La multilatina Havanna se convirtió este mes en la primera empresa argentina en hacer público su compromiso de abastecerse solamente para sus procesos industriales de huevos puestos por gallinas libres de jaula en un plazo no mayor de siete años, que vencería en 2025.
Así lo confirmó recientemente Alan Aurich, CEO de Havanna, añadiendo que contará en este proceso con el acompañamiento de la organización animalista Humane Society International (HSI). En un comunicado conjunto, ambas entidades expresaron que “se trabajará con los proveedores de huevo para concluir la transición a huevo de gallinas libres de jaula a más tardar en 2025 y durante ese tiempo, publicará informes anuales, informando a sus consumidores los avances del proceso”.
Havanna es considerada la empresa argentina líder en el sector de alfajores, cafetería, chocolates y otros productos, y también opera más de 300 locales de cafeterías en Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, Estados Unidos, España, Paraguay, Perú y Venezuela. El anuncio, primero de su tipo en la nación austral, reviste de especial significación.
Argentina produce más del 98 por ciento de sus huevos de gallina en los tradicionales y eficientes sistemas de batería en jaula, logrando una producción anual cercana a los 13,000 millones de unidades, que sostiene uno de los consumos per cápita más altos de Latinoamérica: 284 huevos.
Previo a este anuncio, a comienzos de este año, la gremial Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) había expedido un comunicado sosteniendo que el huevo argentino no tiene ninguna diferencia nutricional con los producidos de libre pastoreo. Aclaró también que se siguen todas las normas de calidad y sanidad agroalimentaria exigidas en el mundo, “preservando la calidad del producto, la sanidad para el consumo humano y el bienestar animal”.
De profundizarse la conversión a estos sistemas de producción, expertos de la misma asociación de productores han afirmado que, “en cualquiera de los casos y dependiendo de la magnitud de la empresa, la transición llevará no menos de tres años”. Esta noticia de uno de los clientes corporativos más grandes de Argentina para el huevo de gallina coincide con un escenario de bajos precios, racionalización de la producción y la creciente necesidad de encontrar mercados externos para una producción cercana a la saturación.
