Satisfacción de las necesidades de alimento de la cerda lactante

Un buen consumo de alimento de las cerdas en lactancia es vital para sustentar la producción de leche sin que haya disminución de peso, pero los mohos pueden significar que se consuma mucho menos alimento

Los sistemas de maternidad con menos confinamiento probablemente aumenten los requerimientos de consumo de energía en la lactancia
Los sistemas de maternidad con menos confinamiento probablemente aumenten los requerimientos de consumo de energía en la lactancia

¿Consumen las cerdas lo suficiente durante la lactancia? Su apetito está impulsado por una amplia gama de influencias, pero se sabe que uno de los factores más importantes es la palatabilidad del alimento. Un sabor desagradable debido a granos mohosos desde luego quiere decir que se consume menos.

 

Es un aspecto que vale especialmente la pena tenerlo en cuenta en este momento, a la luz  de los informes de varias partes del mundo de que la última cosecha incluye proporciones por arriba del promedio de granos contaminados con toxinas fúngicas. Ya se ha elevado la posibilidad de una alerta de micotoxinas, debido a que se ha observado que las condiciones climáticas de 2008 son más aptas para fomentar el crecimiento de mohos.

 

El moho en los componentes de la dieta hace mucho que se ha descrito que tiene en general la probabilidad de reducir el consumo de alimento. La diferencia hoy en día es que tenemos acceso a pruebas científicas que apoyan esta afirmación. Algunos de los ejemplos más llamativos han surgido del trabajo encabezado por el Prof. Trevor Smith, del Departamento de Ciencias Animales y Avícolas de la Universidad de Guelph, en Canadá.

 

Toxinas en granos

Este trabajo ha visto de cerca al efecto de las micotoxinas Fusarium del alimento sobre el consumo de alimento y el desempeño de los animales estudiados. Recuérdese aquí que el término Fusarium cubre un surtido de tipos fúngicos cuyas toxinas comúnmente se encuentran en los granos alimentados a los cerdos. De hecho, comparten con las aflatoxinas la distinción de ser las más abundantes de las variedades de micotoxinas encontradas en las zonas templadas de todo el mundo.

 

Considérese también el hecho de que las dos especies animales más sensibles a la contaminación por Fusarium en el alimento son los cerdos y los caballos. Los investigadores dicen que es una desgracia tal sensibilidad en varias maneras, no nada más porque los contaminantes a menudo son difíciles de detectar y por lo tanto de controlar. La larga lista de compuestos distintos que forman este grupo de toxinas hace que sea tan complicado un análisis detallado, que en el método estándar se ha venido a usar el compuesto llamado vomitoxina o DON (deoxinivalenol) como marcador para los demás.

 

CUADRO 1: Efecto de las toxinas del alimento en cerdas lactantes

 

 

 

 

 

Dieta control

Dieta contaminada

(DON a 4.15 ppm)

Ingestión de alimento (kg/día)

4.98

3.49

Ganancia de peso (kg/día)

0.11

-0.61

Efectos de las toxinas de Fusarium del alimento en trigo o maíz sobre el consumo de alimento y la ganancia de peso de cerdas lactantes.  (Fuente: adaptado de G. Díaz-Liano y T. K. Smith (2007), J. Anim. Sci.)

Algunas de las mediciones de Guelph con DON en el alimento de cerdas lactantes han subrayado cuán grande puede ser la reducción del consumo diario de alimento en el animal, como se muestra en el Cuadro 1. Otras pruebas han encontrado que la reducción disminuía, pero no se aliviaba del todo, al incluir un adsorbente de micotoxinas en el alimento.

 

Este fue en el que las cerdas recibieron los alimentos experimentales por un período de 21 días después de la parición. Una inclusión similar de DON en la dieta administrada durante tres semanas antes de que parieran las cerdas tuvo menos influencia en la cantidad de alimento consumido diario (reducido a 2.12 kg de 2.41 kg medido para las control), pero hubo aún así un impacto significativo sobre la ganancia de peso de la cerda en el sentido de que el alimento contaminado significaba un aumento promedio de solo 0.62 kg al día, mientras que el alimento control dio 1.14 kg al día.

 

 

 

Del cuadro 1, se puede observar que una cerda en lactancia de 3 semanas sería posible que consumiera 30% menos, debido a la contaminación por micotoxinas, y bajar más de 12 kg de peso corporal, en lugar de subir 2 kg con una dieta sin contaminantes.

 

Mejoramiento del consumo

Compare esas indicaciones con los efectos que se han indicado en otros países de las diferentes influencias sobre la cantidad de alimento consumido por una cerda lactante. A menudo, los asesores ponen a la temperatura ambiente al inicio de la lista en cuanto al impacto potencial. Gustan de tener la sala de maternidad a 18-19 °C, ya que condiciones más cálidas tientan a las cerdas a comer menos. Sin embargo, consideran que una sala a 20°C va a disminuir el consumo solamente en alrededor de 200 g al día, que probablemente no se equipara a una reducción de más del 5%.

 

No cabe la menor duda de que la moderna cerda prolífica necesita comer lo más posible cuando se encuentra en la sala de maternidad. Una evaluación publicada el año pasado menciona que se necesitaría de otros 12-16 kg de consumo de alimento de cerdas por cada lechón extra criado del nacimiento al peso al destete de 7.5 kg. Desde luego que más leche producida quiere decir animales destetados más pesados. Las cerdas que comen más en la lactancia se reconoce también que regresan al estro más rápidamente después del destete y para parir más cerdos nacidos vivos en las camadas subsiguientes.

 

No obstante, todo el tema del consumo diario de alimento de las cerdas en lactancia está lejos de que sea algo sencillo. Por ejemplo, aunque el subconsumo de alimento puede muy bien reducir la producción de leche de la cerda, un consumo alto diario no necesariamente estimula que se produzca más leche. El manejo de las condiciones de la cerda para un consumo máximo representa también una pregunta difícil. Con frecuencia las respuestas son inesperadas o decepcionantes.

 

Los hechos dicen que en primer lugar el consumo es un factor del parto, porque una cerda primeriza va a comer menos que una completamente madura — alrededor del 20% menos, basado en un cálculo canadiense. En segundo lugar, una cifra que expresa cantidad consumida al día como promedio de la piara va a inclinarse a subir conforme aumenta la edad al destete.  Esto se relaciona al tiempo en lactancia cuando la cerda consume la mayor parte. Es sorprendente que el pico al que llegan las cerdas alimentadas ad libitum puede ser desde los días 8 o 9. La raza o genotipo pueden también marcar una diferencia en cuanto a la cantidad consumida, pero puede verse más variación de cerda a cerda o de lote a lote, que de raza a raza.

 

La manipulación de las cantidades se revierte al tema del manejo del alimento. Comencemos con la presentación. Los datos de granjas múltiples confirman que el alimento en harina vence a los pélets por volumen consumido cada día de la lactancia, mientras que el alimento húmedo supera al seco. La alimentación en forma líquida podría valer 0.5 kg extras diarios — pero un aumento de este nivel es más probable que aparezca con cerdas primerizas que con cerdas maduras. El inconveniente que se presenta, es que un estudio en Europa ha verificado si la alimentación líquida computarizada podría en algunos casos resultar en que la cerda lactante se encontrara subalimentada.

 

Impacto de las prácticas de alimentación

Las consideraciones del sistema de alimentación deben comenzar con la frecuencia y la aceptación general de que es preferible tener administraciones múltiples (tres veces o más) a dar el alimento una o dos veces al día. Los expertos concuerdan también en que necesita optimizarse el diseño del comedero en la zona de la cerda de la paridera. La mayoría de los especialistas prefieren ver un comedero más bien profundo que tenga un buen acceso, con bebedero sobre o junto a él.

 

Desde luego, los ingredientes del alimento, afectan su aprovechamiento. Las calificaciones más altas de palatabilidad tienden a darse a las mezclas que contienen harina de pescado más que las que contienen harina de soya, por ejemplo. No obstante, aquí también las generalizaciones a menudo esconden experiencias contradictorias. El atractivo de la alfalfa sería un ejemplo que viene al caso, ya que algunos asesores de alimentos balanceados insisten en que no es particularmente palatable, mientras que hay productores europeos que deliberadamente dan una mezcla de harina de alfalfa y avena a cerdas a punto de parir con el fundamento de que compensa la posible contaminación de micotoxinas en el componente de trigo del alimento.

 

Más proteína va a traer más consumo si se ha dado una mezcla relativamente baja en proteína a las mismas cerdas en la gestación previa. La adición de grasa y disminución de la proteína puede traer beneficios en clima cálido. La adición de más fibra al alimento de lactación a veces sí funciona en persuadir a las cerdas a que coman más kilos totales, pero aún así es probable que se reduzca la concentración de energía que consumen.

 

Las dos medidas de manejo en las que todos concuerdan son las de eliminar cualquier rastro de alimento del comedero de la cerda cada día y la de tener una formulación diferente de dietas exclusivamente para la lactancia, para que se pueda usar una alta densidad de nutrientes que garantice un consumo adecuado de energía y de aminoácidos. Con las cerdas lactantes tiende a haber más polémica en torno a la escala de alimentación a seguir. Pero la antigua idea de retrasar la introducción de consumo completamente ad libitum ha perdido a muchos de sus antiguos defensores, ya que ahora el retraso parece lograr poco más que limitar el volumen total de alimento consumido en la lactancia completa.

 

Una escala típica podría comenzar con la alimentación de 2.5 kg de una dieta de 14.5 MJ ED/kg, por mencionar un ejemplo británico para cerdas que crían 11 lechones a un peso al destete de 7 kg. La cantidad inicial se aplicaría al día 1 después de la parición. Después se aumenta en 0.5 kg diarios para que al día 10 la cerda reciba 7 kg. Una variación de Canadá exige aumentos diarios mayores de 1 kg entre el día 2 y el 8, con el objeto de mantener la misma cantidad total al día en el período del día 8 al día 12, cuando se sabe que el consumo es más susceptible a fluctuaciones. La alimentación ad libitum completa o hasta quedar satisfecha se introduciría por lo tanto a partir del día 12.

 

Cualquiera que sea el método a seguir, déle tiempo y reflexión a la tarea de medir el consumo diario de alimento de las cerdas en las parideras. Se van a necesitar registros de medición para ayudar en la localización y resolución de problemas cuando surjan estos, y para determinar si la cerda está recibiendo todos los nutrientes que necesita.

 

Lo que sostiene el cálculo del requerimiento es la energía que se necesita para producir leche para la crianza de los lechones. Esto típicamente representa alrededor de dos terceras partes de la energía que consume. La otra tercera parte se va a mantenimiento corporal. Sin los recursos de nutrientes para estas dos funciones, va a movilizar reservas en el sentido de convertir tejidos a leche. De los estudios más recientes, alrededor del 65% de la disminución total de peso corporal de la cerda en lactancia implica a la grasa. En contraste, la proteína representa menos del 15%. Pero la conversión de proteína a leche es relativamente ineficiente, lo que quiere decir que la disminución de peso de la cerda no beneficia ni a la madre ni a la progenie.

 

La única manera de reaccionar a esta situación es tomar el método de dos flancos de tener el alimento correcto en cuanto a composición con la presentación y el método más efectivo de alimentación para un máximo consumo de alimento. Estas reglas fundamentales no han cambiado recientemente. Los cambios que necesitamos notar son las mayores exigencias puestas en la cerda moderna por la prolificidad extra y el mayor riesgo en este año de que habrá micotoxinas en el alimento, por lo que no se quizás no se consuma lo suficiente. - Pig International

 

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