Comienza XXII Congreso Latinoamericano de Avicultura, el acontecimiento avícola más importante de nuestra región. Esta vez a ritmo de tango, con sabor a vino tinto y con aroma de la austral pampa: Argentina. Hace ya 24 años que no se celebraba un congreso latinoamericano en este país meridional, al que seguramente muchos viajamos por el placer de reunirnos, de aprender lo último en tecnología, ciencia y productos y servicios para las aves, y también, por qué no, para aprovechar la oportunidad y hacer un poco de turismo.
El congreso con los brazos abiertos
El Comité Organizador está ya listo. Nos da gusto saber que la exposición tendrá características únicas en su género. Según nos informan, los conferencistas para almorzar, deberán recorrerla en toda su extensión, e igualmente, para los eventos nocturnos, deberá recorrerse un sector de la misma. Esta atinada planificación espero que ayude a atraer a muchos visitantes, lo cual tendrá contentas a las empresas expositoras y patrocinadoras. Por otro lado, habrá exposiciones dinámicas, actividades recreativas a distintos horarios (una escuela de tango dentro del lugar, lo que hará las delicias de algunos).
Se espera que la mayor parte de los 30,000 visitantes provengan de toda América, principalmente de Latinoamérica y mayormente de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Se superaron las expectativas de la cantidad de empresas expositoras: 281 compañías confirmadas hasta el momento de escribir esta nota, provenientes de todo el mundo, aunque principalmente son de América, Europa y Asia. De esta forma, habrá 1,000 empresarios entre proveedores y compradores de productos avícolas.
El programa de actividades va a mantener a la gente muy ocupada desde el 3 de septiembre, ya que hay una serie de reuniones, asambleas, jornadas y talleres, sesiones destinadas solamente a miembros de ALA, u otras a personas por invitación. El programa científico va a ser muy completo, pues se recibieron 205 los trabajos científicos para ser evaluados por la Comisión Científica.
Problemas como todos
Argentina es un país, que como varios en América Latina, ha pasado por muchos problemas y crisis en su historia reciente, como la derrota en 2001 del modelo económico que desató una profunda crisis social, económica e institucional. Pero en eso nos parecemos muchos de nosotros latinoamericanos. Como mexicano, me considero miembro de la “generación de la crisis”, ya que, desde que tengo memoria, oigo hablar de la recurrente cantinela de devaluaciones, problemas de abasto, crisis, problemas económicos y demás. Pero, esta vez vale la pena que resaltemos puntos de este país, que es el que nos concierne por el momento.
Éxito de la avicultura argentina
En cuestiones de avicultura, la transformación que Argentina ha vivido en los últimos diez años, no había sucedido en los cuarenta anteriores. Su industria avícola cuenta con un crecimiento sostenido en estos últimos años, porque, según palabras del Sr. Roberto Doménech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, “se han fundamentado en planes estratégicos”. En 2010 registró un procesamiento diario de 2,500,000 de aves, un consumo interno de 37 kg/habitante/año, 310 mil toneladas de exportaciones y 67 mercados internacionales abiertos. Todos estos son logros importantísimos para una país tradicionalmente consumidor de carne de bovinos. Pero además, el pollo dejó de ser una carne ‘sustituta’, para pasar a ser una carne ‘alternativa’, un cambio que era imprescindible y necesario en este país.
También aquí vale la pena mencionar que en Argentina han logrado enfocarse a varios puntos: mercado nacional, producción de granos, pero también exportaciones y hacer que el consumidor sea fiel. Esto habla de que detrás de todo esto hay mentes que planifican, hay acuerdos, hay disposición de las autoridades y productores, simple y llanamente, hay ganas de hacer las cosas.
La ALA
La participación de la Asociación Latinoamericana de Avicultura es de primordial importancia para este evento. La ALA es una “institución sin fines de lucro que, aplicando principios de equidad y transparencia, procura la hermandad de los países miembros, intercambiando y difundiendo el conocimiento, tecnología y experiencia, respetando el medio ambiente y fomentando la sana competencia”. ALA está integrada por varios comités como el Instituto Latinoamericano del Huevo, el Comité Técnico-Científico, el Comité de Asuntos Comerciales y el Comité de Congresos.
Quedamos pues en espera de ser testigos del éxito de este congreso, que cada dos años supera las expectativas, lo que a su vez lo convierte en una meta más difícil de lograr, y además a la espera de ver en qué país será el siguiente congreso.
