El Ministerio de Comercio chino abrió en agosto pasado una investigación sobre posible dumping a la carne de pollo brasileña. El proceso agotó recientemente una nueva etapa con la presentación de los descargos por parte de los productores avícolas suramericanos, representados por la gremial cárnica Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA).
La información fue difundida por la agencia noticiosa Reuters. Los embarques a China representaron en 2017 el 9.2 por ciento de las exportaciones de pollo brasileño, generando ventas por US$761.1 millones a las mayores compañías avícolas del Brasil, las cuales proveyeron el 50 por ciento del pollo importado por la potencia asiática (el segundo consumidor mundial de carne de ave).
A pesar de estos importantes números, 2017 fue un año de bajo desempeño comercial en este rubro, ya que las exportaciones brasileñas de pollo se vieron afectadas por el escándalo de la Operación Carne Débil. En el 2016, Brasil representó el 85 por ciento de las importaciones de pollo congelado de China, con un valor de hasta US$1,230 millones, según datos de aduanas.
“Seguimos todas las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y no practicamos dumping”, dijo Francisco Turra, director de ABPA, en un comunicado. “Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para mantener la asociación de Brasil con China, que se reanudó en el 2009”, agregó.
China empezó el proceso antidumping sobre las importaciones de pollos de engorde desde Brasil tras una queja de la industria avícola local que apuntó a que el país sudamericano vendía su carne de pollo por debajo del valor del mercado. Mientras avanza el litigio, es bueno recordar que Brasil remplazó a Estados Unidos como el principal proveedor de carne de pollo para China después de que Pekín aplicó en 2010 medidas antidumping a los productos estadounidenses de pollo.
