De acuerdo con información recibida el pasado 10 de marzo de 2018 en la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) por parte de la Dirección General de Salud Animal, del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), el 12 de febrero de este año se inició el evento de influenza aviar altamente patógena H7N3, después de ocho meses de la última aparición de la enfermedad.
Los dos focos se localizan en San Felipe, Guanajuato, y en Cadereyta de Montes, Querétaro. Ambos han sido resueltos. El primero presentó 1,400 gallinas Rhode Island y 500 blancas afectadas, de aproximadamente 80 semanas de edad y se resolvió el 20 de febrero. El segundo foco fueron 26 aves de traspatio, cuyos signos clínicos eran la conjuntivitis, diarrea acuosa y muerte súbita, y se resolvió el 23 de febrero.
Cabe mencionar que, según la información, las 500 gallinas afectadas del primer foco presuntamente provenían del estado de Jalisco, de una granja con vacunación, lo cual se comprobó mediante serología. Se presume que esta introducción afectó a las aves susceptibles.
El diagnóstico clínico se apoyó en pruebas de laboratorio avanzadas, como las de virología, microscopia electrónica, biología molecular e inmunología. En total se presentaron 1,387 aves muertas y se eliminaron 539. Hubo una tasa de mortalidad aparente del 72.01 por ciento.
En el informe de la OIE se notifica que en ambos casos se implementaron actividades contraepidémicas, como cuarentena de los predios y el sacrificio de todas las aves; y por prevención, se estableció un área focal de 3 km y una perifocal de 10 km, en donde se comprobó la ausencia de la enfermedad. El servicio nacional veterinario seguirá con la vigilancia epidemiológica e informará a la OIE de cualquier evento.
Cabe mencionar que en lo que va de marzo se han notificado focos de influenza aviar de varias patogenias a la OIE no solo en México, sino en Nigeria, Costa de Marfil, Iraq, Italia, Francia y Estados Unidos.
