Actualizando sus previsiones para 2011 en relación con la producción, el consumo y el comercio internacional de carnes, el Departamento de Agricultura de EUA, USDA, afirma que el desempeño en el comercio internacional será de un alza para la carne porcina y de estabilidad para la carne de vacuno y pollo.
De acuerdo a las proyecciones del USDA, las perspectivas para la producción de carne de vacuno se mantendrán prácticamente inalteradas desde la última estimación (octubre de 2010), anticipando una oferta limitada y que los altos precios continuarán restringiendo una mayor expansión del comercio. De todas formas, se espera algún aumento en el Medio Oriente y el Sudeste Asiático. Pero en este caso, quién debe hacerlo mejor que Brasil (mayor exportador mundial) es la India. Debido a que la demanda en los principales mercados importadores de carne de vacuno dependerá del ritmo de la recuperación económica.
La perspectiva de un nuevo récord en la producción de carne porcina se basa en la eficiencia de China y al aumento de peso del animal al momento del sacrificio en la Unión Europea. El resultado adicional debe compensar las pérdidas enfrentadas por Corea del Sur debido a la fiebre aftosa. La expansión del comercio mundial tiende a ser impulsado por una fuerte demanda por parte de Corea del Sur, China y Ucrania.
Hay una clara tendencia en el aumento de la producción de la carne de pollo, principalmente para cubrir la oferta muy ajustada de la carne de vacuno y porcino en la mayoría de los países productores. Pero esto no va a influenciar al comercio mundial, que debería permanecer estable. La simple reducción de las cuotas de importación de Rusia (375 mil toneladas anuales) ya implica una revisión significativa (hacia la baja) de las tendencias de importación mundial.
Lo mismo sucede con China, que (debido a cuestiones comerciales) redujo sus compras a EUA, en un nivel que supera el aumento de las exportaciones sudamericanas para el mercado chino. Finalmente, el pronóstico de exportación de Brasil y EUA fue reducido, contrabalanceando las previsiones de mayores exportaciones por parte de la UE y China para satisfacer los mercados de Asia y África.
