El empresario Pedro Parente fue elegido “nuevo presidente ejecutivo de la cárnica brasileña BRF, la mayor exportadora de carnes de pollo del mundo, apenas dos semanas después de que renunciase a dirigir la petrolera estatal Petrobras”, de acuerdo con la agencia noticiosa española EFE.
Agrega el cable que “el Consejo de Administración de la empresa tomó, por unanimidad, la decisión de escoger a Parente en el cargo de primer ejecutivo de la compañía, vacante desde abril pasado tras la dimisión de José Aurélio Drummond Jr., según señaló en un comunicado remitido al mercado financiero”. Parente había sido nombrado presidente de la Junta de Directores de BRF a finales de abril.
Parente tomará posesión de su nuevo cargo si es autorizado por la Comisión de Ética Pública de la Presidencia brasileña, entidad federal que analizará la posible existencia o no de algún conflicto de interés entre su cargo anterior en Petrobras y el nuevo en la cárnica. “En caso de que la Comisión se resuelva por la inexistencia de conflicto, y tan pronto sea informado de la decisión, el Sr. Pedro Pullen Parente tomará pose en el cargo de CEO Global de BRF”, señaló la multinacional en su comunicado.
Recordó la agencia EFE que “Parente renunció el pasado 1 de junio a la Presidencia de Petrobras por las críticas recibidas por la política de precios de la estatal y tras la huelga de camioneros, que paralizó Brasil durante 11 días a finales de mayo. Parente acumularía la presidencia ejecutiva y la del Consejo de Administración de BRF por un periodo inicial de 180 días, que la compañía intentará extender por hasta un año”.
La cárnica atraviesa por una severa crisis económica que le llevó a tener unas pérdidas el año pasado de BRL1,100 millones (unos US$300 millones), agravada por los múltiples escándalos de corrupción destapados en su interior, que incluso le ha cerrado las puertas a mercados como la Unión Europea.
Por último, se hace mención de que “BRF anunció recientemente el cierre de su línea de producción de pavos en el municipio de Mineiros, en el estado de Goiás, (centro-oeste) después de 11 años en funcionamiento, debido a las restricciones impuestas en el exterior”.
