calculado del Na con base en el peso corporal fue de 0.17 ± 0.006%, con un 95% de intervalo de confianza de 0.14-0.19% de Na. El Consejo Nacional de Investigación de EUA (NRC, 1994) indica que las dietas de pollos de engorda de 0 a 21 días contengan un mínimo de 0.20% de Na y 0.20% de Cl.

Los estudios recientes de nuestro laboratorio indican una necesidad de 0.20-0.25% de Na para un máximo desempeño durante este período de edad. Aunque estos valores son ligeramente más altos de los calculados en el presente estudio, no difieren de forma marcada del rango superior calculado por el intervalo de confianza del 95% indicado con anterioridad.

Conforme aumentó el nivel de sal en el agua, disminuyó la cantidad de Na necesaria en la dieta. Cuando el agua contenía 400 ó 500 mg/L de Na, fue evidente que no era necesario el Na de la dieta. Como una regla de oro, es evidente que 100 mg/L de Na en el agua sustituyó aproximadamente 0.05% de Na en la dieta. El nivel necesario de Na de la dieta para una conversión alimenticia óptima fue más bajo que el requerido para un peso corporal máximo, pero siguió la misma tendencia de reducción de las necesidades de la dieta conforme aumentaba el Na en el agua. Una vez más, fue evidente que no era necesario el Na de la dieta cuando el agua contenía 400 ó 500 mg/L de Na. No se observaron diferencias significativas en la mortalidad o materia seca de la cama entre los diversos tratamientos.

Comparaciones con otros trabajos publicados

Otros estudios han mostrado también que se podrían reducir los niveles de Na de la dieta en presencia del Na en el agua de bebida. Sibbald et al. (1962) informaron que, cuando el alimento no contenía sal añadida, los pollos de 0 a 4 semanas de edad podían desempeñarse de manera satisfactoria con soluciones salinas de 0.25% de cloruro de sodio, mientras que fue suficiente un 0.20% de NaCl en el agua de bebida para las aves de 5 a 7 semanas de edad. Estos fueron los niveles más bajos incluidos en el agua para estos períodos. Los pollitos pudieron tolerar agua con hasta 0.5% de sal, incluso cuando el alimento contenía 0.5% de NaCl añadido.

Ross (1979) informó que el requerimiento de Na de pollitos de engorda alimentados con dietas de trigo-soya fue mayor a la cantidad de 0.15%, entonces indicada por el NRC, cuando el Na del agua era de 3 ppm. En ausencia del Na de la dieta, la adición de 50 ppm de Na al agua de bebida mejoró significativamente el crecimiento y la eficiencia del alimento, y cuando se añadieron 100 ppm de Na al agua de bebida, el crecimiento fue equivalente al de las aves que recibían la dieta basal a la que se le añadió Na hasta en un 0.15%. Ross concluyó que se utilizó de forma más eficiente el Na en el agua de bebida que el del alimento.

Bora et al. (1991) alimentaron pollos de engorda hasta las 8 semanas de edad con dietas suplementadas con 0 ó 0.5% de NaCl y agua de bebida que contenía 0, 500 ó 1,500 mg/kg de NaCl. Al final del período de estudio, los pollos que recibieron 500 ó 1,500 mg/kg de NaCl en el agua de bebida sin NaCl añadido a la dieta pesaron tanto como los que recibieron 0.5% de NaCl en la dieta, sin NaCl añadido al agua.

En los estudios citados, así como en nuestro presente experimento, es evidente que se pueden hacer ajustes al nivel de Na en la dieta con base en la cantidad de Na en el agua de bebida. A los niveles usados en nuestro estudio, la combinación de 500mg/L de Na en el agua y 0.25% de Na en la dieta no afectó negativamente la ganancia de peso corporal, conversión alimenticia o mortalidad. Sin embargo, fue evidente que se vio negativamente afectado el desempeño por el nivel más alto de Na en el agua. Se requieren de estudios adicionales para evaluar el desempeño a niveles más altos del Na en el agua.

Conclusión

En este estudio, los niveles de Na y Cl en el alimento y el agua afectaron significativamente el peso corporal y la conversión alimenticia a los 21 días de edad. Se pueden usar las fuentes de agua de Na y Cl para proporcionar una parte de las necesidades del pollo de estos elementos. Deben hacerse ajustes en los niveles de la dieta de Na y Cl con base en los niveles de estos minerales en el agua de bebida. Se calcula que 100 mg/L de Na en el agua pueden sustituir aproximadamente 0.05% del Na en la dieta, hasta una sustitución completa del Na suplementario.

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