La empresa estadounidense Monsanto y la alemana BASF, juntas inyectarán US$1 billón en investigación para el desarrollo de trigo genéticamente modificado con esta característica.
La expectativa de las empresas es que las primeras variedades estén disponibles en el mercado aproximadamente en el 2020. Los primeros en tener acceso a los productos serán los agricultores en los Estados Unidos y Australia, por cierto, estos se han visto obstaculizados por las sequías que han reducido su producción de cereales.
El trigo es el segundo grano más producido en el mundo, sólo superado por el maíz. Para la temporada 2010-2011, la proyección del Departamento de Agricultura de EUA (USDA) para el trigo es una oferta global de 668,52 millones de toneladas, o sea 29,6% de la producción mundial de granos. Para el maíz, la estimación es una producción de 835,78 millones de toneladas, ó 37% del total.
La inversión en trigo transgénico de las dos empresas aumenta la asociación realizada en 2007 por las multinacionales con el objetivo de aunar esfuerzos en la investigación de genes resistentes al estrés hídrico. Hasta ahora, las acciones involucradas en todos los otros cereales: maíz; soja; algodón; y canola, contando con un presupuesto de 1,5 mil millones dólares para el desarrollo de nuevos productos con la biotecnología.
Los detalles sobre la asociación entre las dos empresas se mantienen confidenciales. Se sabe que los grupos hacen su investigación independiente, y que la comercialización de los productos generados será realizada por Monsanto. La multinacional estadounidense poseerá 60% de las ventas netas, mientras que BASF tendrá una cuota de 40% de los ingresos.
Las empresas se refieren a que el primer maíz resistente a la sequía, está esperando la aprobación de los órganos reguladores de EUA, y éste es ya el resultado de la investigación conjunta. La expectativa es que el producto esté en el mercado a partir de 2012.
