Brasil Foods propuso al Consejo Administrativo de Defensa Económica, Cade, la venta de algunas fábricas que representarían por lo menos 15% de su producción. Esto con el objetivo de finalmente lograr la aprobación de la fusión entre Sadia y Perdigão.
En la sección ordinaria del Cade, el miércoles pasado, cuando comenzó el juicio de la operación, la compañía Brasil Foods, BRF, sugirió hacer contratos de industrialización con otras empresas. En esta hipótesis, BRF vendería productos a un precio de costo a otra empresa en el mercado, también en la proporción de 15% de su capacidad de producción.
Dado que la propuesta fue rechazada por el relator del caso, el consejero Carlos Ragazzo, la empresa debe anular esta opción.
La idea inicial es vender el equivalente al 15% de su capacidad, pero la propuesta está sujeta a cambios a medida que evolucionan las conversaciones entre la empresa y otros asesores del Cade, cinco votos definirán el futuro de la empresa.
Después de la primera fase del juicio, los abogados de la compañía BRF se reunieron con los miembros del consejo en un intento de construir una propuesta más adecuada a la visión del órgano de defensa antimonopolio.
Marcas
Además de deshacerse de las fábricas, la compañía está estudiando la propuesta de vender algunas marcas. El miércoles, la BRF propuso vender las marcas Rezende, Wilson y Excélsior -de productos industrializados y platos preparados-, además de las margarinas Claybom y Deline.
Las marcas ofrecidas al Cade tendrían, en conjunto, una facturación aproximada de US$1.0 billón.
El Sr. Ragazzo rechazó la propuesta por considerar que se trata de marcas menos relevantes y una cuota de mercado más baja. Rezende es una marca tradicional en los estados de Río de Janeiro y Minas Gerais, mientras que Excélsior tiene una mayor relevancia en el Sur.
Frente a la posición del relator, la compañía está considerando la posibilidad de vender una marca de mayor relevancia, como Batavo, una propuesta más semejante a la recomendación de la Secretaría de Acompañamiento Económico, SEAE, del Ministerio de Hacienda de Brasil.
Alrededor de un año atrás, la SEAE recomendó dos alternativas para la aprobación de la transacción. Una de ellas previa a la venta de un conjunto de marcas: Batavo, Rezende, Confiança, Wilson y Escolha Saudável, consideradas "de combate".
Las margarinas Doriana, Delicata y Claybom también fueron parte de ese grupo.
La otra recomendación de la SEAE consistía en la transferencia a un competidor al derecho del uso de la marca Sadia o Perdigão por un período de al menos cinco años. Las dos recomendaciones preveían también la venta de activos.
Dentro de la empresa, las ventas de Sadia y Perdigão están descartadas, aunque la compañía está dispuesta a transigir en las negociaciones y evitar llevar el caso a la corte, que puede tomar años.
El compartimiento común de los activos de distribución durante un período determinado - una medida que podría facilitar la entrada de nuevos competidores y la expansión de actuales rivales- es otra posibilidad.
La fusión de Sadia/Perdigão está en la agenda de la próxima reunión ordinaria del Cade, prevista para el próximo miércoles. Pero existe la posibilidad que el juicio no se reanude en la fecha prevista.
Corresponde a Ricardo Ruiz, consejero que pidió vista del proceso, decidir si el plazo fue suficiente para definir su voto. Según fuentes ligadas a la negociación, ellos estarían más dispuestos a negociar que el relator del proceso.
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