La escasez de divisas (fruto de un férreo y politizado control estatal) para importar los granos que necesitan los avicultores venezolanos, es la principal razón para que esta actividad haya caído en un 49 por ciento desde 2012 en ese país caribeño, según datos entregados por Francisco Tagliaprieta, presidente de la Federación Nacional Avícola de Venezuela (Fenavi).
En declaraciones al matutino caraqueño El Nacional, Tagliaprieta recordó que “entre 2002 y 2012 la industria experimentaba un momento de gloria. Un crecimiento del 2 por ciento interanual y no se importaba un solo huevo. Los venezolanos comían 42 kg de pollo y entre 160 a 223 huevos cada año”.
Este panorama empezaría a cambiar a mediados de 2013, “con la reducción de las importaciones de alimentos, pollitas bebé y huevos fértiles, que debía importar el Ejecutivo Nacional. Las estadísticas de Comercio Exterior publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas revelan que desde 2013 se dejaron de importar insumos, alimentos y medicinas, y no desde las recientes sanciones económicas de Estados Unidos”.
El dirigente afirmó que 2012 cerró con 20 millones de ponedoras que producían 1.3 millones de cajas de huevos (de 360 unidades) por mes. Unas 10,000 toneladas métricas de pollo se entregaban para su distribución por las redes estatales. Ante la falta de insumos, se sacrificaron gallinas ponedoras y reproductoras, “produciendo una caída en la disponibilidad de huevos y pollo, lo que disparó los precios” y motivó una irreal regulación de precios por parte del gobierno.
“Eso precipitó una pérdida estrepitosa en los inventarios. Solo en marzo de 2016 se perdieron casi 4.5 millones gallinas ponedoras mientras la producción de huevos bajó de 15.7 millones de cajas a solo 7.8 millones. Ese mismo mes de un año antes los productores zulianos denunciaron que la producción de pollo cayó 35 por ciento”, recordó el presidente de Fenavi Venezuela.
Por último, la misma fuente señaló que “a julio de este año, la cantidad de ponedoras es apenas la mitad que cuando Maduro se encargó de la presidencia en diciembre de 2012, pasando de 20.5 a 10.6 millones de aves, mientras que las reproductoras sufrieron más, al pasar de 10.6 a 4.3 millones, casi 60 por ciento menos en menos de cinco años, lo que además implica un total de 16 millones de animales sacrificados por las difíciles condiciones para su cría, reproducción y aprovechamiento”.
