Las aves tienen una necesidad inherente de fibra para mantener un sistema digestivo saludable. Se pueden usar fibras solubles como fuente de energía en las aves, aunque también reducen la digestibilidad de los nutrientes, como proteína, almidón y grasa. Esto sucede al aumentar la viscosidad del bolo alimenticio, ya sea ligándolos, en el caso de la pectina, o creando un efecto barrera. Esto, a su vez, reduce el índice de tránsito intestinal y puede causar cama húmeda. Mientras tanto, las especies monogástricas no pueden usar como una fuente de energía las fibras insolubles, las estructurales que se encuentran en el material vegetal.
La mayoría de las fibras solubles son fermentables, lo que significa que las bacterias intestinales pueden usarlas como fuente alimenticia y, por ende, tiene una influencia positiva en el equilibrio de la microflora intestinal del ave. A menudo, se cree que todas las fibras insolubles también son no fermentables. De hecho, las bacterias intestinales también pueden usar ciertas fibras estructurales. Con frecuencia se fermentan de forma más lenta y tienen efecto de tipos específicos de bacterias.
Este artículo se enfoca en las fibras insolubles, en específico la lignocelulosa y en el requerimiento de estas en las aves para optimizar la salud y la productividad.
La importancia de la fibra
La fibra desempeña un papel importante en el desarrollo de la molleja debido a la estimulación física del órgano. También ayuda a regular el índice de tránsito digestivo y se sabe que mejora el desarrollo del tubo gastrointestinal.
Al añadir lignocelulosa a las dietas del pollo de engorde, las mejoras en la longitud y densidad de las vellosidades intestinales fueron indicio del aumento en la capacidad de absorción de nutrientes. Se aumentó el peso de la molleja con relación al peso de la canal en un 11 por ciento y de manera similar la del intestino a la canal, que fue siete por ciento mayor en aves alimentadas con lignocelulosa.
Materias primas altas en fibra
A fin de aumentar el nivel de fibra en la dieta, podría cambiarse la especificación para aumentar el uso de materias primas altas en fibra. Entre tales ingredientes se incluyen: harina de semilla de girasol, cascarilla de avena y salvado de trigo.
Esta estrategia se basa en ingredientes con costos variables y disponibilidad para abastecer los niveles precisos necesarios. También ocupan una cantidad de espacio importante de la dieta y pueden afectar la digestibilidad, lo que es particularmente evidente en aves jóvenes.
El nivel de fibra en este tipo de materias primas puede variar significativamente, por ende, se requieren análisis constantes y la actualización en los niveles de la matriz. También puede haber riesgo de contaminación microbiana y de micotoxinas.
Aditivos de fibra
La mayoría de los aditivos de fibra en el mercado son de lignocelulosa. Estas fibras insolubles provienen de la madera, la cual se procesa de forma tal, que se pueda adicionar al alimento.
“Usamos la madera estructural del tronco y la corteza del árbol, de donde se extraen fibras no fermentables”, dice Jeff Morton, encargado técnico internacional de Agromed Austria GmbH, al explicar la fabricación de Opticell. “Además, usamos fibras de la corteza y el cámbium, la parte que crece del árbol, los cuales son fermentables ya que contienen más elementos activos”.
Aunque estos dos tipos de lignocelulosa tienen un efecto físico en el tubo gastrointestinal del ave, las partes fermentables también promueven el crecimiento de especies bacterianas que producen ácido butírico.
“Las aves que consumen este producto de lignocelulosa han demostrado tener una microflora intestinal sana”, señala Morton. “El aumento de ácido butírico resultante, que se absorbe en el intestino grueso, mejora la salud intestinal”.
Al promover el crecimiento de bacterias benéficas, existe menos alimento disponible para las especies patógenas y al mismo tiempo, al disminuir el pH del tubo gastrointestinal, se reduce su número. El ácido butírico es también una fuente de combustible para los colonocitos, que sacan agua del colon, por lo que tanto las heces, como la cama son más secas.
Aplicación en gallinas de postura
Se vuelve cada vez de más popularidad el uso de productos de lignocelulosa en las dietas de gallinas ponedoras en libertad.
“Contamos con muchos productores de huevos de aves en libertad y algunos de ellos piden aditivos de fibra en sus dietas”, dice Martin Humphrey, director de Humphrey Feeds & Pullets, productor de alimento avícola del Reino Unido. “Aquellos que los usan les tienen fe; dicen que ven a sus aves más tranquilas”.
Los productores ven menos ingestión y picoteo de plumas, lo cual resulta en aves con mejor emplume al final de la parvada. El emplume es un indicador clave del bienestar, ya que las plumas protegen de extremos del clima a las aves. Un emplume deficiente puede fomentar un consumo de alimento excesivo, lo cual ocasiona un mal color del cascarón.
“El uso de estos productos cambia significativamente la presentación física del alimento en harina de ponedoras”, dice Humphrey. “Al aumentar el volumen de la dieta, se ha visto que comen más lento y por ende pasan más tiempo en el comedero”.
Al mismo tiempo que mantiene a las gallinas ocupadas durante más tiempo, se cree que este efecto beneficia al sistema digestivo de las aves. Se entiende que estos aditivos cumplen las necesidades de fibra de las aves y por lo tanto no necesitan buscarla en fuentes tales como las plumas.
El mayor tamaño de la molleja puede ayudar a mejorar el consumo de alimento en pollitas de reemplazo y por lo tanto el pronto desempeño de postura. En estudios de ciclo completo, la producción de huevos aumentó un 2.1 por ciento en gallinas suplementadas con lignocelulosa.
Beneficios para reproductoras
En reproductoras pesadas es igualmente importante darles una fuente de fibra: el uso de ingredientes fibrosos puede ayudar a prolongar el tiempo que les toma a las aves en comer un alimento restringido, lo que mejora la saciedad. Como con las gallinas ponedoras, también ayudaría a paliar los problemas de comportamiento.
En un estudio se comparó el efecto de diluir una dieta con diferentes fuentes de fibra en el desempeño de reproductoras pesadas. La adición de celulosa aumenta tanto la producción de huevos, como el porcentaje y en términos de huevos puestos por gallina. Ni la harina de semilla de algodón ni la pectina mejoran significativamente la producción de huevos comparado con el control. La conclusión fue que diluir la dieta en sí mismo no mejoró el desempeño, pero sí lo hizo el suministro de una fuente de fibra 100 por ciento insoluble.
Uso en pollos de engorde
Los aditivos de fibra se incluyen en dietas del pollo de engorde para promover la salud intestinal y el desempeño. En tales aves de rápido crecimiento, estos parámetros son importantes, en particular, para optimizar la eficiencia. Los resultados del estudio mostraron que la adición de lignocelulosa (de 0.8 a 0.6 por ciento por encima entre uno y 21 días de edad) resultó en una mejora de 30 puntos en el Índice Europeo de Productividad de pollos de engorde.
También se sabe que las fibras insolubles aumentan la materia seca de las heces fecales y por lo tanto de la cama: un 32 por ciento en este estudio. Al hacerlo, pueden reducir la incidencia de dermatitis del cojinete plantar y ampollas de la pechuga, entre otras.
Estrategias prácticas
Uno de los beneficios de usar un aditivo de fibra para el nutriólogo o nutricionista es la baja tasa de inclusión. Varían las dosis de productos específicos, clase de aves o edad del animal, pero están en general entre 0.5 y 1.5 por ciento. Además, la forma y el contenido de los productos es específica, consistente e inocua. De la misma manera se garantiza que esté libre de micotoxinas y otros contaminantes.
Al cubrir la necesidad inherente de fibra en las aves, estos productos benefician los marcadores clave del bienestar tanto en gallinas ponedoras como en pollos: emplume y saciedad. Una microflora intestinal más favorable ayudará a optimizar tanto la salud como el desempeño. Se han notificado también cambios en el tubo gastrointestinal que resultan en mejoras de la calidad de la cama y en la reducción de emisiones de amoniaco.
Tales aditivos, en comparación con los ingredientes altos en fibra, incluso pueden mejorar la digestibilidad de proteínas y aminoácidos. Esto podría contribuir al aumento del desempeño observado en diferentes clases de aves. Por ejemplo, en pollos de engorde la adición de un aditivo de fibra ha resultado en una recuperación de la inversión de 1:12.
Al ser independientes de los nutrientes, los aditivos de lignocelulosa pueden brindar un componente de fibra insoluble estandarizado para las dietas avícolas.
