Mayor consumo de carne de ave y porcina en Brasil

El mayor dinamismo del mercado brasileño provoca un cambio en el comportamiento del consumidor, al tener un mayor poder adquisitivo, incorporando en su dieta productos cárnicos.

La economía brasileña reacciona, ampliando la gama de empleos y más trabajadores se integran al mercado laboral formal. El resultado es un cambio en el comportamiento de consumo de productos populares, utilizados por las clases con menor poder adquisitivo. En este nivel de ingresos es donde existe la mayor disponibilidad de puestos de trabajo.

La inclinación a la baja en la opción del consumo de los brasileños en las últimas décadas, hicieron que los granos volvieran a tener un público más fiel y más exigentes, forzando al agricultor a colocar un producto de buena calidad en el mercado.

El resultado de este escenario es un mayor dinamismo de la demanda actual y por consiguiente un aumento de los precios.

Este dinamismo proviene del aumento de los ingresos de los consumidores al incorporarse al mercado laboral, según el analista Walmir Brandalizze, consultores Brandalizze, Curitiba, PR. Además, él añadió, “si el grano ha ganado nuevos adeptos, también otros pierden”.

A medida que el ingreso crece, parte de los consumidores disminuyen el consumo de los cereales, incorporando al menú diario el pollo y cerdo.

El Sr. Pedro Camargo Neto, de la Asociación Brasileña de Productores y Exportadores de Carne de Cerdo (ABIPECS), está de acuerdo con Brandalizze. El Sr. Camargo argumenta “está ocurriendo un aumento considerable en el consumo de carne de cerdo. En 2009, el consumo per cápita se elevó de 13 a 14 kilos”.

Las cifras de este año también muestran un buen ritmo. Las exportaciones no crecen y el sector está sin inventario, lo que muestra que la carne se consume internamente.
El consumo medio anual de carne de pollo también ha ido en aumento y el promedio per cápita es de aproximadamente 39 kilos.

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