El hecho de poder cumplir con las exigencias de las preferencias del consumidor en producción avícola ha afectado cada vez más la forma en que se formulan los alimentos avícolas. Ya sea por imposiciones de las reglamentaciones o por la evolución del mercado de la carne de pollo y el huevo, la Encuesta de Nutrición y Alimentación Avícola de 2018 ofrece una mirada de primera mano de cómo estos cambios y desafíos han afectado la formulación de alimentos avícolas y, en muchos casos, el resultado final de la compañía.
La encuesta anual, que se realizó a principios de 2018, cuenta con las aportaciones de 399 personas de todo el mundo.
- Latinoamérica, 43 por ciento
- Asia/Pacífico, 16 por ciento
- Estados Unidos/Canadá, 15 por ciento
- Europa, 12 por ciento
- África, 9 por ciento
- Medio Oriente, 5 por ciento
Más de la mitad de los participantes fueron nutricionistas, consultores y veterinarios. El 17 por ciento trabaja en el manejo de la producción en vivo o como propietario de una granja avícola.
Desafíos de rentabilidad avícola
Desde 2011, la Encuesta de Nutrición y Alimentación Avícola ha pedido a los participantes que clasifiquen la rentabilidad. Los encuestados fueron muy optimistas, pues un 46 por ciento dijo que la rentabilidad mejoraría en 2018 en comparación con 2017. El 32 por ciento cree que el negocio se mantendrá igual y solo el 21 por ciento notificó una tendencia negativa (figura 1).
Más del 80 por ciento de los encuestados cita el costo de los granos como el desafío número uno en 2018. La calidad de dichos granos, como la contaminación por micotoxinas y sus factores antinutricionales, se clasificaron en el segundo puesto (con el 72 por ciento). El costo de los aditivos y los otros microingredientes está en tercer lugar (62 por ciento). El costo de fabricación (energía, transporte) y los márgenes siempre justos también desafían a los productores de alimentos avícolas.
Costos y desafíos de los nuevos cambios en producción avícola
Cuando se les preguntó qué tendencia en producción avícola tendría el mayor impacto en el programa de formulación de alimentos de la empresa, y a su vez, en el costo del alimento, el 43 por ciento de los encuestados citó las restricciones de antibióticos. El 17 por ciento cree que los pollos de lento crecimiento serán un desafío, mientras que el 16 por ciento lidia con el cambio a la producción de huevos libre de jaulas. Estos tres factores no son de la opinión del 23 por ciento de los participantes.
Si profundizamos más, el 13 por ciento de los encuestados produce pollos de lento crecimiento. Cuando se les pidió comparar la conversión alimenticia de los pollos de lento crecimiento con la de las líneas modernas, el 25 por ciento dijo que había una conversión alimenticia más baja. El 20 por ciento notifica una conversión alimenticia de 1 a 5 por ciento más alta. El 10 por ciento cree que es la misma. Sin embargo, en contraste, el 10 por ciento cree que su conversión alimenticia es 21 por ciento más o más alta.
De los encuestados que crían y alimentan gallinas libres de jaulas (el 27 por ciento), el 21 por ciento cree que su conversión alimenticia es de 1 a 3 por ciento más alta que las gallinas en jaulas; 17 por ciento dice ser de 4 a 7 por ciento más alta. Mientras tanto, el 16 por ciento cree que su conversión alimenticia está igual y el 13 por ciento, que más baja.
