Los agricultores están a favor del control sobre la adquisición de estas tierras, pero los agentes del mercado advierten sobre un eventual incumplimiento de contrato, si la decisión del gobierno atañe a inversiones anteriores a la publicación de la nueva norma.
El vicepresidente de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA), Sr. José Mário Schreiner, apoya la medida. “Este no es un error, debe haber un control de la misma. Pero hay que cuidar el capital productivo que ayuda al sector. Necesitamos profundizar este debate”. En el mismo sentido, la Confederación de Trabajadores de la Agricultura (CONTAG) solicitan prisa al gobierno para cambiar la Constitución.
El presidente de Contag, Sr. Alberto Broch, dijo “estamos muy favorables. Consta, inclusive, en nuestro programa histórico. Tenemos que tener marcos normativos y de acción regional sobre esto. Porque 20% de las tierras uruguayas, por ejemplo, ya están en manos de extranjeros”. Él sostiene, “sin embargo, será difícil votar una Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) en el Congreso. Tal vez las personas tengan dificultades, porque la gran parte tiene la concepción contraria”.
Pero hay escepticismo sobre la eficacia de la propuesta asumida públicamente por el Presidente Lula y el Ministro de Desarrollo Agrario, Guilherme Cassel. El presidente de la Asociación Brasileña de Productores de Soja (APROSOJA Brasil), Glauber Silveira, cree que la prohibición no va a resolver la situación del sector. “Si restringimos, se asocia con un brasileño y listo. Esto no resuelve nada. Lo que importa es la política de renta. Si el productor no tiene dinero, va a terminar vendiendo la tierra”, dice. “Hoy en día, el 50% de la superficie de soja en el Mato Grosso es de tierras arrendadas. El productor no toma en cuenta la plantación, provocando una fuerte concentración de las tierras. Y cada año aumenta”, señala
El director de la Federación Brasileña de Bancos (FEBRABAN) Ademiro Vian, afirmó que la restricción tendrá un impacto negativo en el sector. El experto, advierte “habrá cambios en el mercado. Los fondos de inversión extranjera, que tienen arrendamientos y dinero asignado aquí, tendrán que reposicionarse. Lo cual, impactará porque este dinero invertido en plantas y en cultivos de soja tiene un gran peso. El sector se va a resistir bastante debido a esta propuesta”. El abogado, Sr. Renato Buranello, pide calma “esto asusta un poco, sí. No se puede crear inseguridad jurídica, alterar el derecho adquirido o romper contratos”. Además, él defiende “esto es pedir tratamientos diferentes. No todo capital viene con carácter especulativo”.
