Vísceras de pollo en Brasil con demanda local y externa

Los 185,000 corazones diarios que se producen en una planta avícola de Brasil se quedan en el mercado interno. El corazón de pollo es aprovechado como botana o aperitivo.

Los corazones de pollo son preparados en diversos platos en la cultura brasileña. | Timolina, Bigstock.com
Los corazones de pollo son preparados en diversos platos en la cultura brasileña. | Timolina, Bigstock.com

En 2017, las enormes granjas avícolas brasileñas produjeron 5.86 mil millones de corazones de pollo, víscera que es ingrediente en varias preparaciones muy populares entre la población del gigante suramericano. Un kilo de corazones de pollo se alcanza juntando entre 85 y 100 piezas.

Así constó en un reporte de la revista brasileña Gazeta do Povo (Gaceta del Pueblo), para lo cual entrevistó avicultores respecto a este tema. Paulo Ricardo Pereira, de Pollos Pionero (estado de Paraná), “el 100 por ciento de los 185,000 corazones diarios” que genera cada jornada de faena en sus instalaciones, “se queda en el mercado interno”.

Constató Pereira que “recibimos misiones de empresas de Japón, Hong Kong y Oriente Medio cada quince días. Ellos nunca manifestaron interés en comprar corazón de pollo. No obstante, vendemos todas las mollejas a Japón, cortada en cuatro partes y lista para ser consumida como aperitivo. En el hígado, el 30 por ciento sigue para el mercado externo, otro 30 por ciento se encuentra en el comercio minorista nacional y el 40 por ciento abastece la industria de raciones para pequeños animales”.

Debido a la demanda interna, el corazón de pollo en Brasil se comercializa entre BRL10 y BRL11 el kilo (US$3.23), un precio mucho mejor que el que pagan los mercados asiáticos por mollejas (BRL7 por kilo, unos US$2.05) o hígados (BRL2 por kilo, es decir, US$0.60).

El corazón de pollo es aprovechado como botana o aperitivo, y es preparado asado o a la brasa en diversos establecimientos o en los hogares brasileños. “Los corazones se condimentan con vino blanco, sal y perejil. A nuestros clientes les gusta comerlos como aperitivo. Si se condimentan con cerveza, quedan muy buenos también” reveló Laudir Ongaratto, propietario de un restaurante en Curitiba (sur de Brasil).

Desde el año 2014, algunos productores avícolas argentinos han visto un negocio interesante en la exportación de corazones de pollo a Brasil. Es el caso del Complejo Alimentario S.A., perteneciente al Grupo Motta, que en noviembre de ese año envío su primer embarco con esta víscera de alta demanda.

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